Ideas tontas que parecen brillantes

Story by Alfred Sherford on SoFurry

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#18 of El Lobo guardian


Capitulo 17: Ideas tontas que parecen brillantes

Por que a todos nos ha pasado. En el delirio que muchos llamamos adolescencia, cometemos cosas que los mayores denominan... estupideces, y no se ofendan por que es la verdad. Si, hacemos cosas buenas, pero también tonterías, otras estupideces, y después cosas que parecen buenas cuando son malas. Pero esa clase de acciones no se limita a la edad, a menos que seas un adolescente en el cuerpo de un adulto, como el caso de nuestros personajes.

Veamos el caso de Frank, que, por causas de fuerza mayor, aun tiene que ocultar un par de secretos. Sentado en el balcón de su habitación, mira fijamente hacía la ciudad. Claro, por que no puede fijar su mirada en otro sitio, por que esta pensando en otra cosa. Bueno, mejor dicho, en alguien.

Erick, el lindo collie que ha estado con el desde que inicio su carrera en Madrid. Le cuesta creer que ha pasado cinco años ocultándole su amor. Desea poder decirle lo mucho que lo ama, lo mucho que desea probar sus labios y sentirse seguro entre sus brazos. Ser suyo. Si, a pesar de que no lo crean, es un caballo sumiso. Interesante.

Toma otro sorbo de la copa de vino que tiene en su mano. Desde que el director le dijo que su carrera en BroadWay dependía de ese papel, ya no puede pensar en nada más. Puede esforzarse, y con algo de dificultad, podrá memorizar lo que sea necesario. Sin embargo, obtener ese lugar en BroadWay, el que tanto ha deseado, significaría perder para siempre a Erick.

A veces se arrepiente de haberse quedado callado. Desea decirle la verdad, dejar de callar algo tan doloroso para el. Pero ha visto la vida que le espera. Ha visto a otros sufrir por lo mismo. No quiere que Erick se asuste y lo deje para siempre. Eso es lo único que lo hace callar.

Sin embargo, piensa en como serían las cosas si le dijera y lo aceptará. Después de todo, ha estado con el desde que llego a Madrid. Si realmente es su mejor amigo, lo aceptará. Quizá no una relación, pero si le dará su apoyo. Sin embargo, no quiere que por su culpa el también se torture. Se preocuparía por cualquier cosa. Dejaría de hacer otras cosas tan solo por ayudarlo. No, no quiere condenarlo a eso. Callaría por el resto de su vida si es necesario.

Mientras tanto, después de haber dejado a Zashi en casa, Alan vuelve. Entra a la casa y se lanza al sofá. En la sala esta Alfred, que lee una revista. Alan enciende la televisión, y comienza a buscar un canal.

-- ¿No tiene que ir por Alex?--le pregunta el gato.

--Lo se. Pero parece que quiere hablar con su maestra. Recuerda que ahora ella será como su madre.

--No puedo creer que haya aceptado hacerse responsable de todo lo que pase. ¿No crees que quiera sacar algo de Alex?

--No empieces a pensar con tu mente morbosa. Ella no quiere abusar de mi hijo.

--Vale, vale. El punto es que se me hace muy raro. Es decir, un día no la conoces, y ahora ya es la madre legal de tú hijo.

--También me sorprende a mi. Sin embargo no puedo decirle no a esa oportunidad.

--Bien, solo espero que no pase nada malo--se detiene en el canal local--. ¿Cómo esta Gami?

--Parece estar mejor. Pero aun no quiere hablar con nosotros. Necesita tiempo.

--Bueno, yo estaría igual si Zashi me dejará con una carta.

--Lo se--es lo único que saben. Aun no le ha dicho lo que realmente hizo Joaquín. Y nadie se enterará, por que se encargo de que no resaltará más que en Barcelona--. ¿Y como vas con Zashi?

--Bastante bien. Por fin esta dejando atrás el accidente. No quiero que lo olvide, pero tampoco que cada día se torture por eso.

--Me alegra saberlo. ¿Le dijiste si quiere venir a vivir con nosotros?

--Bueno, aun debe terminar el tratamiento, para que pueda caminar mejor. Pero le pregunte, y dijo que le gustaría. Ya estoy preparando mi cama para recibirlo.

--Parece que después de todo la vas a estrenar.

--Si--se pone de pie--. Ya deje de ser un chico superficial. Nada me alegra más que tener por fin una pareja estable, que me ama tanto como yo a el.

--Me alegro mucho por ti Alan.

--Bien--le lanza el control, que a tiempo agarra--, te dejo. Voy a arreglar mi cuarto, esta hecho un desastre.

--Si, y yo me voy adelantando por Alex. Si llega James dile que llego más tarde.

--Vale.

Alfred avanza por el pasillo hacía la cochera, mientras que Alan entra en su habtación. Efectivamente, su cuarto esta hecho un desastre. Cama destendida, ropa por todos lados, polvo por doquier. La verdad... es un asco. Pero tampoco podemos pedir un milagro.

Se acuesta en su cama y comienza a recordar. Vale, ha cambiado, sin embargo aun le parece excitante la vida que anteriormente tenía. Comienza a recordar la noche que lo arrestaron. Recuerda la habitación en la que estuvo con esas dos bestias, tomando el papel dominante. Suspira y piensa en lo lindo que fue tenerlos como mascotas, obedeciéndolo. Desde el principio hasta el fin recuerda todo lo que paso.

Entonces, asustado, se pone de pie. Recuerda todo. Antes no por que la impresión de ser arrestado lo hizo olvidarlo. Pero ahora lo recuerda. Si, parece poco creíble, para después pensar que es algo tan estupido, pero le paso. Entre la emoción de tener a dos bestias como mascotas, olvido que había alguien observándolo... alguien nada agradable.

La clase ha terminado, y el pequeño león blanco solo espera a que Alfred llegue. Mientras tanto, acostado en una banca, mira su pelo... caer. No tiene mucho que hacer por el momento.

--Esto apesta--le dice a Rafa, que esta sentado en el suelo frente a el.

--Lo se. Aun no somos adolescentes y ya odiamos todo. ¿Es normal?

--Bueno, técnicamente no es un comportamiento normal. De hecho, deberíamos estar corriendo y saltando por doquier gritando que no nos importa absolutamente nada.

--Ya veo.

--No me imagino el futuro que nos espera si llegamos a madurar antes de tiempo.

-- ¿Crees que será bueno, o malo?

--Rafa, tengo seis años. No puedo saberlo todo.

--Alex, Rafa--se escucha una voz llamarles. Al voltear, ambos sonríen al ver que es Eduardo. Los dos se ponen de pie y corren hacía el, abrazándolo al llegar.

--Te hemos extrañado mucho Eddie--le dice Alex.

--Si, nos has hecho falta--añade Rafa.

