De Nuevo guerra... Cap. XVIII

Story by Koori on SoFurry

, , , , , , , , , ,

#18 of De Nuevo Guerra


Bueno, aquí esta la continuación, perdón por los retrasos, pero la inspiración se acaba -.-

Espero que les guste, y continuaré en esta y otras dos historias que por ahí les tengo

Capítulo XVIII

Era una tarde, el vecindario parecía tranquilo, no había ruidos exagerados, no gritos, no escándalos... Erase una tarde pacífica, las nubes del cielo no indicaban lluvia, se movían lentamente, señal de que el viento no soplaba fuerte. El cielo lentamente tornaba su color azul a un naranja... el sol se ponía en el oeste y todas las aves pasajeras buscaban ya su lugar de descanso. Todo estaba tranquilo, los árboles danzaban con la brisa, los habitantes ya se habían calmado, los ruidos de las fábricas cesaban y las plantas empezaban su descanso. Es aquí donde se desarrollan los problemas...

La noche caía lentamente, nadie se daba cuenta de lo que en las casas sucedía, ni en las calles. Mientras el manto nocturno llegaba, dos animales ya planeaban su ataque, uno que llevaría muchas consecuencias.

-¿Ya tienes la soga? -decía uno de los animales, por su apariencia, se diría que era el jefe de los dos: un oso musculoso, lleno de cicatrices en el rostro, su pecho y garras. Él llevaba ropajes oscuros, una camisa delgada y un pantalón muy ajustado.

-Sí -respondió tímidamente el segundo animal: un oso negro, pequeño de altura, comparado con el jefe, de forje normal, vestido de la misma manera que el otro oso, pero él llevaba una mochila en su espalda.

-Estamos en la casa correcta, necesitamos entrar rápidamente y sin tener que matar a nade, ¿entiendes? -dijo en susurros el jefe hacia su subordinado.

-Si amo... -respondió con miedo el osito.

-¡Ya te he dicho que no me llames amo! -Dijo susurrando el jefe, lo más fuerte que se puede susurrar - Llámame jefe, amigo... he...

-Entiendo Jorge... -respondió el osito.

-¡Nunca me llames por mi nombre¡ -dijo colérico el jefe y le dio una gran bofetada que tiro al osito al suelo - Sólo nombres claves... nunca el real... Olvídalo, vamos a comenzar.

El oso pequeño se levantó con lágrimas en sus ojos, pero de inmediato siguió a su jefe que sigilosamente se movía entre los callejones para alcanzar la puerta de la casa. Una vez en frente de esa casa, una casa de ladrillo, de dos pisos, con un pequeño balcón y al parecer, por su techo puntiagudo, un ático. Se notaba un color gris en la casa, más oscuro de lo normal por el anochecer, y en su parte trasera había un patio, donde prendas de vestir para macho se encontraban secándose. Al final del patio se veía una puerta, de cristal y corrediza, dejaba ver una sala de buen gusto, con sillones cómodos, dos lámparas y varias revistas tiradas por los lados.

-Esa es la casa. El objetivo se encuentra en el ático, hay que buscar la forma de entrar sin ser vistos... Si nos vemos obligados, hay que eliminar al que cuida de la casa. ¿Entiendes aprendiz? -susurro el jefe.

El oso asintió con la cabeza y sacó de su mochila una cuerda muy fina que guardó en su bolsillo. Se colocó unos guantes negros y saltó con un poco de dificultad la cerca de la casa. Esperó a su jefe que se alistó de la misma forma, saltó la cerca y ambos sigilosamente caminaron hacia la puerta de cristal. Una vez ahí, miraron hacia el interior de la casa... no parecía que alguien estuviera adentro, se miraba todo tranquilo. Para su suerte, la puerta corrediza estaba desbloqueada, sin seguro. Entraron fácilmente, con sus pasos silenciosos, la mirada atenta y sus máscaras puestas. Inspeccionaron el primer piso, y nada. Subieron las escaleras hacia el segundo, y seguía sin notarse algo. Las luces de la casa estaban encendidas, pero al parecer no había nadie en casa. Se confiaron demasiado, jalaron el cordón que bajaba las escaleras hacia el ático; el jefe empezó a subir, pero cuando el oso pequeño pisó un escalón, una cosa afilada se detuvo en su cuello y una voz seca dijo:

-Detente o tu compañero muere -dijo un oso café, algo relleno de su panza, con una toalla en su cadera sosteniendo una lanza. ¿Alguna idea? ¿No? Pues se trataba de David, aquel Lancero que conoció a Kuma, y que ayudó a atrapar a los maleantes que lo atacaron.

