Desde la infancia

Story by MrBLAZIKEN on SoFurry

, , , , ,

#2 of Cuando Soy Pokemon


Disculpen si hay algunas palabras que no entiendan sea por la utilización de algunos regionalismo, trate de hacerla en español neutral lo mas que pude, pero siempre esta google para resolvernos la duda ;).

También que cualquiera que guste de traducirla al inglés puede hacerlo con todo gusto, yo le doy mi consentimiento, únicamente que me brinde el crédito por crear la historia.

Como sea, espero que les guste

Es curioso como empezó nuestra historia, desde que eramos niños nos conocimos en un bosque, gracias a un juego de las escondidas que hicimos para pasar el rato. He de admitirlo nunca me gustó perder, y menos cuando era niño, pero uno no puede ganar siempre en todo.

-¡Te encontré!- Dijo ella, una pequeña poochyena que se asomaba por encima de la roca en la cual estaba yo abajo, escondido.

-¡No se vale, hiciste trampa!- Repliqué molesto

-¡No es verdad, te encontré justamente!- Repitió ella poniéndose enfrente mio

-¡Ya no quiero jugar!- Comencé a correr lejos de ella hacia el interior del bosque donde estábamos jugando

-Espera, ¡Torchic!- Ella comenzó a ir detrás mio.

Después de un tiempo la perdí de vista, así que comencé a caminar despacio, sin fijarme donde pisaba, enojado con ella e inventando excusas de por que ella había ganado. Cuando de repente sentí como si algo me jalara hacia abajo, para darme cuenta de que en un momento a otro, me encontraba rodando al fondo un gran foso. Alcance a enterrar mi pico en la pared antes de seguir cayendo, entonces me detuve, clave mis garras en la tierra y empecé a gritar por ayuda hasta que alguien me contestó.

-¡No te preocupes!¡Te sacaré de ahí!- Se escucho la voz de poochyena claramente, estaba tan enojado con ella que en ese momento quería que alguien mas me hubiera rescatado, incluso prefería quedarme ahí antes que aceptar su ayuda, pero el miedo era mas fuerte que el enojo que tenia como para no aceptar realmente su ayuda -¡Sostén esto!- Ella aventó una rama larga que agarre con fuerza, fue cuando empecé a ser tirado hacia arriba. Cuando llegue al borde, salté hacia afuera, saliendo del pozo totalmente. Reaccioné estando un poco aturdido por el shock de haber estado en peligro, fue ahí cuando me di cuenta que aquella poochyena estaba sola, ella me había salvado sin ayuda.

-Eres muy fuerte...- Dije sorprendido

-Gracias, soy un poochyena, pero me puedes llamar poochy, si quieres- Ella me respondió, sin tomar importancia de lo que había pasado

-Yo...lo siento...mucho...- Respondí asustado, a punto de llorar, pues en aquella época yo no era mas que un niño asustadizo que aocstumbraba a malinterpretar todo antes de saber los hechos

-No te preocupes, de cualquier manera yo tuve la culpa- Dijo volteando hacia arriba, un poco avergonzada

-¿Por qué lo dices?- Pregunte extrañado

-Es que...si hice trampa, vi cuando te fuiste corriendo hacia esa roca mientras yo contaba...

-¡Lo sabía!- Dije enojado, pero no me fui corriendo, creo que ya había tenido suficiente con lo que había pasado -!Tramposa!

Entonces ella se hecho a reír, yo sin comprender por que, me quede estático, observándola

-Eres muy gracioso- Me dijo -¿Qué pokémon eres tú?

-Soy un torchic, ¡pero seré un poderoso blaziken!- Dije orgulloso de mi mismo

-Entonces, ¿puedo llamarte Tor?- Ella preguntó

-Si...- Yo no sabía que responder, seguía molesto pero ella no le tomaba importancia, lo cual hacia imposible enojarse realmente, las voces de nuestras madres se escucharon entonces comenzamos a retirarnos

-¿Mañana a la misma hora?- Preguntó ella emocionada.