--Lo siento, pero mi mamá me dijo que por seguridad no debía salir. La policía ya le prohibió acercarse a mí, así que ya puedo salir a la calle tranquilo.

--Que bueno que ya se arreglo todo--se alegra Alex.

--Si. Te lo agradezco Alex. Gracias a ti ya puedo estar con mi mamá.

--No me lo agradezcas.

Lo abraza de nuevo, para luego ir los tres a sentarse. Desde la ventana de su salón, Alfred lo observa, con una sonrisa en su rostro.

--Su hijo es bastante noble señor Sherford.

--Me alegra saber que es así--Alfred voltea y se sienta frente a la profesora de Alex.

--Sin duda es uno en un millón. Debe estar muy orgulloso.

--Lo estoy.

--En fin, a lo que venimos--la maestra saca unos papeles--. Estos son todos los papeles que tiene que firmar para ser yo quien me responsabilice legalmente de Alex--Alfred comienza a leerlos--. Pase lo que pase, seré yo la responsable, y entonces volverá a ser usted el encargado legal de su hijo.

--Vale. Parece bastante simple.

--Lo es.

--Sin embargo, le traería muchos problemas si algo malo pasa.

--Confiemos entonces en que nada malo pasará. Aun así, no se preocupe. Me he encariñado mucho con Alex.

--Me alegra escuchar eso.

Al terminar de leer los papeles, Alfred los deja sobre la mesa y suspira.

--Bien, parece que están todos en orden--toma una pluma--. ¿Esta segura?

--Claro que si.

--De acuerdo--comienza a firmar cada uno de ellos, esperando que nada malo pase. Al terminar, le entrega los papeles a la profesora--. Muchas gracias por la ayuda.

--Es lo menos que puedo hacer ya le dije que le he tomado mucho cariño. No me gustaría que por problemas legales la carrera de Alex se truncara. A leguas se nota que el puede llegar muy lejos si el lo desea.

--Lo se. Bueno, supongo que no hay nada más que hacer.

--Ya todos los papeles están firmados. Los iré a entregar esta misma tarde. Gracias por confiar en mi señor Sherford.

--Gracias por ayudarme. Iré por Alex, a esta hora siempre le da hambre--se despide de la profesora y sale del salón, mientras ella solo se sienta a observar por la ventana a Alex.

Al bajar hasta la explanada, Alfred se acerca a Alex, quien esta bastante distraído hablando con sus amigos.

--Hijo, nos vamos. James esta preparando la comida.

--Vale. Nos vemos chicos--abraza a ambos--. Me alegra que todo se haya resuelto en tu casa.

--Gracias a ti Alex--le dice Eduardo.

Dicho esto, da media vuelta y se va. Abraza a Alfred y camina con el hacía la salida. Rafa y Eduardo se quedan otro rato platicando, mientras la madre del último arregla unas cosas con el director. Alfred le alborota el pelo a Alex.

--Lo que hiciste es bastante noble hijo.

--Lo se. Quería ayudarlo a ser una mejor persona. No es justo que por la culpa de su papá sea así. El merece estar con su mamá.

--En eso tienes razón. Nada mejor que el cuidado...--pero se queda callado. Tiene razón, pero eso no se lo puede dar a Alex. El lo entiende, y toma la garra de su papá.

--No necesito de una madre. Te tengo a ti, al tío James, y al resto. No necesito de nada más.

Alfred se hinca frente a el.

--Ahora dices eso, pero aun así, pronto necesitaras el consejo de una madre. Y no se que haré entonces.

--Bueno... me adoptaste sin muchos problemas. Se que podrás con eso.

Alfred sonríe y le alborota el pelo. Sin decir nada lo sube a sus hombros y sale de la escuela.

Frank sale de la casa. Necesita tiempo para pensar. No es tan fácil guardar un secreto como ese. Pero para el es lo mejor. No quiere mortificar a sus amigos con su dolor. Ellos no son culpables, y no quiere que se preocupen más por el.

Cuando se da cuenta ha llegado a un parque. Es al que siempre van todos. Queda más cerca, hay muchos niños, y es lindo. Comienza a pensar. Ha soñado muy seguido con una vida a lado de Erick. Le encanta soñar con Erick en su cama, a su lado, para ir a dormir y al despertar. Le encanta soñar que tiene una cena romántica. Le encanta soñar como caminan por el parque. Pero le encanta más soñar como le hace el amor con dulzura, mirando directo a sus ojos lindos, sintiendo su miembro entrar y salir lentamente de su ano, su respiración en su cuello, y su corazón latir al mismo tiempo que el suyo.

Se sumergió tanto en sus pensamientos, que no nota a la persona que esta sentado a lado. Al abrir los ojos, se sobresalta al ver el rostro de Erick cerca. Este solo se ríe y se pone de pie.

-- ¿Qué te pasa? ¿Acaso soy tan feo?

--Ah... no, no fuiste tú--"Dios, pero si eres hermoso"--. Es que... me sorprendí, es todo.

--... si claro. En fin, ¿en quien pensabas? Debió ser en alguno de los actores.

--Si, casi. Bueno, ¿Qué haces aquí?

--Iba a verte, pero te vi aquí, así que aproveche. Creí que podíamos descansar un poco de tanto ensayar. Es decir, pasamos casi toda la semana ensayando. Creo que un café y una rebanada de pastel nos caerían muy bien. ¿Que dices?

--Pues...--comienza a pensar. Ha salido con el antes, pero últimamente le ha costado más contenerse.

--Anda--Erick lo toma del brazo y lo levanta--, será divertido. De ahí podemos ir al cine, o a jugar hockey de mesa. A donde quieras, hoy tú decides.

--Ah... no lo se. Mejor seguimos ensayando.

--Oh, Frank, no seas aguafiestas. Anda--comienza a jalarlo del brazo--, tiene que relajarte. Además, nunca has tenido problemas para memorizar un guión.

--Bueno, en eso tienes razón jeje.

--Por favor, desde que comenzaste a ensayar, casi no salimos. Vamos, solo un día, por favor--lo mira con unos lindos ojos de cachorro que prácticamente derriten su voluntad.

--Vale, vale. Será divertido.

--Bien--comienzan a caminar-- ¿Te gusta el frapucchino? Conozco un sitio donde hacen uno estupendo.

--Suena bastante bien. Espero que sean tan buenos como dices.

--Oye, ¿Cuándo me he equivocado? Nunca.

Comienzan a caminar. Frank se siente ligeramente incomodo, pero mucho más agradecido de tenerlo a su lado.

--Ya me dijo el director--le da un leve codazo--. Muchas felicidades. Por fin se te va a cumplir tu sueño: ver tú nombre en esas bellas marquesinas de BroadWay.

--Si. Después de tanto esfuerzo, por fin podré ver a los grandes directores. Además de que le gane a Alan.

