Mercenario 3

Story by Nahualmorph on SoFurry

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#3 of mercenario


MERCENARIO 3

Por: NAHUALMORPH.

ADEVERTENCIA: Igual que en las dos primeras partes, esta historia contiene escenas de sexo entre personajes antropomórficos machos, si no quieres o no deberías leer esto, simplemente no lo hagas.

La taberna estaba en silencio por primera vez, las voces de las tres figuras se escuchaban claramente, el lugar estaba cubierto en penumbras, sus caras apenas podían distinguirse, el lugar parecía estar totalmente vacío.

"Entonces esta muerto" dijo uno de ellos, un dragón negro que vestía una armadura de batalla.

"Debe ser" dijo el otro, una hiena rayada. "ya pasaron ocho semanas, dijo que regresaría en seis, y por lo que he escuchado de el, siempre hace su trabajo en el tiempo exacto."

"Nuestro trajo no permite errores" dijo un enorme oso negro sentado junto al dragón "Y Nahual era conocido por ser de los mejores"

"También lo era el objetivo" dijo la hiena tomando un trago de cerveza "Ustedes dos deberían agradecerme por darles la oportunidad de probar que son mejores que ellos."

"Te agradeceremos cuando regresemos por el resto de la paga" dijo el dragón incorporándose, seguido por el oso "regresaremos en tres semanas"

Los dos furs comenzaron a caminar hacia la salida, el oso se detuvo y volteó para preguntar.

"Solo una pregunta, ¿Por qué quieres los genitales del dragón?"

"Quiero un adorno para la mesita de te que hay en mi sala" dijo la hiena "Ahora vayan, y no me fallen"

Jarhed bebió otro trago y su mente comenzó a divagar, llevándolo al pasado.

Acababa de cumplir 18 años, habían pasado dos semanas desde que se fue de su casa, estaba caminando por un camino polvoriento, su dinero y sus provisiones se habían agotado hace dos días. Bueno, al menos ya no estaba en su casa. Su madre se había entristecido de verlo partir, su padre, bueno... su padre no estaba ahí.

"Aun tiene a mi hermano" pensó Jarhed "siempre lo prefirieron a el, ahora ya estoy fuera del camino"

Jarhed vio que había alguien sentado en una roca a unos cuantos metros del camino, era un lobo, no parecía prestarle atención a Jarhed hasta que pasó junto a el.

"¿A dónde te diriges amigo viajero? Preguntó el lobo.

"Por que ha de interesarte mi destino?" preguntó Jarhed, dudando un poco.

"Tranquilízate joven amigo, únicamente deseo viajar contigo, al menos hasta el siguiente pueblo, los caminos son peligrosos y has seguridad en los números."

"Lo siento" se disculpó Jarhed "No he tenido mucha suerte últimamente, voy hacia Summerfield, siéntete libre de venir conmigo"

Ambos comenzaron a caminar.

"¿Cuánto tiempo llevas viajando?"

"Unas dos semanas" contestó la hiena "Por cierto, mi nombre es Jarhed"

"Darien" dijo el lobo "he estado vagando por casi cinco años"

"Wow, ¿Y como es? Vivir en el camino" Preguntó Jarhed

"No está mal" dijo el lobo "ves muchos lugares, conoces gente interesante, aprendes mucho, y a veces te diviertes con el ocasional paseante entupido..."

De pronto, el lobo empujó a Jerhed fuera del camino y la hiena cayó en los brazos de otro lobo que ni siquiera había visto. Los dos lobos arrastraron al asustado Jarhed por el bosque hasta un pequeño claro donde había un tercer lobo sentado sobre un árbol caído.

"Buena presa" dijo el lobo mayor a los otros dos "tráiganlo aquí"

Arrojaron a Jarhed y este cayó de rodillas frente al lider, los otros dos comenzaron a revolver sus pertenencias.

"¿Qué es esto? ¿Qué están haciendo?"

"Eres un poco lento" dijo Darien sonriendo "somos ladrones, asaltantes, y tu mi amigo, eres la primera presa del día."

"Por favor" suplicó Jarhed, "no tengo dinero, no tengo nada"

"Que mal" dijo el líder avanzando hacia la hiena "Porque vamos a sacar una ganancia de ti, de una forma u otra. Darien, Walter, prepárenlo"

Los otros dos lobos levantaron a Jarhed y comenzaron a rasgar sus ropas.

"Esperen, no!" Jarhed trató de pelear, pero la joven hiena no era rival para dos experimentados peleadores, pronto se encontró desnudo en el piso y con su cuerpo lleno de golpes.

"debiste haber cooperado un poco mas" dijo Darien.

El líder se acercó a Jarhed, también el estaba desnudo, Jarhed vio que la punta de la verga del lobo comenzaba a salir de su vaina. Walter acercó una daga a la garganta de la hiena.

"Chupa o muere, tu elijes"

El líder acercó su semi rígido miembro y tocó los labios de JArhed, quien comenzó a chupar.

"No parece tener problemas con eso" dijo el lider "apuesto a que es un levanta colas"

Darien se movió detrás de Jarhed y comenzó a acariciar las nalgas de la hiena.

"Solo hay una forma de averiguarlo"

Jarhed sintió algo que presionaba contra su culo, inmediatamente supo lo que era y apretó su cuerpo.

"Si haces eso, solo te dolerá mas" dijo Darien.

Jarhed se relajó lo mejor que pudo y el lobo lo penetró, la hiena gimió de dolor y continuó chupando el pene que estaba frente a el.

"Tenias razón" dijo Darien al líder tocando entre las piernas de Jarhed "Es un levanta colas, el cabrón la tiene dura como roca."

Darien comenzó a masturbar a Jarhed, Darien tenia razón, Jarhed era un levanta colas, esa era la principal razón de las constantes peleas con su padre, era por eso que se fue de su casa. Jarhed decidió arriesgarse y comenzó a acariciar la entrepierna del lobo que sostenía la daga contra su garganta.