Pese al esfuerzo de endurecer su voz, el jefe no se detuvo y continuó avanzando hacia el ático. David se molestó e hizo una cortada en el cuello del oso menor. Éste, antes de ser dañado, soltó una lágrima al ver que su jefe no se detenía aún cuando él estaba en aprietos. Cayó su cuerpo, sangrando lentamente por su cuello, no podía mover su cuerpo, no tenía control sobre él mismo, empezaba a sentir frío...

El jefe, colérico se volteó con su navaja en mano e intentó herir a David, pero un cuchillo no puede contra un experto en las lanzas. David movió un poco su lanza, de forma de que la punta de ésta quedase en dirección de la barriga del oso. El jefe quitó la punta de la lanza con su navaja, pero al acercarse más, David ondeó su lanza dañando la frente del jefe. Su sangre empezaba a escurrir por su frente lentamente, imposibilitando la visión.

El oso joven, con mucho esfuerzo sacó una venda de su mochila, y según él la lanzó hacia su jefe; pero la falta de sangre le hizo alucinar y realmente la venda la tiró hacia el lado contrario. David reconoció ese último acto de valor: quería salvar a su jefe pese a su vida, le quería más que a él mismo. Para desgracia de David, sus sentimientos no dejaron que los ladrones murieran: vendó de inmediato al joven, deteniendo el sangrado; y luego noqueó al jefe y le puso una venda en la frente... las heridas de éste no eran graves, sólo que la sangre no le dejaba moverse con tranquilidad, ya que la frente es la parte del cuerpo que más sangre despide con una simple herida.

Del ático bajo Gury... ese gato blanco que habían capturado, nada más que ahora estaba más gordo que antes y su cara no mostraba sentimientos.

-¿Venían por ti? -Preguntó David.

-Aunque te responda... no cambiará nada -dejo Gury secamente.

-La verdad gato, es que no los quise matar, a lo mejor los recuerdas.

-El oso grande y fuerte se llama Jorge Saldaña, no te acostumbres a su nombre, prefiere que le llamen jefe o maestro. Entrena ladrones, es uno de los mejores de Albert...

-¿Te refieres a tu "padre"? -Dijo de forma sarcástica David.

-No te burles de él. Te agradezco que me tengas encerrado, pero no te da derecho de ofenderlo. Habla con más respeto cuando te refieras a él.

-Si tanto te amara, habría mandado a estos rufianes días antes o mínimo, a sus asesinas. No las he visto últimamente, pero no me agradaría verlas. La verdad es que me gustaría matar a una de ellas, en especial a esa que casi mata a Kuma... ¿cómo se llamaba? Así Jess... a ella en especial.

-Mi padre no ocupa a ninguna asesina, simplemente con que te torture por lo que me has hecho me basta y me llena. No sabes cuanto deseo verte amarrado en una pared, yo con un látigo golpeando tu gordo trasero hasta quitártelo.

-Mientras "llega" eso espera en tu cuarto, a menos que quieras que mate al "jefe".

-Mátalo. No importa, ha fallado en su tarea y no sirve más, mi padre mandará a alguien a rescatarme pronto, y tú, sufrirás -dicho esto Gury emprendió camino hacia el ático, pero una voz lo detuvo.

-No íbamos... a recatarte... -dijo el oso joven con mucho esfuerzo- Albert... no sabe que... sigues vivo... pero quería... ese bastón que llevas...