--Bueno, el parece más interesado en su carrera aquí. El cine independiente ha comenzando a ganar más terreno. Pero tú eres quien realmente lo merece. Por fin te convertirás en el actor que siempre quisiste ser.

--Si, así es. Aunque...

-- ¿Pasa algo?

--No lo se. Me da gusto que por fin se haya cumplido mi sueño, pero... tendré que dejarlos. Todos tienen sus trabajos aquí, sus vidas ya hechas. No podría pedirles que dejaran todo lo que han formado para acompañarme

--Bueno, supongo que será un sacrificio bastante difícil. Pero es lo que se tiene que hacer si quieres sobresalir.

--Me costará mucho trabajo. Ellos me han apoyado desde el inicio. No se que sería de mi si no los tengo.

--Escucha, todos seguiremos siendo tus amigos. Y estaremos ahí en cada obra que realices. Se que suena mal, pero tienes que dejarlos para poder sobresalir.

Frank no dice nada. En parte tiene razón. Si quiere sobresalir tiene que abandonar a sus amigos. Pero ellos no son lo que más le importa, sino Erick. No quiere dejarlo, pero tampoco pedirle que deje la vida que tiene aquí para irse con el.

Claro, uno puede confiar plenamente en los que trabajan en un bar como esos. Alan busca por su habitación algo, bastante desesperado. ¿Recuerdan que hable de un pequeño vicio por el juego que tenía Alan? Actualmente ya no lo tiene, pero aun tiene problemas que no ha resuelto. Aquella persona que lo observaba en el bar era un cobrador, pero este era especial.

-- ¿Qué coños te pasa?--le pregunta James, que había entrado a su habitación--Te escuche desde la cocina.

--Ah... nada. Nada grave.

--Alan, vamos. Somos amigos, casi hermanos. Puedes confiar en mí.

--Pues...--Alan mira hacía el suelo, tratando de pensar. Al final, suspira y se sienta en la cama, aun mirando hacía el suelo--Puedo confiar en ti, ¿verdad?

--Ya te dije que si--cierra la puerta y se sienta a su lado--. Dime que pasa.

--Bueno...--trata de buscar como explicarle, pero es difícil--... ¿recuerdas que hace tiempo tuve problemas por el juego?

--Si, y los resolviste.

--Ah... no del todo.

-- ¿Qué quieres decir?

--Bueno, es que... no aceptaron el pago.

-- ¿Qué? Pero... pero pagaste todo lo que dijeron.

--Si, pero me regresaron todo. Dijeron que querían otro tipo de pago.

-- ¿Y que clase de pago es ese?

--Pues... que me acostará con su jefe.

-- ¡¿Qué?! Esto... ¿Cómo...? No lo has hecho, ¿verdad?

--No... pero se que no va a querer conmigo. No lo recordé hasta ahora, pero en el bar... estaba uno de sus sicarios. Y ahora tengo miedo de que me haya visto. Supuestamente yo no debía volver a ir a esa clase de lugares, pero no creí que fueran a saberlo. Y si le dice... estaré en un lió gordo.

--Vaya...--James jamás lo había visto tan asustado. Lo abraza y trata de reconfortarlo--... no se que decirte. ¿Has pensado en que puedan hacer?

--No, y no quiero ni imaginarlo. Por favor, no quiero que nadie lo sepa, ni siquiera Alfred.

--Tranquilo, puedes confiar en mí--comienza a pensar--. Lo mejor que puedes hacer es quedarte aquí en casa por unos días. Y mucho menos Zashi. Si lo ven, pueden irse en su contra.

--Si--y así de práctico es--. Oye, ¿puedo pedirle que se quede a vivir aquí? Estará más seguro.

--Jeje, no das paso sin guarache. Vale, que se traiga sus cosas. Espero que lo dejen salir. Iré por el, no quiero que tu te arriesgues.

--Vale, muchas gracias James--lo abraza.

--De nada. Será mejor que vaya antes de que llegue Alfred, por que ya sabes como es de bueno para adivinar.

--Ok.

James se levanta y sale de la habitación. Mientras tanto, Alan se acuesta y piensa un poco. Al el le conviene que viva con ellos, pues no solo estará protegido de que algo malo le pase, sino que también podrá tenerlo a su lado, tener la vida que tanto desea con el.

Harturo, por su parte, no se ve tan feliz. Desde que supo que Joaquín había terminado con Gami (pobre iluso, si supiera por que), no se ha sentido como esperaba. Creyó que al recibir esa noticia saltaría de alegría e iría directo a decirle a Gami lo que siente. Pero en lugar de eso, se sintió mal por el. Y si no va a decirle lo que siente no es por miedo como las otras veces, sino por que ya no tiene ganas de decirlo.

Por alguna razón, solo se siente mal por que la relación de Gami se haya terminado. Pero no parece con intenciones de querer iniciar una con el. Después de tantos años amándolo en secreto, ahora no se explica por que esta sintiéndose así.

La puerta se abre y Daniel entra. Camina hacía Harturo y se sienta a lado de el frente a su escritorio.

-- ¿Cómo estas?--le pregunta el tigre.

--Bien.

--No te creo. Creí que estarías con Gami, sino diciéndole que lo amas, al menos si apoyándolo. Se siente bastante mal por que ese idiota lo dejo.

--Trata de entenderlo. Lo amaba bastante. ¿Qué sentirías si Sam te deja?

--Pues...--touche--... supongo que igual, o peor--baja las orejas.

--Creyó que podrían volver a ser lo de antes, pero parece que desde un principio estaba destinado a fracasar. Y lo peor es que en lugar de alegrarme, lo compadezco.

--Es exactamente lo que te iba a decir. Le afecto bastante celarlo, ¿Qué más prueba necesitas para entender que el también te ama?

--Es que puede sentir celos y no precisamente amarme.

--Suena como si no lo amaras.

--Exacto. Ya no se lo que siento por el. A estas alturas ya debería saber lo que siento por el. Pero no se... no siento deseos de decirle.

-- ¿Y entonces que harás?

--No tengo idea. Estoy tratando de pensar las cosas, pero parece que solo lo quería por morbo. Ahora ya no se si deje de sentir amor por el--comienza a llorar--. Toma mi vida ha sido un desastre. Estuve insistiendo tanto en querer una relación con el, y ahora no me importa en lo absoluto. No se que me pasa Daniel.

El tigre no soporta la escena, e impulsivamente lo abraza, para hacerlo sentir mejor. Pero la paranoia de cierto dragón es mayor. Al ver que su novio entro a la habitación de Harturo, lo siguió, y vaya sorpresa que se encuentra al abrir la puerta. Ve las garras de su novio sobre Harturo. Confunde un abrazo amistoso con algo más íntimo. No llora, pues es un dragón y no es aceptable para el. Sin embargo, ver así a Daniel, al tigre que tanto ama, con el que ha estado más de 7 años, le duele de un modo imposible de describir. Camina hacía atrás y se encierra en su habitación. Quiere llorar, pero sabe que no puede. No ha llorado en años, y no quiere hacerlo ahora, a pesar de que sabe que es lo mejor que puede hacer. En lugar de eso, cierra la cortina y se queda a oscuras sentado en el rincón.

