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Capítulo 1

I

Orígenes.

Un difícil invierno azotaba el territorio de Alaska, en las montañas habitaba una hermosa loba tan blanca, como la nieve que cubría los árboles, sus ojos amarillos divisaron una cueva, al fin había encontrado donde dar a luz a su camada.

Meses antes, esta loba de nombre Aniu , encontró a un perro de raza "Alaska Malamute" mal herido, el nombre de éste era Balto, según él, venía desde el pueblo de White mountain, pues escapo de unos hombres que lo hacían pelear, para así ellos ganar dinero.

La loba lo atendió de sus heridas y se enamoraron al instante.

En los siguientes días, el perro había vuelto a su lado salvaje, su singular color gris café lo hacían ver como un lobo verdadero, solo que con una complexión pequeña, un día al estar buscando alimento, unos cazadores dispararon al perro creyendo que era un verdadero lobo, ellos al ver que solo era un perro, no lo recogieron y se largaron de allí.

La loba había visto como esos humanos habían asesinado a su amado, una profunda tristeza la invadió y corrió hasta donde se encontraba balto, el perro al verla soltó un susurro, "te amo Aniu", después, de la loba salió un profundo y triste aullido, era el adiós a su amado, de pronto, oyó algo de entre la maleza, los cazadores regresaban, ella no tuvo más remedio que desaparecer de allí, dejando atrás a su compañero de vida.

Ella sabía los riesgos de ser un lobo, Balto los había tomado sin importar, ella seco sus lágrimas y corrió lo más que pudo hasta perder el rastro de aquellos humanos, para ese entonces ella ya estaba preñada de cinco cachorros.

Al llegar a la cueva, se preparo para dar a luz, las contracciones habían empezado y sabia que ya venía el primero, el cubil era excelente para ella y las rocas en el suelo formaban una excelente barrera para cuando los cachorros empezarán a caminar.

Esa tarde la loba dio a luz a sus cinco cachorros, el primogénito tenía un color grisáceo con manchas blancas, a éste lo llamo Ralph, al segundo cachorro, le llamo rex, el tercero era una hembra tan blanca como ella, a la cual llamo sasha, al cuarto lo llamó Luke, y el quinto cachorro era tan pequeño que no resistió el frio y por el esfuerzo, murió al instante de llegar a este mundo, la loba cerró los ojos y soltó una lagrima qué fue a parar a los ojos de su cachorro muerto, en el momento que esto sucedió, un milagro se presento, el cachorrito empezó a respirar y a llorar con gran fuerza, la loba lo tomo con suavidad y lo acerco a una de sus tetillas, el cachorro empezó a comer con gran apetito, la loba sollozando, le dijo al lobezno, "tú hijo mío... te llamarás... Balto".

II

Tragedia

Meses después, los cachorros ya habían crecido y sus ojos se habían descubierto, empezaban a descubrir el mundo que los rodeaba, Aniu no los podía cuidar a todos ya que cuando iba por uno otro se escapaba, para ellos era un juego que resultaba muy divertido.

Al fin llego el momento para enseñarles a los cachorros a cazar, la madre los condujo hasta el bosque, el cual ellos veían asombrados, ella estaba lista para enseñarles todo lo que sabía, de pronto se oyó un gran estruendo, una bala había chocado contra un árbol cercano a Aniu, "¡corran hacia la cueva!" aulló la loba, todos corrieron excepto Luke quien se quedo atrás, se oyó un segundo disparo, el cual si acertó al blanco, Luke cayó al suelo con el pecho destrozado por la bala de alto calibre, su muerte fue instantánea.

La loba regreso por él pero en vano, solo causo que otro disparo le diera en la pierna derecha, el impacto la hizo describir un semicírculo en la nieve, incorporándose con un salto y aullando logro decirle a sus cuatro cachorros restantes que corrieran, aunque sería lo último que diría, pues se escucho otro disparo que callo de golpe su aullido.

Los cachorros, asustados, fueron en busca de su madre, todos excepto Balto que se fue hacia la cueva.

Solo digamos que los cazadores se fueron con las manos llenas esa tarde, "una manada completa" dijo el joven de 20 años, "sí" continuo el otro, "nos darán una buena plata con estas pieles".

Mientras tanto en la cueva, se oía un lastimero aullido, el cual fue escuchado por un ganso que se encontraba haraganeando por esos lugares.

III

Boris, el ganso ruso.