"Parece que está impaciente por complacernos" dijo el líder "démosle lo que pide"

Walter se bajó los pantalones e inmediatamente Jarhed comenzó a masturbarlo. Darien y el líder comenzaron a arremeter con mas fuerza. Cuando Jarhed sintió el nudo de Darien, rápidamente comenzó a acariciar los testículos de Walter. El lobo tembló y retiró la daga unos centímetro de la garganta de Jarhed. Jarhed mordió la verga del líder y al mismo tiempo aplastó los testículos del otro lobo, levantó su cabeza y golpeó a Darien en el hocico, luego los empujó a todos y corrió por su vida.

"Carajo! Demonios! Atrápenlo!" gritó el líder entre gruñidos.

La persecución comenzó, la joven hiena corriendo desnudo y ruidosamente, lastimando su piel con las ramas bajas y los arbustos y cayéndose de ves en cuando, y la manada de experimentados cazadores, rápidos y silenciosos. Justo cuando Jarhed pensó que los había perdido, Darien cayó encima de el y lo arrojó al suelo.

"Eso no fue muy inteligente" dijo el líder apareciendo entre los arbustos.

Darien le permitió a Jarhed incorporarse solo para que pudiera recibir un golpe del líder, el impacto envió a Jarhed contra un árbol, estaba demasiado débil para intentar cualquier cosa, solo cerró los ojos y esperó.

"¡Déjenlo ir!" dijo una voz entre los árboles

Los tres lobos buscaron en todas las direcciones, tratando de averiguar de donde venia la voz.

"¿Quién eres?" gritó el líder.

"Si se van ahora, prometo no lastimarlos"

"Sal maldito cobarde, para que podamos darte una paliza" dijo Darien.

Un dragón salio detrás de un árbol justo a un lado de el, Darien volteó y todo lo que podía ver era un amplio pecho cubierto con escamas rojas, levantó su mirada hasta que se encontró con la del dragón, un ojo era café y el otro azul, la mirada del dragón era penetrante, pero de alguna forma, calmada, el dragón solo llevaba un par de pantalones.

"Ultima oportunidad" dijo "Váyanse, ahora"

Darien trató de golpear al dragón en la cara, pero el dragón tomó su brazo detrás de la muñeca, apretó con fuerza y los otros lobos escucharon en sonido de los huesos rompiéndose, el grito de Darien fue silenciado por una mano escamosa golpeando su pecho, el cuerpo del lobo se levantó en el aire por el impacto y cayó inconsciente a unos cuantos metros. Los otros dos lobos atacaron, el dragón se movió como un relámpago y atrapó a Walter por el cuello, arrojándolo contra un árbol. El líder atacó al dragón por la espalda y logró golpearlo en las costillas, sin embargo, esto no pareció afectar al dragón y rápidamente usó su cola para atrapar la pierna del líder. El dragón levantó su pierna derecha y golpeó al líder justo en la cara, ahora los tres lobos estaba inconscientes, igual que la hiena.

Jarhed abrió sus ojos lentamente, se dio cuenta de que aun estaba en el bosque, su cuerpo estaba cubierto de vendajes y hojas en algunos lugares, también se dio cuenta de que habían limpiado su cuerpo y estaba cubierto por una pequeña sabana, la hiena trató de incorporarse y lanzó un quejido de dolor.

"Tómalo con calma, aun estas lastimado" dijo una voz a su derecha.

Volteó y vio a un dragón sentado junto a un árbol cercano, las escamas de su pecho y abdomen eran de un color rojo rubí, el resto de su cuerpo estaba cubierto por escamas de un color café rojizo. Jarhed aun estaba a la defensiva, así que trató de incorporarse a pesar del dolor.

"Tranquilízate amigo mío, no voy a lastimarte" dijo el dragón comenzando a caminar hacia la hiena.

"El ultimo fur que me dijo eso trató de violarme y matarme"

"No tienes razón para confiar en mi, eso es cierto" dijo el dragón mirando a Jarhed tranquilamente "pero piensa, ¿Por qué me molesté en limpiarte y curar tus heridas? ¿Por qué te traje hasta aquí?, escucha, puedes irte en el momento que quieras, pero seria una lastima desperdiciar el caribú que acabo de cazar."

El estomago de Jarhed gruñó por la sola mención de comida.

"no tengo muchas opciones, ni siquiera se donde estoy"

"No estamos lejos de donde te encontré, el camino a Summerfield está a dos horas hacia el este" dijo el dragón y recogió un par de pantalones y una camisa y se las entregó a la hiena. Ten, no me molesta la desnudez, pero tal ves a ti si, así que usa esto"

Jarhed se dio cuenta por primera ves que estaba desnudo bajo la delgada sabana, vio que el dragón se inclinada y comenzaba a encender una fogata.

"¿Cuál es tu nombre?" preguntó Jarhed.

"Grekko" dijo el dragón sin apartar sus ojos de las llamas recién creadas.

"Gracias por ayudarme Grekko, yo soy Jarhed"

Jarhed terminó de vestirse y se sentó junto a Grekko. Comieron en silencio mientras la noche se aproximaba, Grekko quería preguntarle a la hiena como había terminado con esos lobos, pero Jarhed se veía muy cansado, Ali que decidió que era mejor dejarlo descansar.