Frank toma la taza de frapucchino y le da otro sorbo. Le encanta. Puede beberlo hasta morir. A Erick también le gusta mucho. Pero más el café. Se ve bastante interesado en todo lo que le dice Frank sobre sus deseos de irse a BroadWay. Después de todo, es el sueño de todo actor.

El café donde están esta casi vació, solo por una pareja que esta fuera. Ellos decidieron quedarse dentro. De repente, Frank siente la necesidad de ir al baño. Le dice a Erick y se levanta. El husky se queda mirando hasta que desaparece en un pasillo. Después toma la chaqueta de Frank, la siente algo humeda, y aprovechando que los empleados están ocupados, la huele profundamente. Huele a sudor, al profundo sudor de un caballo. Eso lo excita, y bastante. Siente un leve bulto en su pantalón. Si, el también esta enamorado de Frank (por que en esta historia todos están acostumbrados a enamorarse de un amigo), pero no desde que lo conoció. No, el se enamoro desde hace algunos meses, desde la primera vez que lo vio desnudo. Esa noche soñó con el, pero creyó que sería temporal. Error. Siguió soñando con el, y cada vez le atraía más, hasta que llego a darse cuenta de que estaba profundamente enamorado de el.

Aunque el carácter de Frank lo hace alejarse de el. Por alguna razón siente que trata de estar siempre solo, como si tuviera miedo. Es decir, no solo mujeres, sino hombres lo admiran y desearían acostarse con el. Puede escoger a quien el desee y llevárselo a la cama. Pero no lo hace, y es lo que no entiende.

Deja la chamarra en su lugar segundos antes de que Frank volviera. Se sienta y mira de nuevo a Erick, que aun tiene una sonrisa de bobo. El caballo lo mira con curiosidad.

-- ¿Qué te pasa?

-- ¡Ah!--Erick lo nota, y baja la mirada avergonzado--Es que... paso alguien... alguien bastante lindo.

--Oh, vale. Supongo que debió ser bastante lindo para ponerte así.

--Ah... si--se había sonrojado, y por más que lo intenta no deja de estarlo.

--Oye, tranquilo. No tiene nada de malo que te emociones por ver a alguien. A mi me gustaría ponerme así por alguien.

--Pues... hay muchas personas que les gustaría que les prestaras atención, y que les hicieras pasar un buen rato.

--Lo se, solo que... ellos solo buscan sexo. Mírame, soy un caballo. Sexualmente sobresale nuestro miembro. Y a la gente morbosa es lo único que le interesa.

Erick nota como los empleados se les quedan viendo. Les muestra un par de billetes y los deja sobre la mesa.

--Frank, ¿Por qué no vamos a otro lado a hablar?

Ambos se levantan. Frank sale como sin nada, pero Erick sale más avergonzado y sonrojado que al inicio. Ya en la calle, Frank sigue hablando.

--Es decir, sexualmente puedo darle placer a cualquiera. Pero muchos no entienden que el miembro de un caballo es muy grande, y no podrá entrar por completo...

--...ah--Erick comienza a excitarse--... Frank...

--Y se los digo a todos los que se atreven a pedírmelo--pero Frank no escucho a Erick--. Pero parece no importarles. Lo he hecho con algunas personas, pero siempre tenemos que parar por que les duele, a pesar de que querían hacerlo.

--Frank...

--Me han tocado algunos que a pesar de eso quieren seguir, y si, no lo introduzco del todo, pero si lo disfrutan bastante.

--Frank... puedes...

--Vale, entiendo que cualquiera que me viera desearía hacerlo conmigo. Es decir, mi miembro me llega hasta...

-- ¡Frank!--grita para detenerlo.

-- ¿Qué pasa?

-- ¿Y si vamos al cine?

--Si, estaría bien.

--Vale.

Siguen caminando. Erick se atrasa un poco, pues no quiere que llegue a notar la erección que se le ha hecho con tantos comentarios.

James llego al centro y le dijo a Zashi lo que estaba pasando, para después preguntarle si quería irse a vivir con ellos, a lo que el zorro acepto encantado. James batallo un poco para convencer a los médicos que podían encargarse de el. Tuvo que recurrir a mencionar el nombre de su novio para convencerlos, cosa que no le gusta mucho.

Pero después de firmar una enorme cantidad de papeles donde libraban de toda responsabilidad al hospital, algunas tristes despedidas, y un par de maletas que cargar, ambos salen de regreso a casa.

Al llegar, aun con muletas, Alan lo recibe con un fuerte abrazo.

--Amor, te extrañe tanto--le dice Alan.

--Igual yo bebe. James ya me explico lo que paso. Supongo que es lo mejor.

--Si. Así estás seguro, y te puedo tener aquí conmigo siempre.

--Lo se.

James sonríe al verlos así. Pero al mirar a la sala ve a Alfred, quien lo mira con una sonrisa en su rostro. James se encoje de hombros y camina hacía el mientras Zashi y Alan siguen abrazándose.

--No me lo digas--le comienza a decir Alfred cuando esta cerca--, recuerda que soy periodista, y me entero de todo.

--Ah... ¿un lo siento arreglara todo?

--Pues...--lo abraza y lame su nariz--no lo veo necesario.

--Jeje, ¿y como lo supiste?

--Amor, si no te dije como di con el paradero de tus tíos perdidos, no te diré como me entere de esto. Recuerda, soy periodista, y meto mi narizota en todos lados.

--Eso y otras cosas amor.

James lo abraza y lame su nariz. Alfred se deja llevar y desliza sus garras por debajo de su camisa para comenzar a acariciar su espalda. James ríe ligeramente, mientras se deja dominar por el león. Comienza a bajar sus garras, pero se detiene al recordar que hay un par de metiches.

--Quizá esta noche termine--le dice al oído. James solo se sonroja y le besa la nariz--. En cambio a ti--señala a Alan--, sabía que en algún momento te ibas a meter en problemas--se acerca a el--. Y me sorprende que hayas creído que podías ocultármelo.

--Lo se--Alan baja la mirada. Alfred suspira y lo abraza.

--Tranquilo, eres casi como un hermano. Te voy a ayudar en todo lo que pueda.

-- ¿En serio?

--Si. No será la primera vez que lo hago. Además, así tengo algo más que hacer. Ya sabes lo fácil que me aburro cuando no tengo nada que hacer.

--Que sorpresa--dice Alex que esta en la cocina comiendo.

--Cállate chaparro. Aunque no se que puedo hacer para ayudarte. Ya rompí muchas leyes esta semana.