-¡Sí!- Contesté con el mismo ánimo, era increíble la facilidad con la que podía cambiar mi animo en aquella época.

Y así fue como nos conocimos. Recurríamos a este lugar para vernos cada día, siempre haciendo algo diferente, era asombroso, nuestra amistad creció y creció, nos convertimos en los mejores amigos.

Hasta que un día de la nada, mientras caminábamos por ahí, buscando berries, ella se detuvo y yo con ella, soltando un resplandor enceguezador de la nada, cerré lo ojos un momento ´por tan brillante luz, para cuando los abrí, la vi a ella, convertida en algo totalmente diferente, no podía reconocerla, aún cuando sabía que era ella.

-¡Evolucione!- Gritó emocionada -¡EVOLUCIONE!- Empezó a correr de un lado a otro, feliz, aullando y saltando tanto como podía, probando su nuevo cuerpo y la fuerza adquirida por este. Yo por mi parte estaba celoso, y mucho, cegado por esto me aleje caminando, aprovechando que ella estaba distraída, pues ahora que estaba evolucionada no necesitaba a un endeblucho como yo.

Después de un tiempo caminando me detuve cerca un árbol, sentándome en la base bajo su sombra. Pensaba sólito, triste de que ella hubiera conseguido su evolución y yo siguiera siendo un inútil torchic, soltando lagrimas de desesperación y celos, cuando de repente una sensación llego hacia mí, deteniendo mi llanto ¿sería posible? ¿estaba evolucionando? Pero mi sueño fue desbaratado inmediatamente por un fuerte estornudo que emití, soltando algo de fuego, dejándome en claro que eso era lo que sentía, un estornudo, y no mi evolución acercándose, entonces empecé a escuchar un zumbido, que se iba haciendo mas fuerte y constante, volteé arriba mio para ver que aquella flama había alcanzado a un beedrill totalmente, y a una colmena de estos, que empezaron a perseguirme. Salí corriendo, totalmente asustado, aquellas abejas gigantes me perseguían con odio, zumbado tan fuerte como podían. Yo solo seguí corriendo hasta que tropecé y rodé en el suelo, me volteé inmediatamente para ver que todos aquellos bedrills se encontraban justo frente mio, totalmente listos para atacar, cerré los ojos esperando encontrarme con un espectáculo de dolor, pero sus zumbidos comenzaron a desviarse. Abrí los ojos de nuevo para notar como uno era derribado por una sombra gris, distinguí aquella sombra, era poochyena evolucionado, es decir mightyena.

-¡Corre! ¡Yo los distraigo!- dijo ella mientras se mantenía en el centro, derribando bedrills. Hice caso lo mas rápido que pude, dejando que mi miedo me dominara, pero entonces me fije como ella peleaba con aquellos pokemons, siendo valiente, mientras yo corría como cobarde e inútil que me sentía

-¡Ah!- escuché si grito de dolor que ella emitió, despejándome de mis pensamientos y dándome cuenta de que ella había sido rodeada casi por completo.

-¡Déjenla!- grité y me aventé, pero uno de ellos me lanzó de vuelta con un movimiento volador demasiado rápido