"Escucha, se hace tarde, me voy a dormir, eres libre de hacer lo que quieras, pero te sugiero que descanses esta noche, puedes continuar tu viaje mañana"

Greco se incorporó y se acomodó para pasar la noche en una pila de hojas bajo un árbol. Jarhed reflexiono por unos momentos, aun tenia sus dudas sobre el dragón, pero no tenia mucho de donde elegir, sin dinero, comida o pertenencias no había mucho que pudiera hacer, finalmente decidió quedarse con Grekko. Tres horas después, Jarhed aun estaba despierto, presa del nerviosismo, volteó hacia el lugar donde Grekko estaba dormido. El musculoso pecho se expandía y contraía rítmicamente con la respiración del dragón. Jarhed se incorporó lentamente, vio una bolsa junto a la fogata, la hiena la recogió y miró dentro, contenía varios objetos, unas cuantas botellas, algunas llenas con un liquido, algunas con polvo, habia unas cuantas raíces, un saco con monedas de oro y una daga. Jarhed volteó a ver a Grekko, el dragón roncaba ligeramente. La hiena tomó el saco y la daga, después volteó a ver al dragón de nuevo. Jarhed sintió algo calido y tranquilizante solo por observarlo. Nunca se había sentido así antes, había algo en Grekko que lo hacia sentir seguro, regresó el dinero a la bolsa, pero decidió quedarse con la daga. Al siguiente día, ambos estaban en el camino a Summerfield, habían caminado en silencio total toda la mañana, hasta que Grekko habló.

"esa daga no te ayudará mucho, tal ves podamos comprar una espada en Summerfield"

Jarhed se sonrojó cuando se dio cuanta que el dragón sabia que el había tomado la daga.

"Puedes quedártela si te sientes mas seguro."

"¿No quieres saber por que actúo así?" preguntó Jarhed.

"De hecho, si, pero se que no es fácil ganarse la confianza de alguien, podrás decírmelo cuando te sientas listo para ello."

"Gracias" dijo Jarhed "Por todo"

Dos días después, estaban en la entrada de Summerfield.

"Bien..." dijo Grekko "aquí estamos. Nunca me dijiste por que venias aquí"

"Escuché que era un buen lugar para vivir, así que decidí intentarlo" dijo la hiena "¿Y tu?"

"Vine a visitar a un amigo, después continuaré hacia el reino de Kalorath. Tengo una pregunta. Todas tus cosas fueron robadas. ¿Cómo vas a tener un buen comienzo si todo lo que tienes es la ropa que llevas puesta?"

Jarhed bajó su cabeza.

"No lo se, no tenia mucho para comenzar, supongo que tendré que improvisar algo."

Grekko pensó por un momento, luego dijo:

"Escucha, tal ves pueda ayudarte, hablaré con mi amigo y veremos si puedes quedarte con el, tengo dinero mas que suficiente para ayudarte a iniciar algún negocio"

"no se que decir, eso es mucho"

"Considéralo un préstamo, ya que te hayas establecido, podrás pagarme algo. Busquemos un lugar para pasar la noche y veremos a mi amigo mañana."

Jarhed estaba admirando la enorme sala donde estaban, Grekko había decidido pasar la noche en una de las posadas mas lujosas.

"Lo siento señor, pero es todo lo que tenemos" dijo una delgada pantera detrás de la barra de recepción. "Puede intentarlo en otro lado, pero le aseguro que encontrará todas las posadas llenas en esta temporada"

"De acuerdo, la tomaré"

"No se arrepentirá señor, es la mejor habitación que tenemos"

Grekko le hizo señas a Jarhed para que lo siguiera y ambos subieron por las escaleras.

"Solo tiene una habitación, tendremos que compartirla" dijo Grekko.

"Está bien" dijo Jarhed, "Puedo dormir e el suelo, o en un sillón"

"Como gustes, lo único que quiero ahora es un baño caliente y una buena siesta"

Entraron al cuarto y se sorprendieron al ver una enorme estancia con tres grandes sillones y una mesa en el centro. A la izquierda había un enorme guardarropa y una chimenea. A la derecha había una puerta que llevaba hacia el cuarto de baño que contenía una bañera bastante larga y un grifo para constante abastecimiento de agua caliente. De regreso en la habitación principal, la enorme cama hacia el fondo, con una cajonera al lado. El piso estaba cubierto con una suave alfombra.

"¿Cuánto pagaste por esto?" preguntó Jarhed aun sorprendido.

"No mucho, no te preocupes, ahora, acomódate como gustes, voy a tomar un baño."

Grekko fue hacia el baño y cerró la puerta. Jarhed se sentó en el sillón y esperó a que Grekko terminara su baño. La hiena volteó hacia la cama, se veía muy cómoda, al menos cuatro furs cabrían ahí. Jarhed comenzó a pensar en Grekko, en como se vería desnudo, tomando su baño. Grekko salió del baño con una toalla alrededor de su cintura. El dragón comenzó a buscar entre sus pertenencias hasta que encontró un libro, se dirigía hacia la cama cuando le habló a Jarhed.

"el agua está muy bien, ¿no tomaras un baño también?"

"Esto te va a parecer estupido" dijo Jarhed incorporándose y mirando la musculosa espalda del dragón "pero no tengo una toalla"

"Toma" dijo Grekko quitándose la toalla y se la arrojó a Jarhed sin voltear.

La hiena tomó la toalla y se quedó sin moverse, mirando el redondo y firme trasero del dragón mientras caminaba hacia la cama y se metía rápidamente bajo las sabanas.

"¿Sucede algo?" preguntó Grekko.

Jarhed se dio cuenta de que no había movido ni un solo músculo desde que el dragón se quitó la toalla, n siquiera había respirado.

"Yo... lo siento" tartamudeó Jarhed sonrojándose un poco "Estaba pensando en algo"

Jarhed se apresuró a entrar al baño, una ves adentro, se desnudó rápidamente, liberando su erección. La hiena se sentó en la tina. Estaba seguro que Grekko lo escucharía si se masturbaba. Mientras tomaba su primer baño caliente en varios días, decidió decirle a Grekko un poco acerca de el. Jarhed salió del baño y vio que Grekko aun estaba despierto leyendo un libro en la cama. Jarhed se sentó en el sillón, mirando hacia la chimenea.