La tarde era agradable en Alaska, a si que a Boris, un ganso joven, que venía de Rusia, se le ocurrió dar un paseo a pie por los bosques, ya que a él no le gustaban las alturas. Su lugar de residencia era un barco pesquero en las afueras de un pueblo llamado "nome", esta vez a él se le ocurrió dar un paseo por el bosque porque un fuerte presentimiento inundaba su mente, no sabía exactamente que era pero tenía una necesidad muy fuerte de ir al bosque.

Al andar por esos lugares, encontró algo en el suelo, manchas de sangre fresca esparcida por el suelo y junto a ellas unas huellas de humano que daban al sur. "cazadores en el territorio de Aniu... esto debe ser malo." A lo lejos oyó algo así como un aullido, pero parecía el de un cachorrito, se apresuro hacia donde éstos lamentos provenían, y en efecto dentro de una cueva encontró a un hermoso cachorro, el ganso se dio cuenta de que no era un lobo del todo, pues había visto a muchos perros en su vida, este cachorro tenia las patas y el hocico de un lobo pero lo demás parecía de un perro común de Alaska, excepto por su pelaje gris, si lo veían de lejos podría parecer un lobo, pero de cerca se veía más como un perro, sus ojos tenían un color no habitual, color naranja, tal vez por parte de su padre. El ganso calmó al cachorro, el ya sabía hablar un poco, así que le pregunto que donde estaba su madre.

? dime amiguito, ¿Cómo te llamas?

?Yo... yo ?dijo tímidamente?me llamo balto.

?y dónde esta tu madre hijo.

?no lo sé señor... tengo mucho miedo...

? ¿Qué pasó hijo?

?no lo sé señor... se oyó un gran ruido y solo corrí hasta aquí, pero mi mami no volvió...

El cachorro se acurrucó en las patas de Boris y con voz débil dijo, "mami, donde estás." Él lo abrazo con fuerza y le dijo tiernamente, "no tengas miedo hijo mío, yo te cuidaré" y pensó para él mismo, "él es hijo de Aniu, la sangre que encontré allá abajo, debe ser de ella y de los otros cachorros, por eso es que sentí ese deseo de venir aquí..."

?desde ahora yo te cuidaré, ?dijo el joven ganso. ?tu madre me mando a por ti, para decirte que te amaba y que ya no estará más contigo... ?diciendo eso el cachorro se puso a llorar ?...pero no te preocupes amigo, ella seguirá en tu corazón y estará cuidándote desde donde quiera que esté, ahora, vámonos a tu nuevo hogar.

En el camino a nome, Boris le contó a balto el por qué de su tragedia, le dijo que si quería honrar el nombre de su madre, la cual era un alma pacifica y noble, no debía odiar a los humanos, si no, quererlos.

Al llegar a su nueva casa, balto pregunto el por qué conocía a su madre.

?Tu madre y yo, éramos buenos amigos, verás, un día yo estaba dando un paseo por el bosque, buscando qué comer, te diré que yo le temo a las alturas y nunca en mi vida he volado, así que siempre camino a donde quiera que voy. Estaba caminando cuando un lobo gris se me acercó diciendo que iba a comerme, yo asustado me eché a correr como de costumbre, en eso, tu madre apareció dándole un fuerte golpe al lobo malo en sus costillas, dio un aullido fuerte anunciando su territorio, y el lobo se fue, pero yo aun estando un poco asustado le dije a ella "ahora tu me comerás", y ella con su voz cálida me dijo "no, ganso tonto, tú te mereces la vida, y no como nada que vuele..." eso ultimo lo dijo con un tono burlón. Me acerque a ella, extendí el ala para saludarle, y ella regreso el favor lamiéndome el ala, "dime ganso, porque no huiste de mi como todos." Me dijo, y conteste que en ella había algo que me hacia confiar, eso le agrado y me dijo que tener un ganso como amigo seria excelente, fue extraño de algún modo, pero su amistad me hizo ver muchas cosas de las que yo no sabía acerca de los lobos y su forma de vida. Bueno hijo será mejor que duermas, mañana te espera un nuevo día.

IV

Nome.

Los días pasaron y el cachorro se convirtió en un hermoso espécimen de perro-lobo, sus manchas de nacimiento habían desaparecido dejando un reluciente pelo color gris oscuro, mientras en sus orejas permanecía un color café grisáceo, había crecido mucho en estos meses y contaba ya con once meses de edad.

Balto se encontraba en el bote cuando le preguntó a Boris "¿Por qué no me dejas ir al pueblo?", el ganso tratando de convencer al aun cachorro, le dijo, "mira Balto el que no haya querido que fueras al pueblo no es porque no quisiera que tengas amigos, sino por que los humanos son seres muy extraños, ellos no dudarán en lastimarte si te acercas a sus casas, pues tu hijo, pareces un lobo."