Solo James entendió a que se refería con eso. Alfred se lleva la garra a la barbilla y comienza a pensar. La verdad no tiene idea de que puede hacer, pero ya pensará en algo. Le hace un ademán a Alan para que no se preocupe y se sienta en la sala.

-- ¿Por qué no ayudas a Zashi a instalarse?--le pregunta a Alan.

--Ah si. Ven amor, mi habitación esta por aquí--toma la maleta de Zashi y lo ayuda a ir a su habitación.

--Alex, y tú ve a hacer tu tarea.

--...estoy comiendo--le dice con trozos de comida en la boca.

--Uno, habla sin comida en la boca. Dos, puedes comer en tú habitación.

-- ¿En serio?--pregunta emocionado. Casi al instante toma su plato y corre a su habitación.

--Parece que le gusto la idea--señala James.

--Bueno, a todos los niños les encanta la idea de comer en su habitación. Además--abraza a James y comienza a lamer su cuello--, así tengo algo de privacidad contigo amor.

--Ah... Al... Alfred--James trata de detenerlo, pero se deja llevar. El león desabrocha su camisa y comienza a acariciar su pecho, bajando hacía su barriga--...me estoy... comenzando a excitar.

--Pues--muerde ligeramente su pezón--, creo que tendré que encargarme de eso.

--Si... suena bien... pero no aquí. Si alguien sale...--Alfred baja el cierre del pantalón del lobo y saca su miembro por la abertura del boxer. Comienza a masturbarlo mientras lame la punta. James contiene sus gemidos, lo que por alguna razón excita más a Alfred, e introduce su miembro a su boca. James suelta un fuerte gemido, mientras siente la lengua de Alfred recorrer todo su miembro de arriba abajo. James pone sus garras sobre su cabeza y la mueve al ritmo de sus embates, sin parar de gemir. Alfred deja de mamar todo el miembro, y se centra solo en su punta, mientras masturba el resto, bebiendo todo el pre que sale de este. James se muerde el labio inferior mientras cierra sus ojos y recarga su cabeza. Trata de contenerse, pero solo puede callar el gemido que suelta al momento de comenzar a eyacular en la boca de Alfred, quien rápidamente lo bebe.

Se comienza a abotonar la camisa mientras su león limpia su miembro por completo, para luego meterlo de nuevo al pantalón. Se levanta y lame los labios de James, quien le responde besándolo dulcemente.

--No te importa donde lo hagamos, ¿verdad?--le pregunta el lobo.

--Si ya lo hicimos en el baño de un avión... no, no me importa.

--Si, y fue bastante incomodo.

--Pero lo disfrutaste, ¿a que no?

--Eso si.

--Entonces no te quejes.

Alfred se acuesta en el sofá y recarga su cabeza en las piernas de James, quien juega con su melena. Ambos ronronean.

Mientras tanto, Zashi y Alan siguen besándose dulcemente. Se pueden pasar toda la tarde acostados besándose, y no les importaría. Las garras de Alan acarician el pecho de Zashi, quien responde jugando con su cabello.

--No sabes las ganas que tenía por tenerte conmigo amor--le dice Zashi.

--Igual yo. Te he extrañado tanto.

--Pero si nos vimos ayer.

--Si, pero es que te necesito conmigo a cada segundo del día

--Tanto como yo amor. Pero ahora--lame su cuello--, me tendrás todo el día.

--Eso me encanta. Por fin tengo mi vida completa: buen trabajo, estupendos amigos, y una pareja a mi lado todo el tiempo.

--Eso suena bien.

Siguen besándose por un largo rato. Tras romper el beso de nuevo, se miran profundamente a los ojos.

--Lo bueno es que no podemos salir por un tiempo--señala Alan.

-- ¿En serio? ¿Por qué lo dices?--le pregunta, a pesar de saber la respuesta

--Por que así podemos estar aquí nosotros dos solitos todo el día.

--Mmm... suena bien. Pero, quizá necesites convencerme, en cualquier momento puedo decirte que no.

--No creo que lo hagas--desabrocha su camisa lentamente--, pero tengo que asegurarme.

Alan besa su pecho lentamente y acaricia su cintura. Zashi solo se deja llevar por el amor que siente por el gato domestico que tiene sobre el. Nunca antes se había sentido tan feliz. Esta noche por fin podrá dormir a lado del gato que tanto ama. Alan siente lo mismo. Pero también el impulso y la necesidad de hacerle el amor dulcemente, mostrarle todo lo que lo ama. Después de tantos años teniendo sexo, por fin podrá hacer el amor, por fin podrá saber que se siente con esa experiencia.

Se levanta y lame su nariz como respuesta ante la mirada confusa que pone.

-- ¿Por que te detienes?--le pregunta Zashi.

--Lo siento, pero tendrás que esperar hasta en la noche.

-- ¿Qué? No es justo.

--Pues te aguantas. No me gusta hacerlo durante la tarde.

--Hmpf.

--Y sin berrinches.

--Vale. Pero te advierto, en la noche me duermo con mucha facilidad.

--Pues te tendré que despertar--se levanta de la cama.

-- ¿A dónde vas?--pregunta mientras se abotona la camisa.

--Tampoco tengo planeado estar todo el día acostado--toma a Zashi de la cola--, y tú tampoco flojo.

--Oye--comienza a reír--, yo tengo que descansar.

--Si, claro. Anda, levántate flojo. Vamos a jugar un poco Halo.

Zashi se levanta al instante, toma sus muletas y abraza a Alan.

--Aunque caminar un poco me puede ayudar.

Alan sonríe y besa a Zashi. Ambos salen de la habitación sin saber que hacer el primer día que viven juntos.

La tarde avanza con mucha prisa. Mientras en casa todos se disputan un estupendo juego de Halo, en un cine lejos de ahí, un caballo y un husky salen del cine, en donde acaban de ver una película más sobre el holocausto.

--Vaya, que triste--comienza a decir Frank--, no puedo creer que después de todo lo que paso hayan matado a toda la familia excepto al hijo pequeño

--Lo se. Creí que terminarían siendo salvados por el típico ejército de machos estadounidenses. Pero el final esta bastante bien. La valentía del padre al momento de defender a su familia me hizo llorar.

--Si, y que al final el hijo se haya convertido en un historiador para descubrir quien pudo mandar a los soldados a su ciudad para llevarlo hasta la locura, es un estupendo final.

--Me sorprende que Gami o Alfred hubieran hecho una película así.

--Ni se los digas. Si lo hacen, tendrás una película de más de tres hora, y que a pesar de eso resultaría bastante buena.

--Supongo que si. Pero he escuchado que Alfred ha estado trabajando en un nuevo libro.

--Si... solo que lo ha mantenido en bastante secreto. Ni siquiera James sabe de que trata, y eso que el sabe todo sobre Alfred.