"¿Grekko?"

"¿Mmmm?"

"¿Qué harás cuando llegues a Kalorath?"

"Establecerme, ya he vagado por mucho tiempo"

"¿En verdad? ¿Has visto algún lugar interesante?"

Grekko cerró su libro y cruzó sus brazos detrás de su cabeza.

"Nací en as tierras altas, nuestra familia era muy acaudalada, mi padre era un duque. Yo crecí como el típico niño mimado, tuve todas las ventajas de una buena educación, pero eso no significaba nada para mi. A los 16 años ya era un experto en el arte del combate. Una noche estaba en una taberna con unos amigos, demasiado ebrio para notar al toro junto a mi, derramé una gran cantidad de cerveza encima de el, como podrás imaginar, tuvimos una pelea. Ebrio como estaba, le enterré una navaja en la garganta. Dejé mi hogar y mi vida entera esa noche, me convertí en un mercenario y vivó así por casi 80 años"

Wow, supongo que eres mas viejo de lo que pareces" dijo Jarhed.

"Soy un dragón, las especies antiguas tiene una vida muy larga, eso me dio la oportunidad de mejorar mis habilidades, hubo un tiempo cuando la sola mención de mi nombre era suficiente para silenciar una taberna entera. Perdí la cuenta de las vidas que tomé, y entonces, pasó lo impensable, fui derrotado. Era una pelea de 10 contra 1, pero ya había ganado esas antes, como sea, fui derrotado, pero me dejaron vivir. Los soldados que me derrotaron me llevaron a su campamento y curaron mis heridas. El general del campamento me explicó las cosas, era mas útil para ellos con vida. Aquel que yo debía eliminar era el líder de un movimiento de resistencia. El me mostró los horrores que el rey de ese país cometía, la forma en que maltrataba a los plebeyos. Al principio no quería participar, pero me sentía obligado a protegerlo... existe un código entre los mercenarios. Si alguna ves fallas en matar a tu blanco y eres derrotado por el, si sobrevives, tienes el deber de proteger su vida. Pero yo fallé en eso también. Una noche, cuando el iba camino a su cabaña, fue asesinado. Antes de morir, me hizo prometerle que continuaría con su lucha, y eso hice. Por 10 años, luchamos contra todas las posibilidades, y al final salimos victoriosos.

"Espera" interrumpió Jarhed de nuevo "No estarás hablando acerca de la gran guerra, ¿Verdad? Las guerras vanadianas."

"Precisamente" continuó Grekko "Aprendí muchas cosas durante esa guerra, como el verdadero valor de la amistad. Cuando la guerra terminó, decidí limpiar mi consciencia, así que fui a las tierras lejanas del este y me recluí por 10 años en un monasterio. No regresé a esta parte del mundo hasta hace algunos años"

"Parece que has tenido una vida muy interesante" dijo Jarhed.

"Te sorprenderías" rió Grekko "¿Qué hay de ti?"

"Mi vida no es interesante, solo es una mierda" comenzó Jarhed "mis padres eran felices con su único hijo. Mi padre era un herrero, la paga no era tan buena, pero era suficiente para los tres. Todo se vino abajo después de que yo nací. Mi madre se vio obligada a buscar un trabajo y mi hermano se encargó de cuidarme. Cuando tenia como 10 años, mi padre comenzó a beber todos los días, entonces me golpeaba y me decía cuanto me odiaba por arruinar su vida, luego dejó de trabajar y mi hermano se encargó de mi madre, pero no de mi, así que yo también tuve que buscar un trabajo. Me contrataron como sirviente de Algún fur rico. Trabajé para el hasta que me despidieron hace algunas semanas, alguien me incriminó y lo convenció de que le había robado ciertos objetos. Traté de regresar a casa, pero no me aceptaron. Esa noche, mi padre llegó mas ebrio que de costumbre, dijo que me iba a golpear por todos los años que no me había visto. Al día siguiente me despedí de mi madre y mi hermano y me fui."

"¿Qué pasó con tu padre?" preguntó Grekko.

"Después de que me golpeó se fue de la casa, al día siguiente todavía no regresaba"

"Lamento mucho escuchar eso" dijo el dragón "parece que tu vida ha sido muy dura, pero no te preocupes, trataré de ayudarte."

"Gracias" Jarhed contemplaba las llamas. "Grekko, cuando me salvaste en el bosque... ¿Cuánto alcanzaste a escuchar?"

"No mucho, estaba cazando cuando escuché el alboroto. ¿Cómo es que terminaste así?"

"Uno de los lobos me llevó ahí, pensé que estaba solo, y antes de que me diera cuenta, estaba de rodillas con tres lobos a mi alrededor."

"Lamento que te haya sucedido eso"

"No estuvo tan mal" dijo Jarhed sin pensarlo "Lo siento, debí decírtelo antes"

"¿Que cosa?" preguntó Grekko "¿Qué te gustan los machos? No importa"

"¿Cómo lo supiste?" preguntó Jarhed sorprendido.

"He visto la forma en que me miras, se lo que sientes, pero...

"Pero no te gustan los machos" dijo Jarhed bajando su mirada.

"De hecho, si me gustan"

"Entonces por que no podemos...?"

"Porque solo lo harías para agradecerme y eso no es necesario"

"Pero ¿Qué tal si no quiero hacerlo solo para agradecerte? ¿Qué tal si de verdad siento algo por ti?" preguntó Jarhed.

"Entonces sabrás que este no es el momento"

"Por favor" suplicó Jarhed levantándose y dejando caer su toalla "En verdad quiero hacer esto"

Grekko miró a Jarhed a la cara, y luego a su vaina.

"Ven aquí" dijo Grekko con una voz muy baja.