-¡Ah!- otro quejido de ella salió del interior de aquella escena

Entré en pánico, no sabía que hacer, quería ayudarla pero no podía, me sentía tan impotente, era yo quien debería estar recibiendo aquella paliza, no ella, ella no había hecho nada malo, fui yo, yo fui quien los molesto, ¿por que ella estaba pagando mis deudas? pero, en medio de mis llantos, desperté, con lágrimas en la cara me lance contra aquellos bedrills aventando una poderosa carga de fuego que los alejo un poco, permitiéndome acercarme a su lado, ella estaba herida, pero con suerte seguía en pie. Frustrado, comencé a soltar "ember" a los bedrills que se acercaban, tratando de mantenerlos lejos, pero eran tantos que era imposible cubrir a Mightyena totalmente. Cuando me descuidé, uno alcanzó a pasar, pegandole a ella, ella se quejó y cayó acostada al suelo, fue entonces cuando salté hacia aquel insecto, sin poder soportar ver como la había lastimado frente a mí, y en medio del aire sentí como una increíble sensación se apoderaba de mí, llenándome de valor y confianza, esa vez estaba seguro de que iba a evolucionar, y que no se trataba de un simple estornudo, cerrando los ojos y dejando que aquello continuara, respiré hondo. Cuando me di cuenta, mis brazos se habían vuelto largos, y mis patas ágiles, ya no era mas un inútil torchic, ahora era un combusken, uno que no podía soportar ver a su mejor amiga herida.

Solté el respiro, liberando un "ember" al bedrill que tumbó a Mightyena, entonces solté un puñetazo que derribó a otro bedrill y por último un "peck" que derribo a un tercero, todo antes de caer al suelo con mis nuevas patas. Y así pasé aquella tarde cuando los dos evolucionamos, derrotando bedrills hasta que todos estuvieron en el suelo, todos incluyéndome. Lo único que recuerdo es que cuando desperté ella estaba acostada en mi regazo, sonriendo, y yo orgulloso de mi mismo y el hecho de poder darme cuenta que ella me seguía necesitando aún cuando había evolucionado.

Ahora ella y yo viajábamos juntos a todos lados, pero yo sabía que aún me faltaba una evolución por cumplir y que ella se quedaría así por el resto de su vida. Razón por la cual siempre dejaba que ella peleara primero, para que alcanzara su máximo poder cuando yo evolucionara, y que ninguno de los dos se sintiera menos, yo conocía eso perfectamente, siempre me sentí menos que ella, y por eso no quería que ella sufriera lo mismo

El tiempo se acercaba, nosotros habíamos dejado de ser niños, y yo podía evolucionar en cualquier momento, lo sentía en mí, yo tenía la suficiente experiencia y las ganas de hacerlo, pero tenía miedo, miedo de que ella me rechazara por conseguir esta meta.

-¿Qué te pasa?- Ella me preguntó, interrumpiendo mis pensamientos

-Yo...nada- Dije distraído, preocupado por ellos

-Sé cuando mientes, y esta es una ocasión, dime que te ocurre- Insistió ella de la peculiar forma que ella hacia,obligándome a contestar con la verdad aunque no quisiera

-Es solo que yo, estoy nervioso...de evolucionar- Contesté yendo directo al punto, esperando que lo mejor pasara

-¿Nervioso? Pero si esta cerca, deberías estar emocionado- Dijo ella, acercándose a mí, nos encontrábamos en un camino de tierra natural en medio del bosque, yo sentado bajo un árbol

-No es por mí...tú...

-No hables- Ella tapo mi boca con la huella de su pata -Sé que no podré evolucionar otra vez, y que tu adquirirás nuevas fuerzas que nunca seré capaz de superar, pero...- Ella calló bruscamente mirando al suelo, sin decir nada.

-¿Pero?- Pregunté, ansioso por saber que era lo que iba a decir.

-¡Te reto!- Fuimos interrumpidos por la voz de un medicham, que cayó desde un árbol hacia frente nosotros.

-¡Vete, no queremos!- Dije inmediatamente, tratando de no perder de lo que Mightyena hablaba y que continuara.

-¡Tú no! ella- Respondió apuntado a lado mio donde mightyena se encontraba

-¿¡Estas loco!? ¡tienes ventaja!- Lo único que quería mientras hablaba era que medicham se largara y nos dejara solo, incluso si tenía que meterle una paliza para ello

-Esta bien- Dijo Mightyena caminando hacia con Medicham -Acepto

-Pero...-Traté de decir algo

-Esta bien, Tor- Me interrumpió -Acabaré con esto pronto

-¡Bien!- Medicham dió un gran salto hacia atrás, alejándose lo necesario para crear la sensación de un campo de batalla de su punto al de Mightyena y así comenzar con la lucha -¡Aquí voy!