--Pues debe ser bastante bueno para que lo tenga bajo tanto secreto.

--Si.

--En fin, ¿hay algo más que quieras hacer hoy? Después de todo, es tú descanso.

--Ah--se rasca la nuca--, no tengo la menor idea jeje.

-- ¿Quieres ir a mi casa?

Frank se sorprende ante la propuesta. No tiene idea de por que quiere que vaya, pues no le gusta estar a solas con el. Sin embargo, no puede negar que la idea le gusta, y mucho. Comienza a pensar, pues no quiere terminar haciendo una estupidez.

--Y... ¿para que?

--Bueno, podemos comer algo, charlar, jugar algo de ajedrez, quien sabe. Hay tantas cosas que podemos hacer.

--Pues... no se.

--Frank, por favor. Desde hace tiempo que no vas conmigo a casa--pone ojos de cachorro, los que Frank no puede soportar.

--Awww, no me mires así.

--Por favor...

--Vale, pero solo un rato.

--Te prometo que será divertido.

Ambos comienzan a caminar rumbo a la casa de Erick, ambos deseando que algo más pase llegada la noche. Por un momento Frank siente el deseo de tomar su garra y abrazarlo, pero se contiene.

En su habitación, Gami mira en silencio las fotos donde sale con Joaquín. Siente que el tiempo parece transcurrir de forma tan lenta. No para de pensar en lo bien que sería estar muerto. Después de todo, fue un tonto al creer de nuevo en el. Lo dejo sin razón alguna, para luego volver de la nada cinco años después. Alfred tenía razón, solo estaba interesado. Quizá encontró a alguien más tonto y más guapo.

Quizá ahora tenga que resignarse y regresar de nuevo a sus estudios. Fue un tonto al creer que el amor era algo hecho para el. Ha pasado toda su vida solo, y solo es como la acabara. Aunque... durante todo el tiempo que estuvo con Joaquín, por alguna razón comenzó a sentir algo extraño por Harturo.

Sin embargo, no es amor. Al principio creía que si, pero ya no. Siente que es como un hermano, una especie de relación fraternal. Pero no ha llegado al punto de sentir amor. Quizá es por eso que le dolía tanto verlo con Daniel. Cree que realmente hay algo entre ellos y no tuvo la confianza de decirle. Que lió.

Se levanta y mira por la ventana. Tiene que aceptar que Joaquín no va a volver, que lo ha abandonado. A pesar de que el significo mucho para el, tiene que dejarlo atrás. Alfred le diría algo así: "Gami, entiendo lo mucho que lo amas. Pero el se fue, no tú. Tienes que aceptarlo". Y si, tiene razón en eso, el se fue. Sin embargo, todos los lindos momentos que paso con el siguen en su mente. Y le duele pensar que mientras el se entregaba por completo, Joaquín quizá pensaba en alguien más.

La luz de la sala se enciende, y Frank y Erick entran. Este último se apresura a entrar en la cocina.

--Disculpa que este todo tan desordenado. Estos días he tenido muchas cosas en la cabeza.

--No te preocupes, mi cuarto esta peor. Pero me pregunto que clase de cosas puedes tener.

--No tienes idea--sale de la cocina con dos latas de cerveza-- ¿Quieres una?

--Ah... no bebo mucho. Se me sube muy rápido.

--Oh, vamos--se la lanza, y Frank por no dejarla caer la atrapa--. Es solo una. Es relajante beber un poco mientras charlamos. Además, una cerveza no te dejará ebrio.

--No lo se...

--Y me la debes por no querer ir conmigo a la fiesta de mi prima. Casi me viola la muy hija de perra.

--Ah... sabes que con ella ese insulto no tiene validez.

--...es cierto. Pero anda, hazlo por mi.

--Ah... vale--la destapa y le da un sorbo. Erick hace lo mismo, para luego sentarse. Frank se sienta frente a el.

-- ¿Qué haces cuando empiezan a tomar en casa? Por que tengo entendido que los viernes siempre beben juntos.

--Tomo muy poco. De hecho, soy el primero que se queda dormido y despierta con el peor dolor de cabeza.

--Y eso que eres grande.

--Si. Y es peor en año nuevo. Por no quedarles mal, tomo más de lo que debo. No te imaginas lo horrendo que es.

--Al menos ninguno tiene vicios.

--Eso si.

Da otro sorbo. Y poco a poco se la termino. Erick logro convencerlo de que tomara otras, y siguieron platicando largo y tendido sobre tantas cosas. Y efectivamente, a Frank se le subió muy rápido el alcohol, y Erick ya no tuvo que convencerlo, pues el mismo fue por ellas.

--Ah... será mejor que descanses un rato Frank--le dijo después de que ambos ya habían bebido bastante.

-- ¿P... por que? Si me encuentro... de maravilla.

--Ah... no lo creo. Ya es tarde, creo que tendrás que quedarte aquí.

--Pue... puedo irme a casa.

--No en tu estado. Te llevaría yo pero... creo que estoy igual que tú.

--Jeje...--lo mira directo a los ojos. En su estado normal, ya se hubiera quitado esa idea de la mente. Pero el alcohol ya no lo deja pensar claramente--... Erick...

-- ¿Si?

-- ¿Alguna vez te he dicho... lo importante que eres para mí?

--Pues... no que yo recuerde... pero supongo que si. Te he... te he ayudado en muchas cosas del...

--No me refiero al trabajo.

El collie siente su corazón comenzar a latir, y jura que puede escuchar el de Frank latir igual o más fuerte.

--Yo... tú eres muy guapo Erick... eres bastante atractivo.

--Frank, no creo... no creo que debas decir esas cosas en tú estado.

--Pero es... la verdad.

--Anda, te llevare a la cama--camina hacía el y lo ayuda a levantarse del sofá. Pero sin aviso alguno, Frank le planta un beso en su boca, mientras lo abraza para atraerlo a el.

Erick trata de separarse. Pero a quien engaña, si es lo que más ha deseado. Un par de segundos después también lo abraza, y se deja llevar por el amor que siente por el. Frank baja sus patas, y comienza a acariciar su espalda baja, para luego meterlas por debajo de su pantalón y acariciar su trasero. Erick se apresura a desabrochar su camisa, acariciando su pecho que ya comienza a sudar, despidiendo ese aroma que lo excita tanto. Pega su cintura a la de Frank, sintiendo su miembro equino pegado al suyo. Frank saca sus patas para poder quitarse la camisa, mientras Erick se quita la suya, teniendo que separar sus labios, para volverlos a juntar segundos después. Entre los dos se van quitando los pantalones junto a los boxers, pero sin ver aun sus miembros ya erectos; solo sintiendo como uno toca la piel del otro. Frank rompe el beso y carga a Erick para llevarlo a su habitación. Al llegar lo lanza a la cama y se queda un momento de pie. El collie aprovecha y mira el miembro del caballo, ya erecto por completo. Es enorme, algo normal. Se sienta y lo toma entre sus garras, para comenzar a acariciarlo lentamente. Frank gime un poco y deja que el can lleve la situación. No es como Erick deseaba que fuera su primera vez con Frank ebrio. Sin embargo, no puede dejar pasar esta oportunidad. Se acerca más y lo huele. Su sensible nariz pronto se envuelve con el fuerte y delicioso aroma del semen, e impulsivamente comienza a lamer todo el miembro, sacándole un fuerte gemido a Frank, quien pronto pone sus patas sobre la cabeza del can. Su larga y calida lengua va cubriendo todo su miembro, dejándolo bastante lubricado. A cuatro patas, sin dejar de lamer su miembro, Erick comienza a masturbarse para poner totalmente erecto su miembro.