Jarhed avanzó hasta que estaba a un lado de la cama, la punta de su pene estaba saliendo de su funda a unos cuantos centímetros de la cara de Grekko. El dragón gentilmente acarició los suaves testículos de Jarhed con su mano izquierda arrancando un gemido de la joven hiena.

"¿Estas seguro?" preguntó Grekko de nuevo.

Jarhed se inclinó hacia adelante y pegó sus labios con los de Grekko mientras su mano comenzaba a acariciar la abultada ranura en la entrepierna de Grekko. Grekko comenzó a apretar la vaina de Jarhed, sacando mas de su verga mientras su propio miembro se endurecía. Cuando Jarhed estuvo completamente erecto, Grekko comenzó a acariciar todo su cuerpo. Jarhed observaba sorprendido como los testículos de Grekko comenzaban a crecer y su gruesa verga negra salía de su ranura.

"Así es como somos los dragones" dijo Grekko al notar la confusión de la hiena "nuestros genitales permanecen ocultos dentro de nuestro cuerpo para prevenir daños y solo salen cuando nos excitamos."

El impresionante pene de Grekko ahora descansaba sobre su firme abdomen, haciendo un bonito contraste con el color rojo rubí de sus escamas. Jarhed lo levantó con su mano derecha y acercó su cara a la entrepierna del dragón, el poderoso aroma lo incitaba a seguir adelante. Cautelosamente recorrió con su lengua el palpitante miembro. El sabor casi lo volvió loco, inmediatamente comenzó a chupar con desesperación. Grekko ayudó a Jarhed a subir a la cama y se acomodó entre las piernas de la hiena, la verga de Jarhed estaba dura como roca. Una gota de liquido cayó sobre el hocico de Grekko y el la lamió disfrutando su sabor, luego abrió la boca y comenzó a chupársela a la hiena. Jarhed estaba completamente embriagado de placer, podía sentir las gruesas venas de la verga del dragón, probaba el dulce y a la ves salado liquido que goteaba de la hinchada cabeza hacia su lengua, podía oler la fuerte esencia masculina que emanaba del dragón y escuchar sus apagados gemidos. Sus ojos estaban cerrados, pero los abría ocasionalmente para ver el enorme par de testículos frente a el, también podía sentir el calido y suave hocico que envolvía su miembro. Grekko aplicaba la cantidad exacta se succión para mantener a Jarhed justo en el limite. Justo cuando la joven hiena pensó que no podía recibir mas placer, sintió un dedo gentilmente acariciando su ano. Grekko jugueteó un poco antes de empujar su dedo, penetrando lentamente a Jarhed. Comenzó a hacer presión sobre la próstata de la hiena. Esto probó ser demasiado para Jarhed, quien comenzó a temblar y liberó su carga en el hocico del dragón. Como si esto fuera una señal para Grekko, el también llenó la boca de Jarhed con su calido semen. Era muchísimo, Jarhed no podía contenerlo todo en su boca y un poco escapó y cayó sobre el estomago y los genitales del dragón.

"Eso estuvo fantástico" dijo Jarhed mientras se movía para quedar cara a cara con Grekko.

"La noche apenas está comenzando" dijo Grekko y apretó su aun rígida verga contra la cadera de Jarhed.

Compartieron un apasionado beso y Grekko deslizó su mano por la espalda de Jarhed, buscando su tierno orificio. Jarhed se acostó sobre su estomago y separó sus piernas mientras Grekko lamía su espalda lentamente, acercándose a sus redondos glúteos. Jarhed sintió la lengua del dragón lamiendo su ano, entonces escuchó que el dragón se movía y lo siguiente que sintió fue el duro miembro del dragón cubierto de semen presionando contra su entrada. Grekko empujó un poco y la enorme cabeza pasó la abertura anal. Jarhed contuvo la respiración mientras los 30 centímetros de dura carne invadían sus entrañas. Definitivamente no era virgen, pero nunca había estado con alguien tan grande como Grekko. Ambos gimieron de placer cuando la escamosa cadera de Grekko se juntó con el trasero de la hiena. Grekko comenzó a mordisquear gentilmente la oreja izquierda de Jarhed. La joven hiena apretó sus dientes, podía sentir el inmenso órgano latiendo dentro de el. Frotando su próstata y haciendo que su pene se endurezca de nuevo. Grekko sacó lentamente la mitad de su verga, sus manos recorrieron el pecho de Jarhed, deteniéndose para jugar con los endurecidos pezones. Entonces Grekko empujó de nuevo hasta que sus testículos descansaron sobre los de Jarhed. El dragón incrementó la velocidad de sus embestidas, dándole a la hiena la cogida mas placentera de su vida. Ambos sudaban profusamente y la habitación estaba inundada con el aroma a macho y sexo. La verga de Jarhed se frotaba contra las suaves sabanas de seda, enviando descargas de placer a todo su cuerpo. Todos sus sentidos estaban sobrecargados. Finalmente, Grekko tensó todos sus músculos y liberó su segundo orgasmo con un rugido. Jarhed sintió los fuertes chorros que eran depositados dentro de el y el también cubrió las sabanas con su semen. Ambos amantes permanecieron quietos por un rato, respirando fuertemente. Lentamente Grekko sacó su miembro de la hiena. Jarhed sintió que la verga del dragón aun estaba sorprendentemente dura.

"Esta será una larga noche" pensó Jarhed.

El sol salía en el horizonte, dentro de la habitación del hotel, Jarhed gruñía y se estiraba. Sintió un aliento calido en su cuello y volteó para mirar al dragón que dormía. Grekko lentamente abrió sus ojos y Jarhed lo observó fijamente, uno azul y el otro café.

"¿Disfrutaste la noche?" preguntó el dragón sonriendo.

"Fue la mejor de mi vida. ¿Te puedo preguntar algo?"

"Déjame adivinar... ¿mis ojos?"