El oso continuó escupiendo sangre y se desmayó por completo. El área entera estaba llena de sangre por todo el suelo. Gury... quedó pasmado al escuchar eso. No podía creer esas palabras... "Él no sabe nada... el jefe venía por mí... mi padre me quiere aún" se iba diciendo sin cesar Gury, algo temeroso de que lo quel oso dijo fuese cierto.

David ahora sí tenía un problema... El piso de su casa estaba hecho un desastre, un asco. Sangre por doquier, y encima dos cuerpos de animales agonizando. Decidió llamar a alguien que le ayudase, no a la ambulancia, si no a una amiga. Llamó a Betty. Ella sería capaz de curar a los heridos y de administrarles una droga para no poder moverse, así no tendría que amarrarlos y no se vería violando la ley. Al parecer Betty no llegaría de inmediato, porque según su asistente estaba en una misión... ¿Cuál podría ser? Si leyeron bien, Betty se fue en una misión al Desierto de Cristal, y esa misma tarde estaba regresando a su casa al igual que Kuma, Alex, los magos y los asesinos.

-¿No quieres tener sexo esta noche? -Preguntó Kuma a Alex en camino a su casa.

-Ya te dije que no quiero. Hay que tener sexo cuando se requiera, no cada noche... es que si no... nos vamos a aburrir... -contestó Alex severamente.

-Kuma, déjalo ya -decía Miluda-. El pequeño tigre ya aprendió lo que es la sexualidad, te recomiendo que hagas lo mismo.

-Amor... -reclamaba Betty tranquilamente- Ellos son algo diferentes... quieren tener al mundo a su lado, además. El panda quiere aprovechar que huele como a macho.

-¿Qué me insinúas Betty? -Preguntó Kuma extrañado- Pensé que estabas de mi lado...

-No te ofendas Kuma... pero... tu hedor no es agradable, ya hueles como un panda adulto y a penas eres un joven panda gordito y simpático. Tomen una ducha y descansen, hoy fue un día agotador para todos... hasta para Alex que tiene su espalda dañada.

-Ya no me duele, lo juro.

-No es cuestión de dolor tigre obeso -dijo Miluda-, es cuestión de huesos. Tus huesos son frágiles pese a tu volumen, que es mucho, y está dañado. Te costó la vida, suerte que mi amorcito estaba ahí para salvar tu vida -Miluda empezó a darle a Betty unos pequeños besos mientras caminaban.

-¡Señorita Betty! -Apareció corriendo y gritando una gatita de ojos amarillos, pelaje oscuro y con un vestido rosa de una sola pieza, supongo que con zapatos de tacón- Habló David, me dijo... uff... que la esperaba en su casa, la de él me refiero... deje respirar... Que casi mata a dos rufianes y quiere que los cure y paralice para hacer unas preguntas...

-Gracias Paty, descansa, recuérdame mañana pagarte extra por esto -dijo Betty feliz.

-No debería señorita... es mi trabajo.

-Betty déjame ir contigo -dijo Kuma- puede ser que este involucrado con-

-Nada de ir -refunfuñó Miluda-, ustedes dos a sus casas o a una de sus casa, Betty sabe ir sola y se puede defender, nada de déjame ni que ocho cuartos, vayan a bañarse gordos pestilentes.

Ambos machos no podían hacer nada, Miluda tenía esa cara de enojada que significaba: "Me reniegan, los castro" Así que no tuvieron más opción que irse a sus casas. Realmente Alex quería ir con Kuma, así que le propuso que él iría a su casa por ropa y luego iría a la de Kuma. Pero Kuma se negó, le dijo que si iba a ir, fuera directo, sus padres se enojarían si llegará Alex después, que no habría problema, Kuma le iba a prestar ropa y su colchón. Así que emprendieron camino.

Ahora continuaré con lo que pasó en casa de David. Betty fue lo más rápido que pudo, sola; pues Miluda quería descansar e ir a dormir. Llegó a casa de David en cinco minutos, no estaba tan retirada del lugar donde fue avisada, así que no tardó demasiado. Una vez dentro de la casa, fue a ver a los ladrones. Ambos se veían mal, estaban bañados en sangre, y por las heridas se notaba su gravedad. No eran heridas profundas, pero por la localización tardarían unas semanas en curar. Instantáneamente Betty se puso a curar las heridas, con ayuda de algunos químicos, gasas y vendas. Una vez que los dejó estables, salió del cuarto. Vio un reloj, ya era media noche, se sentía cansada, pero no se quería quedar con David... algo había entre ellos.