De repente Frank detiene a Erick y lo lanza a la cama para acostarse sobre el y comenzar a besarlo de nuevo. Sus patas acarician por completo el pecho de Erick, quien responde acariciando su trasero. Frank acomoda su miembro para ponerlo sobre Erick, quien deja su trasero y comienza a masturbar el miembro del equino, que esta comenzando a segregar pre sobre el perro. Frank juega con la lengua de Erick, quien se siente excitado al probar la saliva de Frank. Y se excita mucho más cuando siente como el equino comienza a sudar, empapando su pelaje de sudor, liberando ese aroma.

Tras un largo rato besándose, Frank se levanta y gira para volver a acostarse, poniendo su trasero en la cara de Erick, y su cabeza frente a su miembro, al que rápidamente comienza a lamer con su larga lengua. Erick deja a un lado el miembro de Frank y se centra en su trasero, al que comienza a lamer por completo. Pero no tarda en poner su lengua en su entrada, lamiéndola. Frank gime con fuerza. Al escuchar que le gusta, separa un poco sus nalgas e introduce su lengua lentamente en su ano, lo que provoca en el un fuerte y placentero relinchido. Tras recuperarse, decide pagarle introduciendo su miembro en su boca y chupándolo con fuerza, lo que provoca un fuerte gemido en Erick, que se queda ahogado a causa de tener su lengua en el ano de Frank. Erick jamás había hecho algo como eso, y le es difícil concentrarse en Frank cuando siente como todo su miembro queda envuelto por la lengua de ese caballo. Trata de concentrarse y equilibrar las cosas, metiendo y sacando su lengua de su ano, sacándole otro gemido. Después la deja dentro por completo y comienza a lamer todo su ano por dentro. Frank deja de mamar el miembro de Erick, para solo chupar la cabeza y masturbar el resto. Ambos lanzan gemidos ahogados, tratando de controlarse. Pero sintiendo tanto placer es algo bastante complicado. Para ambos es la primera vez que hacen algo como eso, y vaya que lo están disfrutando. Frank bebe el pre del miembro de Erick, lo que lo excita mucho más. Mientras tanto, Erick se apresura a lamer todo el ano de Frank, que gime con mucha más fuerza. En tan solo un par de segundos más, Erick eyacula en la boca de Frank, quien se apresura a beber todo su semen. Al sentir como su lengua hace presión en su miembro, saca su lengua y gime profundamente.

Sin decir más, Frank se levanta, gira, y se sienta en el pecho de Erick.

--Creo que... habremos de esperar... un poco...--dice pausado Erick--... hasta que me vuelva a...--pero Frank lo hace callar con la simple acción de rozar su entrada con su miembro semi erecto. Gime un poco, mientras siente como se excita de nuevo.

Frank toma su miembro y lo pone sobre su entrada. Gime al sentir la punta rozarla. Introduce un poco, para luego sentarse e introducirlo de golpe, aprovechando que tiene su ano bastante lubricado. Ambos gimen placenteramente. Se quedan por un momento quietos, para ser Frank quien empiece, subiendo y bajando su cintura, introduciendo el miembro de Erick en su ano. A el le cuesta creer que tenga a una enorme bestia como Frank comportándose de forma tan sumisa. Le sorprende, y le encanta, y quiere que siga así. Se levanta un poco y toma el miembro de Frank, para masturbarlo y comenzar a lamer la punta, probando el pre que segrega.

Frank comienza a acelerar el ritmo. Escucha como su trasero choca contra sus piernas; suena como palmadas. Ese sonido lo hace excitarse mucho más, y rápidamente acelera sus embestidas. Sentir como el miembro del collie entra y sale de su ano le causa un placer inimaginable, el mismo placer que le causa a Erick. Ninguno de los dos había sentido tanto placer en su vida. Erick masturba cada vez más rápido a Frank, mientras deja que su pre caiga en su pecho. Es una sensación calida, menor a la que siente en este momento en su miembro. Comienza a segregar pre dentro del ano de Frank, sintiendo cada vez más pronto el momento de eyacular dentro de el. Sus pupilas se dilatan, sus músculos se tensan, sus gemidos son cada vez más fuertes, sus corazones laten con una fuerza brutal. Justo en ese momento son solo uno. Masturba más rápido a Frank, sintiendo como el presiona su trasero para causarlo mucho más placer. Ya ambos no pueden soportarlo por más tiempo. Frank baja con fuerza por última vez, sintiendo como todo su ano comienza a llenarse del tibio semen del collie, quien solo cierra sus ojos ante la sensación. Ambos gimen con gran fuerza. Frank tampoco puede soportarlo por mucho tiempo y comienza a eyacular una enorme cantidad de semen, que mancha el pecho y el rostro de ambos. Beben todo lo que les es posible, para después caer desplomados sobre la cama, Frank aun con el miembro de Erick dentro de el. Trata de articular una palabra, saber que es lo que piensa en ese momento. Pero no le es posible. El caballo queda tan agotado que en solo segundos queda dormido.

En su habitación, Alex entra al baño para ducharse. A pesar de que nadie lo ve, se asegura de que esta realmente solo. Después se quita la camisa y la tira al cesto de la ropa sucia. Pasa su garra por su costado izquierdo, y con cuidado mueve su pelaje para revelar una gran cicatriz que recorre gran parte de su costado. El pequeño león blanco sabe más de lo que aparenta. Sin embargo, tiene miedo de las consecuencias de decirle a Alfred lo que significa esa cicatriz. Pasa su garra lentamente por toda la marca, mientras sus recuerdos lo inundan. Cierra sus ojos y suspira, para después ocultar de nuevo la marca entre su pelaje. No. No puede decirle. Sabe que hablar sobre el significado de esa cicatriz podrá ser el final de la vida de alguien a quien ama mucho.

Daniel abre la puerta de su habitación en busca de su pareja. A pesar de la oscuridad, puede ver sus ojos brillar en un rincón. Enciende la luz y lo ve sentado. Trata de acercarse, pero puede ver en su mirada que no es buena idea.