Medicham se lanzó con el puño cerrado, directo a Mightyena, ella salto, esquivándolo y colocándose encima de él, entonces cayó en picada, provocando que Medicham cayera al suelo, dio un pirueta hacia atrás dejando que su rival se moviera, Medicham se levantó inmediatamente y se puso en posición de batalla.

-Veo que eres buena, entonces no tendré piedad- Medicham mencionó, dando un gran salto a la rama de un árbol en la cual fijaba a Mightyena. Yo, veía, feliz de que Mightyena hubiera dado el primer golpe, quizás esto si acabaría pronto. Medicham usó "HIgh Jump Kick" directo a Mightyena, ella saltó para esquivarlo, pero en medio del aire, Medicham agarró otra rama sobresaliente, cambiando la dirección de su ataque directo donde estaba ella y golpeándola en el aire, provocando un daño muy grande al derribarla contra el suelo, una cortina de polvo se levantó, tapando la escena. El polvo se disipó rápidamente y justo frente a mis ojos estaba ella, acostada en el suelo sin levantarse, derrotada.

-Parece ser que gané- Medicham dijo presuntuoso

-Ahora sigo yo- Me levanté del suelo, y caminé hasta con Mightyena, quitándola de en medio y recostándola en un montículo suave de tierra.

-¿También quieres perder? Me parece bien- Medicham adoptó su posición de batalla de nuevo y se lanzó contra mi, al igual que al principio, salté esquivandolo y soltando un "peck" que él alcanzó a evadir al empujarse contra el suelo hacia atrás, él sonrió y saltó hacia un árbol -vaya vaya, parece ser que ambos compañeros de viaje van a ser derrotados de la misma forma- Me vio fijamente a los ojos, y sin poder darme cuenta, aventó un "confusion" que pego directamente, dejándome aturdido y con la vista borrosa, él aprovechó el momento y se lanzó con un "high jump kick". Yo solo sentí su pie pegando mi pecho, aplastándome contra el suelo mientras mis fuerzas se iban y la cortina de humo volvia a aparecer, pero en medio de mi desmayó escuche la voz de Mightyena en mis recuerdos, tan clara como si ella misma me los hubiera dicho en ese instante "deberías de estar emocionado".

El humo se disipó, entonces el se acercó lo suficiente a mi para ser sorprendido, lo agarré del cuello tan fuerte como pude sin dejarlo ir, en ese momento fue cuando la batalla cambió, Medicham ya no peleaba contra un Combusken, sino, contra un Blaziken, lo vi directo a los ojos y salté a la rama desde la cual el había caído.

-Una pena que tu vayas a perder con tu mismo movimiento- Dije en tono cínico, use "peck", lanzandolo contra el suelo, después utilice "HIgh Jump Kick" golpeando directamente a mi objetivo y rematando de nuevo con "peck", para cuando Medicham cayó al suelo, estaba desmayado, derrotado.

Regresé con Mightyena y la agarré con mis brazos como si fueran una camilla -Tenías razón, evolucionar es emocionante- Y caminé por el sendero, en busca de un lugar para pasar esta noche.

Unas cuantas horas habían pasado y yo me encontraba cerca del río, encendiendo una fogata con ramas secas y corteza de árbol. Mightyena comenzó a despertar, sacudiendo su cabeza y mirándome fijamente, sorprendida.

-Eres muy fuerte...- Ella mencionó sin apartar su vista de mi

-Recuerdo que dije algo parecido cuando eramos niños- Contesté

-¿A sí? ¿Y cuando fue eso?- Dijo ella feliz

-Cuando nos conocimos- Respondí con una sonrisa, y aunque yo tenía ansias por presumir mi evolución, siempre mantuve la calma, pues ahora eran mas fuertes los deseos de estar con ella, que de notar la fuerza adquirida

-Recuerdo ese día, te caíste a un pozo- Ella se levantó, yendo a lado mió y acostando su cabeza en mi regazo, pues ahora me encontraba yo sentado frente a la fogata con las piernas cruzadas.