-¿Cómo estas? -le preguntó David cuando Betty venía descendiendo las escaleras.

-Bien, ambos se recuperarán en unas semanas, por lo mientras puedes hacerles lo que quieras -respondió Betty tranquilamente.

-No ellos, tú. Hace mucho que no te veo, y me ignoras...

-Ya te dije que no te quiero David, no me correspondes. Accedí a venir aquí para salvar a esos ladrones, no te ilusiones -dijo en un tono severo.

-No me ilusiono... sé que no puedo competir con Miluda, además, mi empleo no me daría tiempo para ti... Ese gato, Gury... está obsesionado con que su padre adoptivo va a mandar a alguien a rescatarlo; pero unos de los ladrones dijo que no venía por él, sino por el báculo que le confisqué.

-¿Qué edad tiene?

-Yo tengo veinte y dos, yo creo que el ha de tener unos diez y ocho o diecinueve años... Esta grande para soñar con su padre... pero no me ha querido decir la historia.

-¿Para que quieres vivos a esos dos? -preguntó Betty.

-Pues... el oso joven dio su último aliento, antes de desmayarse, para intentar salvar a su jefe... De cierta forma siento algo entre ellos... pero la verdad es que ellos han de saber algo a cercas de Albert. Sé que es un rinoceronte que dirige las empresas Gerudo.

-¡Ba! Imposible, esa empresa es exclusivamente de mujeres, no se permiten hombres. ¿Por qué crees que la empresa se llama así?

-Yo lo vi liderando, a lo mejor no era eso, pero el gato sostiene que su "papi" es el jefe de ahí. Tiene en su poder a ocho asesinas, de las cuales, una de ellas quería matar a la familia de Kuma.

-Así que nadie está a salvo hoy en día...

-¿A qué te refieres? -preguntó David con duda.

-Tú te mudaste aquí después de la guerra... Esas asesinas han de tener el nombre y dirección de todos los sobrevivientes de la guerra, pensé que no, pero si atacaron a Kuma, a Miluda, a Pyro, Glacie y a mí, no hay duda que lo sepan. Nosotros los veteranos ya fuimos atacados por ladrones, creo que intentan evitar que participemos en algo... pero, ¿qué?

-Nuestros asesinos han de saber, pero dudo que lo revelen... Mientras, hay que estar a la vanguardia, un descuido y nos matan a todos. Alguien inició ya una guerra, pero esta vez diferente. La semana que ha pasado desde que conocí a Kuma, ha sido la más agitadora. Algunas tiendas de armamento han reabierto sus ventas, patrullas han doblado la seguridad, en mi empleo me pidieron que no me quedara dormido, como si fuese a pasar.

-Es cierto... Me voy, tienes que trabajar en media hora. Mira, esta poción azul se la pones a la lanza si quieres que al cortar tus enemigos queden completamente paralizados, la amarilla sirve para des configurar los movimientos de tus enemigo. Tienes que inyectarles más paralizador cada doce horas a los ladrones, sólo para asegurarte que no se levanten de su lugar.

-Está bien... Cuídate, deja y me alisto para trabajar.

Se despidieron muy secamente los antiguos amigos... algo se notaba entre ellos, sus rostros no mostraban alegría por el reencuentro, pero eso no detuvo la reunión.

Volviendo a casa de Kuma, la pareja se introdujo a la casa con siglo, nadie adentro se dio cuenta. Entraron lentamente, en silencio, intentando no hacer ruido para no despertar a los padres de Kuma. Llegaron al cuarto de Kuma tan sigilosos como un ratón. Una vez ahí, se abrazaron un momento y luego Alex reclamó en voz baja:

-Deberías tomar un baño querido... apestas, y mucho.