"Pues, si"

"Nadie lo sabe exactamente, he escuchado que algunos lobos tiene ojos de diferente color, pero nadie había escuchado que eso pasara con los dragones."

"¿Afecta tu visión?"

"En absoluto, puedo ver perfectamente. Ahopra, ¿Qué dices si tomamos un baño y vamos a ver a mi amigo?"

Jarhed miró a su alrededor, ambos estaban cubiertos en semen seco, al igual que las sabanas. Aun estaba sorprendido de la resistencia de Grekko, tuvieron sexo durante toda la noche. Grekko se levantó rápidamente, pero a Jarhed se le hizo un poco difícil.

"¿Cansado?" pregunto Grekko sonriendo.

"¿Qué esperabas después de anoche? No es que me esté quejando"

"Déjame ayudarte entonces"

Grekko ayudó a Jarhed a ponerse de pie y ambos se dirigieron hacia el baño. Grekko hizo que Jarhed se sentara en la tina y abrió la llave. El agua comenzó a fluir y Grekko comenzó a bañar a la hiena. La habitación se llenó con el olor del semen que se derretía. El dragón estaba detrás de Jarhed lavando el pecho y el estomago de la hiena. Jarhed sintió que algo duro se frotaba contra su espalda y volteó para ver que Grekko tenia una erección.

"No te preocupes" dijo Grekko "Se que estas cansado, esperaré hasta esta noche"

Después de su baño y un buen desayuno, ambos caminaban por la calle principal del pueblo.

"¿Cómo se llama tu amigo?" preguntó Jarhed.

"Harris, es dueño de una gran tienda, pero no dejes que eso te engañe, aun entrena cada día. Aquí estamos"

Se detuvieron afuera de un enorme establecimiento, era una tienda como ninguna que Jarhed hubiera visto antes. La mayoría de las tiendas se especializa en un solo tipo de objeto, ya sea comida, ropas o armas. Esta tienda tenia de todo, desde especias raras hasta exuberantes estatuas hechas de oro sólido. Encontraron a un fur puliendo una de estas estatuas. Jarhed observó que era un león, su melena era de un color marrón oscuro, su espalda estaba hacia ellos, pero Jarhed podía ver sus orejas y cola, que eran de un color amarillo bronce.

"Parece que tu entrenamiento se redujo a pulir estatuas" dijo Grekko.

El león se detuvo y la pieza de algodón que estaba usando para pulir la estatua cayó de sus manos, lentamente se incorporó para recibir a los visitantes. Era un león muy atractivo, vestido con ropas simples y sandalias de cuero. Su cuerpo tenia una constitución fuerte, aunque tenia un poco de barriga, sus ojos eran azules y se hicieron muy grandes cuando vio a Grekko.

"¡Que agradable sorpresa!" dijo el león con una enorme sonrisa "pensé que moriría sin volverte a ver"

"Sacude esos pensamientos de tu mente viejo amigo, porque me verás mucho"

Ambos rieron y se abrazaron. Grekko se separó de su amigo y puso sus manos sobre los hombros de Jarhed.

"Harris, este es Jarhed, es un amigo mío, necesita un poco de ayuda para establecerse y algo de entrenamiento. Estaba pensando que tal ves tu podrías darme una mano"

"Por supuesto, para eso estamos los amigos, gusto en conocerte muchacho" dijo Harris tomando la mano de Jarhed.

"Es un placer señor" dijo Jarhed tímidamente.

"Veo que te has convertido en un empresario exitoso" dijo Grekko mirando la variedad de objetos reunidos alrededor de la tienda.

"Bueno, tuve la suerte de conocer a las personas correctas después de la guerra y me ayudaron a conseguir muchas cosas raras e interesantes que nadie habia visto por aquí. Pero este no es lugar para hablar. Esto merece una bienvenida decente, vamos a mi casa para que podamos tener una buena conversación"

Unos minutos mas tarde se encontraban en la casa de Harris. Era una gran construcción de estilo romano protegida por grandes murallas y con varios jardines enormes. Los tres estaban sentados en cómodas sillas en el patio, cada uno sostenía una copa de vino.

"Así que después de diez años en el monasterio, ¿Un día simplemente decidiste regresar?" preguntó Harris.

"Sentí que mi mente ya estaba en paz y que debia moverme a la siguiente etapa de mi vida"

"Y eso es..."

"finalmente establecerme, encontrar un lugar tranquilo donde pueda envejecer"

"¿Y que hay de ti muchacho?" preguntó Harris a Jarhed "¿Eres el afortunado con quien el va a pasar sus días?"

Jarhed se sonrojó por el comentario.

"No te preocupes" dijo el león "yo se todo sobre esta lagartija, de hecho, le enseñé todo lo que sabe"

"Creo que es al contrario" dijo Grekko levantándose y colocándose detrás del león "si recuerdo correctamente, tu primera ves apenas duraste 20 segundos"

El dragón comenzó a acariciar el pecho de Harris

"Eh aprendido algunas cosas, tal ves pueda enseñárselas a ambos esta noche" dijo Harris acariciando los brazos de Grekko.

"¿Te gustaría?" preguntó Greco a Jarhed "piensa en esto como parte de tu entrenamiento"

"Eso seria grandioso" dijo Jarhed.

Un bostezo escapó de la boca de la hiena.

"Parece que aun estas cansado" dijo Grekko.

"Una habitación está siendo preparada para ustedes" dijo Harris "Sugiero que descanses ahora, porque no dormirás mucho esta noche"

"Creo que tienes razón" dijo Jarhed "Además, tal ves ustedes quieran ponerse al corriente después de tantos años"

"Laki" llamó Harris

Un joven y delgado chita vistiendo una toga apareció.

"¿Si, mi señor?"

"Muéstrale la habitación de huéspedes a este caballero y asegúrate de que tenga todo lo que necesite"

"Como usted diga" se inclinó el chita "por aquí, por favor señor"

Jarhed se levantó y siguió al chita.