? Pero, Boris, tú mismo me dijiste que debo estar orgulloso de lo que soy ¿no?

? sí, hijo, debes de estarlo, pero también quiero que estés seguro, no quiero que te pase lo que a tu madre.

?ay vamos, ya sé cuidarme solo, además, también soy un perro, no creo que los humanos sean tan malos.

?bueno, hijo, pero en la primera señal de hostilidad, corres inmediatamente hacia aquí, ¿entendido?

? ¡si tío!

El cachorro no dio tiempo de que Boris terminara cuando ya estaba corriendo hacia el pueblo. Balto entro a la ciudad por la calle principal, viendo, al principio, todas las casas y establecimientos. Boris le había dicho que ahí había establecimientos donde vendían carne de otros animales y diferentes "artefactos humanos", él atendiendo las palabras de Boris no se acerco a los edificios, los humanos le veían, algunos con miedo y otros confundiéndolo con un simple perro. Un humano se acerco, balto olio algo repugnante en él, era el olor del licor, algo desconocido para balto, el hombre ebrio, grito a los habitantes "¡un lobo!, la bestia más sangrienta, ¡échenla de aquí!, algunos de los habitantes no pusieron atención al borracho, pero algunos otros sí.

Otro hombre se acerco alejando al borracho del perro, este hombre acarició al cachorro y viendo que este no le hacía nada para defenderse, solo le lamia las manos, anuncio a todos los demás: "este, señores, es un ejemplar de perro - lobo, es pequeño, ha de tener entre 10 a 11 meses de edad, es probable que haya nacido o vive cerca de aquí sin que nos diéramos cuenta, de hecho, me recuerda a un perro que vivía en el otro pueblo cerca de aquí, Balto, creo que deberíamos llamarle así, él no los atacará amenos que ustedes le den motivos para hacerlo, eso sí se los aseguro, listo amiguito, -le dijo al perrito- puedes irte."

El perro, un poco temeroso, se fue corriendo, el hombre que lo había visto y se llamaba Henry, el veterinario del pueblo.

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V

Steele

Balto llego a una pequeña callejuela en la cual divisó a un grupo de perros, eran Nikki un ejemplar de Alaska malamute de pelo café un poco obeso, Kaltagg otro Alaska de pelo corto con tono amarillento y con una gran mancha en el ojo izquierdo y por último, Star, un poco más pequeño que los otros y un poco tonto.

Y frente a ellos un hermoso ejemplar de Alaska malamute, pelo negro y sedoso, pecho blanco, ojos azules de mirada firme y maliciosa, un collar ancho en el cual estaba grabado "Steele" con letras de molde.

Balto los vio y se acercó a ellos con la esperanza de hacer amigos, y les pregunto "¿Qué hacen?", los amigos de steele se le acercaron amistosamente, pero steele les detuvo. "esperen... ¿Quién eres y qué haces aquí niño?"

"¿niño?" dijo balto y continuando "pero si somos casi de la misma edad" dijo con la seriedad que le caracterizaba.

Steele le respondió con otra pregunta "¿Qué raza eres?

Y balto levantando la cara mostrando orgullo de lo que era contesto:

-Soy un Perro-Lobo

• ¿Un qué?... ¿Mestizo? Jajaja... ¡eres un mestizo! -Dijo en tono burlón - no se le vayan a acercar, no les vaya a pegar lo feo... jajaja

• ¡Oye! No tienes que ser grosero...

• ¿yo?, pero si el grosero eres tú por aparecerte por aquí y asustar a la gente.

Balto se enojó y se acercó gruñendo, steele al ver que se había enojado, le dijo a los otros "ataquen", ellos empezaron a gruñir y ladrar, en vez de soltarle mordidas, le empujaron varias veces haciéndolo caer al suelo, con el orgullo herido balto no tuvo más remedio que salir corriendo de ahí.

Steele dejó ir a balto, mientras ellos se burlaban y soltaban carcajadas al ver como corría despavorido... "jajaja ese mestizo nos divertirá todos los días... jajaj"

VI

Jenna

Balto salió corriendo después de esa humillación, se detuvo en un callejón y empezó a llorar en voz baja, de pronto una voz femenina le pregunto:

-¿por qué lloras?...

Se detuvo y observándolo bien dijo...

-¿tú eres balto?... verdad.

Entre sollozos Balto contesto

-sí, y tu quien eres... ¿vienes a burlarte también?