-¿En serio? Bueno, pues quiero tomar un baño... pero que valga la pena- Kuma empezó a acariciar el miembro de Alex lentamente y acercó su hocico al de él.

-No, eso no... Báñate, o bañémonos, es que... Hay que quitarnos el sudor, y este olor es hartante. Pero... no quiero tener relaciones hoy... -dijo Alex mientras quitaba la garra de Kuma de sus partes, y alejaba su hocico del de Kuma. Se sentó en la orilla de la cama y se quitó la camisa sudada. Se quedó viendo a su pareja en silencio. Observaba su pelaje negro, como cambiaba a la luz de la luna, como sus ojos resplandecían con esa luz, como el ambiente dejaba un momento romántico y seductor.

-Quiero hacerlo -reprochó Kuma, acercándose a su pareja y quitándose la camisa empapada en sudor. Puso sus partes cercas de la cara de Alex, pero éste se volteó y le ignoro-. Tengo ganas de hacerlo, y se me hace raro que tu no tengas. Siempre me terminando follando cada ve que nos vemos en un cuarto, ya sea de una manera u otra.

-Sí, pero... -comenzó a decir tristemente Alex- Siempre tenemos relaciones y, pues, no vamos a hartar de nosotros mismos. No te dejo tiempo de respirar, apenas terminamos de chingar* y ya quiero más. Pero a ese ritmo, voy a perder el interés... no quiero tener sexo contigo, quiero hacer el amor. Eso implica que los dos queramos y quel momento sea adecuado. Ahora vamos a bañarnos, que apestamos como nunca y tú debes de descansar. Yo estoy bien, dormí mucho hoy, pero el calor me cansó y quiero reponerme.

Kuma no se alejó de Alex. Quería tener relaciones cueste lo que cueste. Se sentó a su lado y metió su pata en el pantalón de Alex y le comenzó a besar. Alex se alejó, se colocó de pie y se quitó el pantalón; se alejó y digo "Me voy a bañar". Abandonó la habitación. Kuma se quedó atónito unos momentos, luego se levantó y se fue al baño con Alex. Abrió la puerta y vio al tigre desnudo, entró y cerró con llave. Se desvistió rápidamente y entró a la regadera seguido del tigre. Le comenzó a besar lentamente en el cuello y le apretaba cariñosamente los glúteos y la cola. Alex se volteó y digo seriamente: "Si me intentas violar, ¡Te cortó!". Kuma se quedó pasmado, no sabía que hacer. Su miembro se paró y sentía ganas de meter su pene en el ano de Alex, pero si lo hacía, lo estaría violando, y si lo hiciera, Alex lo abandonaría. Kuma sabía que Alex hablaba en serio, ya que sus antiguos "novios" lo violaron de una u otra forma y le dejaron, si Kuma hiciese lo mesmo, Alex le dejaría.

El agua caía sobre la pareja. Kuma aguantaba la sensación erótica que el cuerpo mojado de Alex producía en él. Prácticamente Kuma intentaba no penetrar el ano de Alex, pero al estar en su espalda era muy difícil... Cuando se comenzaron a enjabonar, Alex se volteó, miro a Kuma y le talló con más fuerza en las axilas. Luego paso a tallar el cuello, con mucha fuerza. Poco después, se agachó y comenzó a enjabonar la panza de Kuma; Alex sentía el miembro de Kuma en su rostro, pero lo ignoraba, él continuaba enjabonando lentamente, poco a poco, hasta bajar a su vientre y luego a su ingle. Llenó de jabón el miembro del panda, lo vio seriamente a la cara y luego continuó enjabonando las patas. Cuando Alex terminó su emprenda, Kuma empezó a hacer lo mismo, lentamente, intentando no excitarse y perder el control. Realizó las mismas acciones que Alex, pero se detuvo una vez que llegó a la ingle. Kuma veía ese pene, tan gordito, pequeño... ya lo deseaba en su boca, u obtener el semen que debería salir por ese agujero, pero no. ¡Pecador de él, ese momento de lujuria! Sería una lástima perder uno su pareja sólo por una estupidez, pero la razón, ¡oh gran razón! es la única que te puede salvar de esos actos afrentosos.