-No me hubiera caído si no hubieras hecho trampa al ver donde me escondí- Bromeé acerca de ello sintiéndome realmente bien con ella a mi lado, los dos frente a un fuego cálido.

-Si no te hubieras caído no te hubiera salvado, y nunca...

-¿eh?- Dije intrigado que continuara, volteándola a ver, entonces ella volteo su cabeza hacía arriba, mirándonos fijamente uno al otro, y sin dejar pasar otro segundo, ella levantó su hocico chocando contra el mio, besándonos. Aproveché la situación y empuje su cabeza suavemente contra la mía, para hacer el beso mas largo, dejando que nuestras lenguas chocaran como si se pelearan, enrollándose una con otra totalmente, saboreando como su larga lengua se sentía. Ella detuvo el beso después de un pequeño tiempo, dejando que nuestras bocas se separan lentamente y un pequeño hilo de saliva se fue haciendo mas delgado hasta romperse, marcando el final de nuestro primer beso, el mas exquisito y dulce beso.

-Te amo- Dijo ella acurrucándose en mis piernas de nuevo -Desde que te rescaté en el pozo, nunca hubiera ido por ti, pero lo hice, y eso fue prueba suficiente para..- Detuve sus palabras con un dedo

-Las explicaciones no son necesarias, yo también te amo- Dije, alejando mi dedo de su boca

Ella sonrió honestamente, y yo también, no podía evitarlo, si alguien me preguntara, diría que en ese momento era el ser vivo mas feliz sobre el planeta, y quizás en el universo. Ella volteó su cabeza y sin mas preámbulos sacó su lengua fuera, comenzando a lamer entre mis piernas.

-Ah~- Solté sin contenerme, fue tan de repente que no pude evitarlo -¿Qué haces?

-No hables, deja que tu cuerpo lo haga por ti- Ella continuó.

-Pero...- Yo quería alejarla, pero realmente me gustaba como se sentía, entonces ella me hizo callar, lamiendo mas rápido.

-Solo deja que tu cuerpo lo haga...es lo que quiero...

La punta de aquello que ella buscaba se empezó a asomar de entre mis piernas, volviéndose mas largo y duro con cada lamida que ella hacía, era totalmente rojo, casi tanto como las llamas que yo lanzaba. Ella continuaba, cerrando sus ojos y poniéndolo entre sus dos patas, lamiendo suave y continuamente, ella disfrutaba de cada lamida, como si aquello fuera su dulce favorito y no quisiera que se acabara, movía su cabeza, recorriendo cada punto de eso, sin dejar nada seco, podía sentir como su saliva cubría por completo mi entrepierna, entonces ella bajo en una sola lamida, alcanzando justo abajo de aquello recto y duro, subiendo de nuevo a la punta. Se detuvo un pequeño momento, yo suspiraba en placer, ella sonrió de nuevo, entonces abrió su hocico, introduciéndome dentro de este, lentamente, dejando que mi entrepierna se acomodara sobre su lengua como si esta fuera una suave almohada destinada a dejar reposar aquel miembro rojo que yo poseía. Aquello entro casi completamente, entonces ella empezó a mover su lengua, recorriendo mi miembro otra vez, pero todo al mismo tiempo, mientras soltaba suspiros grandes, se sentía tan tibio, cómodo, era imposible resistirse, así que empuje su cabeza contra mi con ambas manos, obligando a su garganta a formar parte de la acción. Ella aceptó inmediatamente, sin ofrecer resistencia alguna, haciendo lo que ella hacía con su lengua, mas rápido y mejor, la sensación era tan increíble que sin poder contenerme lo deje salir, llenando su hocico totalmente de aquel néctar que solo los machos podemos dar. Ella comenzó a beber de mí como si mi miembro fuera una cascada, podía ver desde fuera como en su garganta bajaba aquel liquido con cada trago que ella hacía. Solté su cabeza y ella abrió el hocico inmediatamente,respirando fuertemente, dejándome ver rastros de lo que había sucedido ahí dentro, pequeños y delgados hilos blancos que se formaban en su dentadura, desde las muelas de arriba a los dientes de abajo, combinados con la dulce saliva que ella poseía.