-no -contesto la perrita - no me burlaría de alguien que tiene sangre de lobo.

-¿c-cómo te llamas?

-mi nombre es Jenna, escucha Balto, lo que hizo steele estuvo mal, por lo visto eres nuevo en el pueblo y no sabes quién es él ¿verdad?

-no...

-Él es el perro más veloz de nome, es el campeón más joven en trineos de perros y también esa es la razón por la que es así, está muy mimado y odia a los mestizos.

-Pero yo no le hice nada...

-lo sé pero es un grosero y mal educado, a todo que no es de sangre pura le trata así... y aun así algunos los trata mal, por ejemplo a star...

-¿y tú eres... su novia?

-no, claro que no, solo soy su amiga, digamos que no es mi tipo... deja de llorar Balto, tienes unos ojos muy lindos.

-Gracias, tu t-también eres muy hermosa.

Jenna se sonrojo un poco y dijo -gracias... te gustaría ser mi amigo, yo estaría encantada de tener a un perro-lobo como amigo.

-por supuesto.

Y así balto conoció al amor de su vida, solo que nunca se lo dijo, ella le pidió que se anduviera con cuidado, y que solo cuando steele no estaba podían hablar, ya que este malamute era de temperamento explosivo y si él los veía juntos le podría hacer daño. Balto se quedó contento con ella aun así, desde entonces balto iba con frecuencia al pueblo, tanto, que conocía lugares ocultos y escondites para poder ver de lejos a su amada, ya que steele nunca le quitaba la vista de encima, Balto sabia atajos, escondites y ya no le daba miedo ninguna casa ni establecimiento ya que podía entrar y salir sin ser visto.

A pesar de esto, balto nunca robo ni atacó a ningún humano.

VII

Kegluneq y las luces del norte

Un día al estar merodeando cerca del hospital de nome, balto entro en la sala de calderas, encontró abierto uno de los conductos de mantenimiento, los cuales dan hacia los yacimientos del hospital, donde pasan las tuberías y cables eléctricos, se preguntó que qué habría allí abajo y entro, a primera estancia vio que estaba viejo y había telarañas por todos lados, al entrar más hacia el fondo, observó una luz y se preguntó que qué podría ser.

Al llegar ahí quedo sorprendido al ver una réplica exacta de las luces del norte en una pared y a un perro de raza Husky siberiano viendo aquella belleza.

El perro no perdía detalle y dio un suspiro, cuando sintió que alguien más estaba en el cuarto saludo amigablemente.

-Hey, hola amigo -dijo el husky

-hola, ¿Qué es todo esto?

-este es el lugar por el que viajé más 1000 kilómetros desde mi casa en Canadá, tarde más de 2 años en llegar aquí... y por fin lo logré.

-¿en serio?

-por supuesto... ¿tú vives aquí y no lo sabias?

-no... soy nuevo también.

-oh... acompáñame a verlas un poco más

Balto se sentó a lado de él y el husky amablemente le pregunto.

-¿Cómo te llamas?

-mi nombre es Balto.

-un placer conocerte balto, Soy Kegluneq... por lo visto no eres del todo un perro... ¿o sí?

-no... soy un perro-lobo, ¿Cómo lo supiste?

-primero, eres más grande que un perro normal, me sorprende que hayas cabido por la puerta... en segunda, me hablaron de ti allá afuera, dijeron que había un perro-lobo suelto y que me cuidara, que le llamaban balto... jaja, por lo visto no eres nada temible, y además yo aprecio a los lobos, ya que me ayudaron a cruzar el país.

-¿conociste a los lobos?

-oh si, son buenas creaturas, su vida está basada en jerarquías... me encontré con un clan llamado el "clan de la montaña"... no recuerdo el nombre del alfa pero era buen lobo, me alegra que fuera amable o me hubieran hecho pedazos, literalmente... oye soy nuevo aquí también, ¿te interesaría ser mi amigo?

-claro, por qué no.

-bien, lo somos desde hoy, mira a tu derecha...

Balto volteo y miro muchas botellas rotas en la cima de una montañita de tierra, las cuales les daba directamente la luz de una lámpara de petróleo del dormitorio sobre sus cabezas, en el cual había una ventila en el suelo, por donde pasaba la luz.

-oh, así que ese es el secreto.

-si... míralo bien, las botellas representan el casquete polar, la lámpara el sol y está acomodado hacia el norte... esa mi amigo es la representación de la aurora boreal.

-es asombroso y hermoso.

-lo es.

El perro se le quedo viendo y balto se sintió un tanto incomodo, y volteo la mirada un poco.