--Amor, ¿pasa algo?

--Tú deberíasss sssaberlo--por su tono de voz y sus ojos rojos, denota que había llorado, y mucho.

-- ¿Por qué estabas llorando?

--No puedo creer que todavía lo preguntesss. Despuésss de todo lo que hasss essstado hasssiendo.

-- ¿De que estas hablando?

-- ¡No jueguesss conmigo!--se levanta furioso--Ssse exactamente lo que hasss hecho con Harturo.

-- ¿Qué?--se sorprende. ¿Cómo pudo saberlo? Harturo no se lo pudo haber dicho, así que la única forma es que los haya visto--Amor... puedo explicarlo.

-- ¿Explicarme que? ¿Qué me hasss essstado engañando durante todo essste tiempo? ¿Qué mientrasss yo abría mi corasssón tu jugabasss conmigo?

--Sam, por favor, no es lo que parece.

-- ¿Y entoncesss que esss?

--Déjame explicarte.

--No. Ya me hasss mentido mucho tiempo. Ya no quiero essscuchar nada de ti.

Se levanta y sale furioso, ignorando los intentos de Daniel de detenerlo. James, Alan y Zashi, que están en la sala, lo ven extrañados salir de la casa, para luego mirar a Daniel, tratando de buscar una respuesta. Este solo puede entrar a su habitación y lanzarse a la cama a llorar.

Lo primero que siente es como una especie de taladro en su cabeza. Frank despierta y se lleva su pata a la frente, el clásico gesto del dolor de cabeza provocado por la resaca. Su visión es bastante borrosa, pero poco a poco se va aclarando. Todo su cuerpo le duele, pero en especial la cadera. Apesta a sudor. Lo único que tiene seguro es que esta en una cama, pues puede sentirla. Más no recuerda lo que paso ayer. Solo recuerda estar bebiendo con Erick... entonces abre sus ojos como platos, comprendiendo donde esta. Al recobrar por completo su vista, mira a su lado. El joven collie esta acostado a su lado, desnudo, igual que el. No necesita saber más. Con cuidado se levanta de la cama y se viste en silencio, tratando de soportar el dolor de cabeza. Mira al collie, que parece comenzar a despertarse. Se odia por lo que hizo. Casi 5 años soportando sus impulsos, para caer tan fácilmente. Odia lo que le había hecho al inocente collie que tanto ama.

Al despertar, Erick busca con su garra a Frank, pero no siente nada. Mira hacía donde el estaba acostado y se da cuenta de que esta solo. Vale, quizá tuvo algo que hacer. Cierra sus ojos y se estira, recordando lo que había pasado anoche. No tiene ni idea del embrollo en el que se acaba de meter.

Un tigre espera tranquilamente en la mesa de un restaurante en las afueras de la ciudad. Casi no hay clientes a esta hora de la mañana. El mesero deja un plato con un filete y ensalada de papa frente al tigre y un vaso de limonada. Tras irse, el tigre comienza a comer. Se ve algo furioso, quien sabe por que. Escucha a los empleados al parecer emocionados. De repente, siente como sus pulmones se van cerrando. Se le dificulta respirar. Lleva sus garras a su garganta en señal de que se esta ahogando, pero nadie lo ve. Bebe un poco de agua pero esto no le ayuda. En su desesperación tira su plato, que se despedaza al caer. Alguien más entra en ese momento al restaurante, vestido con un largo abrigo y un sombrero que cubre su rostro. El tigre trata de pedirle ayuda al ver que viene hacía el. Pero al tener más de cerca al extraño sabe que no recibirá ayuda de el. Este solo se sienta frente a el y lo mira.

--Me encuentro bastante decepcionado. Te pedí que por ningún motivo te acercaras a Sherford o a su familia. Contra ellos no tengo absolutamente nada. Sin embargo, tenías que aceptar la decisión de Joaquín. Mira ahora donde esta, y donde estamos nosotros.

-- ¡¿Q...ue...me ha... s he... cho?!--articula con dificulta el tigre.

--Tu carne traía un veneno de acción rápida que cierra la entrada de tus pulmones. Dentro de un minuto aproximadamente morirás por asfixia. Los empleados no podrán ayudarte por que están entretenidos con la gata que esta ofreciendo su culo gratis. Quizá la recuerdes; es la madre del chico que saque de la carcel. No me pago, así que le cobre a mi modo.

--Ere...s un... bast...ardo.

--Quizá si, pero soy un bastardo muy rico--saca una probeta y vacía su contenido en la limonada, pero antes de que el tigre tome el vaso, este lo aleja de el--. No es tan fácil. De rodillas--el tigre lo piensa por un momento-- ¡De rodillas! Y besa mis patas--cierra sus ojos, para después hincarse frente a el y besar sus patas. De repente siente como una fuerte garra toma su rostro y lo levanta, para después abrir su boca y dejar caer la limonada directo a su garganta. Todo su rostro se empapa, pero su garganta comienza a abrirse. Al terminar, comienza a toser, tratando de recuperar el aliento--. Así. Me alegra verte así, humillándote. No te acerques a Sherford ni a sus amigos hasta que yo te lo ordene, o no te podrás salvar repitiendo esta escena.

--El...--trata de hablar entre tosidos--... el se va a enterar.

--Eso si. Pero el nada puede hacer contra mí--se levanta y le da una patada en el estomago al tigre--. Eres patético Harry. Sin embargo, todos ustedes me siguen siendo útiles.

Camina hacía la salida, pero Harry lo detiene.

-- ¿Qué te ha... hecho Sherford?

--Nunca dije que Sherford me haya hecho algo.

Dicho esto, se va.

Nota del autor

Después de un mes y muchos retrasos, por fin termine este capitulo, donde trato de explicar aquellas cosas que creemos que son buenas cuando en realidad son malas. Es algo normal: hacemos algo tratando de ayudar a alguien sin pensar en las consecuencias de ese acto. Ya sea por ayudar o guardar un secreto, nunca son muy útiles. ¿Que hacer entonces? Tratar de arreglarlo, pues esta clase de actos solo pueden ser de utilidad por un corto tiempo, pues con cada mentira que sigamos diciendo para darle vida a ese desesperado acto solo empeorara las cosas.

Agradezco a todos ustedes, fieles lectores, por esperar como siempre por mis historias. Saber eso me llena de ganas de seguir adelante. Y mucho más saber que he hecho algo importante por sus vidas. También agradezco a mis amigos por apoyarme moralmente cuando necesito que lo hagan. Se que siempre cuento con ellos cuando se los pido. Pero en especial quiero agradecer a mi novio, a mi tigueshito lindo que tanto amo, aquel que ha seguido conmigo a pesar de todo lo que ha pasado. Te agradezco tanto amor, por siempre estar ayudándome, por perdonar todos mis errores, por amarme tal y como lo haces. Gracias amor n.n