Grekko y Jarhed caminaban por los vastos jardines, disfrutando la vista y el olor de las flores exóticas.

"¿Tu hiciste todo esto?" preguntó Grekko inclinándose a oler una rosa blanca particularmente bella.

"Así es, ya sabes que siempre me ha gustado la jardinería" respondió el león.

"Tal ves puedas regalarme algunas para comenzar mi propio jardín."

"Tal ves... ¿Ya pensaste en algún lugar?"

"Si, el reino de Kalorath, escuché que es muy tranquilo ahí"

"No está lejos de aquí, espero que me vengas a visitar de ves en cuando"

"Por supuesto, eso tenlo por seguro" dijo Grekko observando al león. "¿Y la barriga? Solías tener un abdomen de roca"

"Agarré gusto por los platillos exóticos, pero hago ejercicio todos los días, y sigo duro como roca en muchas partes"

"Estoy seguro que si... te me haces igual de atractivo"

El dragón sonrió y continuaron caminando tomados de la mano.

"¿Y el chico?" preguntó Harris "Te mira como si fueras alguna especie de dios"

"Si, lo se" suspiró Grekko "voy a tener que hablar con el, se que no tiene problemas para compartir la cama, también vi la forma en que te miraba, pero aun es joven y tiene mucho que aprender, justo ahora se siente atraído hacia mi porque salvé su vida hace unos días y le prometí que lo ayudaría, pero tarde o temprano va a encontrar a alguien mas adecuado para el que yo, y eso es algo que no le puedo negar"

El sol comenzaba a ocultarse y ambos caminaron de regreso a la casa.

Jarhed se despertó, la cama era muy cómoda. Miró por la ventana y vio que ya había obscurecido. Se incorporó y salió del cuarto, encontrándose con Laki en el largo corredor, el chita llevaba una bandeja de plata con frutas y una taza de te y al parecer iba en camino a la habitación de huéspedes.

"Señor, estaba en camino a despertarlo, los señores Harris y Grekko desean que lo acompañe en el comedor"

"¿Puedes mostrarme el camino?"

"Por supuesto señor, por aquí"

Harris y Grekko charlaban cuando Jarhed entró al enorme comedor.

"Ah! Jarhed!" exclamó Harris "ven con nosotros, ¿Descansaste bien?"

"Si, muchas gracias" dijo la hiena sentándose en una silla.

"Entonces" dijo Harris "¿Cómo serán las cosas?"

"Salgo para Kalorath mañana" dijo Grekko "me encargaré de algunos asuntos que tengo ahí, después buscaré un buen lugar donde comenzar a construir, regresaré cuando haya encontrado el lugar adecuado. Mientras tanto, tu permanecerás con Harris, el te enseñará defensa personal y tu trabajarás para el en su tienda"

"Me parece bien" dijo Harris "¿Qué dices chico?"

"No se como agradecer a ambos por esto, pero haré mi mejor esfuerzo en el trabajo y el entrenamiento"

"Me alegra escuchar eso" dijo Grekko "una ves que regrese decidirás si quieres irte conmigo o quedarte aquí"

Jarhed asintió y Harris lentamente se levantó de su silla.

"No se ustedes, pero yo n tengo hambre" dijo el león con una sonrisa.

"¿Qué te parece? Preguntó Grekko a Jarhed "¿Nos saltamos la cena y nos vamos al postre?"

"Definitivamente"

Los tres entraron a los aposentos de Harris. Era una habitación muy grande, todo el piso estaba cubierto con una suave alfombra. Había libreros y varios muebles junto a la pared. En el centro de la habitación, estaba la cama mas grande que Jarhed o Greco hubieran visto jamás, con muchísimos cojines y almohadas encima. Harris solo sonreía.

"Que interesante lugar tiene aquí Harris" dijo Grekko.

"Ya me conoces, nada ostentoso, solo cosas practicas" dijo el león mientras se aflojaba su túnica y la dejaba caer al suelo.

Jarhed se quedó observando el firme trasero del león mientras caminaba hacia la cama. Harris se acomodó en su cama de forma seductora.

"¿Y bien? ¿Vienen?" preguntó.

Jarhed dio un paso pero Grekko lo detuvo.

"No tan rápido, hay ciertas reglas de atuendo para entrar en este cuarto."

Jarhed volteó a ver a Grekko y vio que el dragón ya había comenzado a desnudarse. Cuando ambos estuvieron desnudos se aproximaron a la cama. Para cuando llegaron ahí, Jarhed ya tenia una erección.

"un poco ansioso, ¿No?" preguntó Harris acariciando los testículos de Jarhed.

"Dale una oportunidad" dijo Grekko "Aun es joven"

"Entonces tal ves debería comenzar contigo" dijo el león y comenzó a acariciar el pecho del dragón con su mano libre, lentamente bajándola hasta que sus dedos alcanzaron la abultada ranura entre las piernas del dragón.

Harris lentamente insertó un dedo en ella, haciendo que Grekko gimiera. El dedo de Harris jugaba con la carne que comenzaba a endurecerse dentro de la ranura.

"Solía gustarte eso ¿Recuerdas?" preguntó Harris antes de comenzar a lamer los hinchados testículos de Grekko.

Jarhed estaba lamiendo la vaina de Harris y su miembro. El pelaje marrón oscuro de la melena del león descendía por su pecho y abdomen y formaba un parche de vello pubico que contrastaba con el amarillo bronce. La hiena comenzó a chupar la verga que tenia enfrente, levantando su mirada para ver lo que Harris estaba haciendo. el león tenia ya dos dedos dentro de la ranura de Grekko y continuaba lamiendo el escamoso escroto. El dragón se encontraba en la delgada línea entre el dolor y el placer, su miembro deseoso de salir era bloqueado por los dedos de Harris, el león los retiró finalmente y la verga de Grekko salió libre. Harris no desperdició tiempo y cerró sus labios alrededor de ella, pero en lugar de chupar comenzó a recorrer con su lengua el enorme glande. Grekko cerró sus los y tembló de placer. Harris era tan bueno como lo recordaba. El león sacó el pene de Grekko de su boca y miró al dragón con ojos suplicantes.