-Tómame...-Ella dijo sin moverse del sitio, levantando su retaguardia, arqueando su espalda y recargando su cabeza al suelo al igual que las patas delanteras, las traseras se encontraban totalmente rectas, sosteniendo al resto hasta su cola.

Me levanté, totalmente excitado por esta pose, comprendiendo el punto inmediatamente, fui detrás de ella, teniendo una vista magnífica de aquello que la definía como hembra, algo que curiosamente nunca había visto en mi vida, y lo más sorprendente, es que se encontraba goteando, debajo de ella se notaba una mancha, como si agua hubiera caído al suelo. Me acerqué a ella, juntando mi entrepierna con ella.

-¿Estas segura?- pregunte, sin realmente saber que hacer.

-Solo hazlo...-Ella dijo jadeando lenta y suavemente, ansiosa.

Cerré los ojos y agarré su cadera, empujando hacía dentro tan fuerte como pude. Ella soltó un gemido fuerte de dolor y placer, su interior se sentía extraño, era seco y caliente, mas estrecho, totalmente diferente a lo que parecía. Abrí los ojos para notar que el pequeño bulto de ella se encontraba ahí, goteando, y yo, encima de este, traté de sacar, pero era imposible, simplemente estaba tan profundo en ella que era imposible. Mightyena soltó otro gemido casi tan fuerte como el primero.

-Yo...

-Solo...continua...ah~...-Dijo ella entre suspiro, su cuerpo se había tornado tan duro y su mirada mostraba sus deseos por que así fuese, incluso si dolía

Me incliné al frente, recargándome en su lomo suavemente, entonces puse una mano entre sus piernas, tocando aquello que la definía como hembra, empecé a masajear aquel pequeño bulto mientras me movía continuamente hacía adelante y atrás, introduciendo un dedo dentro de este, ella gimió en placer. Era increíble como una hembra podía ser así, una parte de ella era totalmente diferente a la otra. Introduje un segundo dedo fácilmente, inmediatamente ella gimió, aquel pequeño bulto comenzó a succionar ambos, como si quisiera tenerlos totalmente dentro de ella, y sin tener control de mi mismo, lo hice, empuje hacia dentro tanto como pude, sosteniendo su cadera con la otra mano y llenándola de mi una y otra vez por ambos lados, solo escuchaba los gemidos de placer y el gozo que ella sentía. Podía ver como su cuerpo era mio, y yo controlaba sin tener control de mi, ella se movía como yo lo hacía, al ritmo que yo hacía, las dos partes por la que ahora nos uníamos.

Sin aviso alguno y feliz de ello, pude sentir como su entrepierna se llenaba desde dentro, cubriendo mis dedos, mientras ella soltaba el gemido mas grande que nunca había hecho, totalmente satisfecha. Yo continuaba, sacando mis dedos y lamiéndolos, aquel néctar sabía tan bien, era incluso mejor que su dulce saliva, y al momento de saborearlo una vez mas, caí en éxtasis, saturando aquel pequeño y estrecho lugar en el que me encontraba.

Caí hacía el lado y ella conmigo, todavía unidos, ambos jadeábamos totalmente exhaustos y contentos, todavía unidos. La mire una última vez y ella a mi, para sonreírnos mutuamente y caer en un sueño, un sueño cumplido que seguro iba a estar ahí con nosotros para siempre, y mas cuando no durmiéramos.

FIN