-lo siento, no quería...

-no pasa nada, no te preocupes.

-verás amigo, no es muy usual que lo diga así de pronto y menos a quien apenas conozco, pero... soy gay.

-ya veo... no te preocupes.

-quiere decir, ¿que no estás molesto, ni me rechazarás?

-no, todo mundo es diferente y tiene derecho a ser como quiera.

-siento haberte incomodado, no volverá a pasar, salgamos de aquí...

-bien, te sigo.

Ambos salieron por la puerta del hospital y balto se apresuró a preguntar.

-¿y ahora que harás?

-bueno, no lo sé, al mundo no le gustan los perros gay... ni nada por el estilo, cumplí este sueño y además hice a un amigo que no me rechazo por ser lo que soy.

Balto le sonrió y le regalo una caricia.

-¿por qué lo hiciste?

-solo quería mostrarte que no estoy arrepentido de ser tu amigo.

-gracias balto.

-ven conmigo, te mostraré mi hogar.

Después de jugar un rato al lado del bote se sentaron a platicar sobre qué sería de la vida del husky.

Kegluneq llegó a la conclusión que lo mejor era irse, ya que ser un nómada era mejor que vivir rodeado de personas que lo pudieran maltratar, balto le dijo que era lo mejor, y que además en nome no estaría a gusto por un perro llamado steele.

-sabes balto... en otros lugares oculte que era gay para poder pasar desapercibido, pero... esta vez fue extraño, te dije lo que era, te confié el secreto sin saber qué harías, llámalo instinto o intuición, pero me diste la confianza.

-gracias, eres amable, y bueno eres guapo no he de negarlo, pero a mí me gustan las perritas y mi corazón pertenece a una.

-ya veo... si, así es siempre con los chicos guapos e interesantes, jaja.

-seguro encontrarás a alguien.

-sí, ojalá.

-no te entristezcas amigo, debes pensar a donde te dirigirás, es verano y Alaska es muy hermoso en el verano.

-eso si lo sé... gracias por ser mi amigo balto, jamás te olvidaré y espero volver a verte en un futuro.

-no es nada mi amigo... tengo una maravillosa idea, ¿Qué tal si te acompaño hasta White mountain por el camino del bosque?

-suena bien, ¿tienes tiempo?

-claro, solo que un tutor muy protector... vámonos ahora que no está.

-jaja...bien

Ambos corrieron hacia el bosque como los grandes amigos que eran, de cuando en cuando chocando el uno con el otro jugueteando.

Las jugadas del destino a veces suelen ser horribles, a veces te da para volver a quitarte...

Al adentrarse más al bosque, oyeron pisadas y unas voces muy tenues...

-oíste eso... -dijo balto

-no amigo ¿qué es?

-humanos... a nuestra derecha, lejos...

-te ves asustado... ¿Qué pasa? ¿Hay peligro?

Balto recordó el olor de la pólvora y un fuerte estallido resonó en el bosque, ante esto salió del trance y le dijo a su amigo, "¡corre!".

Kegluneq corrió todo lo que pudo detrás de balto.

-balto espera, no tan rápido... balto... balto.

Balto estaba muy asustado y no paraba de correr,se oyó de nuevo otro disparo, volteo para ver a su amigo... lo vio a los ojos, los cuales iban perdiendo su brillo, su amigo cayó al suelo y el viéndolo como caía y la sangre vertiéndose en el suelo, el disparo salió de no sé dónde para impactarse contra su pecho, balto, se dirigió a él, los humanos estaban lejos pero habían atinado con un rifle de francotirador.

-Balto... amigo...

-no gastes energía Kegluneq...

-amigo, me voy... vuelve a casa... te quiero.

se levantó un poco y lamio el hocico de balto, regalándole un beso... y después cerrando los ojos dio su ultimo suspiro.

• Kegluneq!.... Kegluneq!

Ya no respondió, balto se volvió a toda prisa y se ocultó, los humanos llegaron y vieron el cuerpo de Kegluneq, pero lo despreciaron al ver que era un simple perro.

Balto, pensó para sí mismo "¿por qué el destino juega así de sucio en ocasiones?"

Sintió la caricia del viento en su pelaje y un susurro que decía "así es la vida hijo mío..." pensó que estaba alucinando y dejando caer una lágrima corrió hacia Nome.

Al volver a casa, Boris lo reprendió, pero este al ver que estaba triste le pregunto que qué pasaba, Balto conto todo la historia y Boris abrazó a su hijo, "pobre muchacho" dijo Boris.