"Déjame adivinar" dijo Grekko "Aun tienes ese viejo fetiche"

"Déjame recordarte que eres tu quien me lo enseñó" dijo Harris.

Jarhed escuchó esto y dejó de chupar la verga de Harris, Gekko se recostó sobre su espalda y Harris se arrodilló a sus pies. El león tomó el pie izquierdo de Grekko y comenzó a lamer entre sus dedos. Jarhed observaba mientras Harris continuaba lamiendo.

"Es algo que ole gusta hacer" explicó Grekko "Ven aquí"

Jarhed gateó hacia Grekko y se arrodilló a su derecha. Grekko sujetó la verga de Jarhed por la base y comenzó a lamer el liquido que ya goteaba de la dilatada cabeza, luego engulló el miembro entero y comenzó a chupar. Jarhed apretó sus dientes. La boca del dragón era maravillosa, suave y caliente. El león ahora estaba lamiendo las escamas de las plantas de los pies de Grekko y ronroneaba como un gatito. En realidad parecía estarlo disfrutando. La áspera legua de Harris continuaba lamiendo cada parte, al león le encantaba la forma en que las escamas se sentían en su lengua y el fuerte y peculiar sabor de los pies de su amigo. Una ves que estuvieron completamente cubiertos con saliva, Harris acercó su cara a la goteante verga negra de Grekko. En esta posición los pies de Grekko se frotaban contra el pene de Harris, es por eso que al león le gustaba tanto. Harris comenzó a lamer justo el lugar donde el miembro de Grekko salía de su ranura. Mientras tanto, Grekko mantenía a Jarhed en el borde del orgasmo. Sintió que los testículos de la hiena se contraían un poco y dejó de chupar.

"¿Por qué te detuviste?" preguntó Jarhed jadeando.

"Porque aun es muy pronto, además, tal vez quieras agradecer a Harris por su hospitalidad"

Jarhed sonrió y se colocó detrás de Harris.

"Lubrícalo primero" dijo Grekko entre gemidos.

"Jarhed apartó las nalgas de Harris y bajó su cabeza para lentamente recorrer con su lengua la tierna carne de Harris. El león estaba en éxtasis total. Ciertamente había echado de menos el sabor del pene de su amigo y lo demostraba chupando con todas sus fuerzas mientras la lengua de Jarhed continuaba cubriendo de saliva su entrada trasera. La hiena retiró su lengua y la reemplazó con la goteante punta de su miembro. Jarhed empujó y su verga desapareció centímetro a centímetro en el calido pasaje. Los gemidos de Harris eran ahogados por el pene de Grekko en su boca. No había sentido tanto placer en mucho tiempo. Jarhed comenzó a empujar y la fuerza de sus embestidas hizo que el miembro de Harris se deslizara mas insistentemente entre las plantas de los pies de Grekko. El dragón sintió la gran cantidad de liquido que liberaba su amigo sobre sus pies. Harris comenzó a apretar sus músculos anales alrededor de la verga de Jarhed, apretándola cada ves que la hiena empujaba. Esto fue demasiado y Jarhed llegó a su limite. Lanzó un grito y sujetó la cadera del león fuertemente. Harris sintió la tibia crema empapando sus intestinos y también el se dejó llevar. Su miembro se estremeció y liberó una gran cantidad de semen sobre los pies y las pantorrillas de Grekko. Grekko fue el siguiente y liberó su carga en la ansiosa boca de Harris. Los tres cuerpos se relajaron al mismo tiempo. Jarhed sacó su semi rígida verga de Harris y rodó sobre la cama, jadeando. Harris soltó la dura verga de Grekko y se acomodó junto al dragón.

"¿Qué piensas?" preguntó Grekko.

"Se ve prometedor" dijo Harris mirando a Jarhed.

La hiena miraba los pies cubiertos de semen del dragón y se le ocurrió una idea. Se inclinó cerca de ellos y comenzó a lamer el semen. Grekko gimió y comenzó a frotar su duro miembro contra el de Harris. Jarhed continuó lamiendo hasta que los pies de Grekko estuvieron totalmente limpios. Entonces decidieron que era tiempo para otra ronda. Grekko se acomodó sobre sus manos y rodillas con Harris detrás y Jarhed al frente. Pasaron toda la noche cambiando lugares, en tantas posiciones como tres cuerpos machos pudieran combinarse.

La siguiente mañana, compartieron un baño en la enorme ducha de Harris. Después del desayuno y un buen descanso, Grekko comenzó a prepararse para partir.

"Regresare en unos cuantos meses" dijo el dragón abrazando a Jarhed y a Harris.

"Lo cuidaré bien" dijo Harris colocando una mano sobre el hombro de Jarhed "Cuídate mucho viejo amigo"

"Se que lo harás"

Al dragón besó a ambos y se fue...

La mente de Jarhed regresó al presente. Aun estaba en la mesa de la taberna, su tarro de cerveza estaba vacío.

"Esos eran buenos tiempos" pensó "Lastima que terminaron hace tanto tiempo."

La vieja hiena se levantó y se dirigió a la salida, se detuvo en la puerta y miró hacia atrás.

"Espero que esos dos hagan un mejor trabajo que Nahual.

La hiena salió y cerró la puerta.

Total oscuridad envolvió los cuerpos desmembrados y cubiertos de sangre de una docena de furs.

¿Realmente debo decir: CONTINUARÁ?

Nahualmorph.