Kuma se levantó, enjuagó su gordo cuerpo completamente, al igual quel de su novio, se salió, secó con una toalla y se fue directo a su cuarto. Alex lo siguió, pero tomó su tiempo para hacerlo. El tigre se secó lentamente, y una vez que Kuma se salió del baño sin él, se empezó a masturbar. Había sentido excitación, pero sabía que no debía tener relaciones por un tiempo, así que calmó sus ansias con la masturbación de su miembro. Una vez que despidió su semen hacia el bote de basura, se limpió y se fue a con Kuma. Llegó lentamente, y encontró a Kuma tirado en una orilla de la cama, descansando e intentando no quedarse dormido hasta que Alex se acostó a su lado, dándole la espalda. "Buenas noches Kuma, te amo" esas fueron las palabras de Alex antes de caer en un profundo sueño; por su parte, Kuma abrazó a Alex y susurrando le dijo "Yo también te amo querido tigresito relleno... Alex" y, alejando su miembro del ano de Alex, se quedó dormido junto a él.

Por otro lado, Betty llegó a su casa, sin problemas, nadie se le atrevía a acercarse... pero al llegar, lanzó su equipaje al armario, lo acomodó estratégicamente y se fue a su cama. Vio a Miluda dormida, se le acercó, le dio un beso en la frente y fue en busca de su ropa para después de la ducha. Se fue a la bañera, la llenó de agua tibia y se metió al agua. Ahí se quedo, dándose un buen baño relajante. Momentáneamente empezó a enjabonarse con jabones aromatizantes, luego echó un perfume al agua, y al cabo de diez minutos, salió de la bañera. Se secó, se dio un vistazo rápido al espejo y se fue a su cama. Al acostarse Miluda se giró, la vio al rostro y le dijo:

-Ese perfume me excita.

-Pensé que estarías dormida querida, pero, ¿hace cuanto que no nos divertimos juntas?

-Ha pasado una semana, yo creo que es momento -diciendo esto, Miluda se levantó de la cama y se puso sobre el cuerpo de Betty.

-Bueno amada -afirmó Betty y le dio un profundo beso-, es mejor que lo hagamos mañana, estoy cansada.

-¿Te hizo algo David? -preguntó Miluda mientras recorría con su lengua el cuello de Betty.

-No. David no me gusta, no es mi estilo... Prefiero a alguien, con más pecho... que no sea por la grasa, si no natural... de bello cuerpo, bellas piernas, olor agradable... Exactamente como tú, Miluda, amada mía... ¡Bésame!

Después de eso, Miluda comenzó a acariciar las caderas de Betty con sus garras, mientras con su lengua acariciaba su nariz y cuello. Betty se relajó en la cama y abrió las patas; comenzó a acariciar a su pareja en su pecho, de una manera tan erótica y apasionada. Miluda no aguantó más, recorrió sus garras hasta la vagina de Betty y, lentamente, acariciaba los labios de Betty. Ésta, empezó a sentir una gran excitación que no pudo contener y de forma más rápida empezó a masajear los senos de Miluda.

A esos actos le continuaron otros, más excitantes que los anteriores. Ahora, Miluda comenzó a penetrar su garra dentro de la vagina de Miluda, sazonado esto con unos besos embriagantes y unos deliciosos masajes. Betty, por su lado, no dejaba de apretar esos senos, y lentamente, contraía su cuerpo, sintiendo la excitación recorriendo por todo su cuerpo y sintiendo el calor del cuerpo de su amante. Las caricias, los besos, los gemidos, movimientos y demás ademanes se empezaron a frecuentar cada vez más, lentamente aumentaban, lentas, pero de forma constante. Pasando pocos minutos, el orgasmo de Betty se hizo presente; la pareja disfrutó al máximo esos instantes de excitación, los suficientes para dejarles totalmente cansadas en esa mesma posición... así hasta el amanecer...

Bueno, aquí se queda el supenso... gracias por haber leído hasta aqui