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** Prólogo**

** ** Por segunda vez sus vidas se vieron amenazadas por las malévolas garras del destino. Nuevamente sus vidas pendieron del delgado hilo de la poca ó nula misericordia que sus atacantes tuvieran hacia ellos. Amistades destruidas por el caos; familias separadas por el ennegrecido y sofocante humo; su paz reducida a cenizas por el calcínate fuego.

"Váyanse... sálvense. Se los ruego..." Ella susurró. Finalmente su batalla por la vida había encontrado su final. Ella se encontraba atrapada y sabia que sus posibilidades habían terminado.

"¡No, no digas eso! Nosotros jamás te dejaríamos. ¡Encontraremos una forma de sacarte de aquí; lo prometo!" Su amiga le respondió. Ella buscaba frenéticamente una manera de abrir esa solida jaula. Esos lazos forjados años atrás jamás serian rotos por un trozo de metal; simplemente no podían ser quebrantados, sean cuales fueran las circunstancias.

"Es la única forma..." Ella dijo con un gran sentimiento de resignación. "El debe de sobrevivir, y tu eres la única que lo puede hacer posible."

"¡No, Fibi! Ya te lo he dicho; jamás te dejaremos aquí." Sus exclamaciones cayeron en oídos sordos. El apoyo que ella buscaba no fue encontrado al voltear a ver a sus camaradas. Ellos se encontraban en el mismo dilema y fue ahí que ella supo que su amiga tenía razón.

Ella llevaba en brazos al cachorro de su amiga que ahora yacía en esa corroída jaula. Quedarse ahí solo pondría al recién nacido en un gran peligro.

"Hasky; amiga." Un macho, pareja de la que se encontraba atrapada, le dijo. "Ella tiene razón. Si tu te quedas a ayudar, esos monstruos regresaran y todos enfrentaremos el mismo final." Nada mas que la verdad. Cualquier esfuerzo ya logrado seria completamente en vano.

"Xy tiene razón y lo sabes, hermana." Otro macho que se encontraba en el grupo le hizo saber. "Si hay alguna oportunidad de que al menos unos cuantos de nosotros sobrevivan, debemos hacer ciertos sacrificios." Dijo. Sus ojos inundados en lágrimas, sabiendo que esa podría ser la última vez que vería no solo a sus amigos, pero también a su hermana.

"No, Shamu!" Hasky le reclamó a su hermano, recordando su promesa. "Nos prometimos estar juntos. ¡Prometimos luchar juntos! Tú y yo, hermano. Hasta el final."

"Hasky." Otro macho en el grupo le habló. "Tu sabes que no solo es el pequeño cachorro de nuestros amigo que corre peligro. Los dos no natos que llevas en el vientre... Nuestros cachorros... Ellos dependen de ti también."

Hasky no supo como contradecirle. Su mejor amigo, y el Evocan con el que con mucho amor concibió meses atrás tenia razón.

"Prométeme, que de darse la posibilidad de que nuestra raza sobreviva esta vez, darás todo de ti para que no solo nuestros cachorros, pero el cachorro de nuestros amigos sobreviva."

Fue la decisión mas dura que Hasky fuera a tomar en toda su vida. Ella era una Evocan fuerte y muy capaz de quedarse y ayudar a sus amigos. Pero sabía que su deber era con sus cachorros y el de sus amigos Fibi y Xy.

Ella dirigió su mirada hacia sus amigos, con lágrimas ahogando sus azules ojos. Tomo al pequeño de sus amigos y lo sujetó fuerte, pero muy cálidamente en sus brazos. ¿Como encontrar las palabras correctas? Eran sus amigos, su hermano, su vida. Ella sabia que de voltearse y seguir su camino, podría no volver a verlos jamás.

"Vete, Hasky." Chuksha, su pareja le dijo.

Tras de ellos, ese tormentoso traqueteo se hacia presente. Los monstruos que por segunda vez atacaban su pacifica sociedad se acercaban.

"¿Que esperas?" Esta vez fue su hermano Shamu quien se lo ordenó.

Cada paso que ella daba, alejándose cada vez más de ellos, era como pisar acero fundido. Su corazón le decía que no, pero su cerebro e instinto le decían lo correcto. Tras las sombras de las llamas que consumían su hogar, la colonia espacial Canis Mayor, las espectrales figuras de aquellos monstruos se hacían presentes.

"Hermana; yo se lo que nos prometimos uno al otro aquel día." Su hermano Shamu le dijo. "No importa lo que llegue a suceder con Canis Mayor, yo mantendré mi promesa. Yo sobreviviré, y nos encontraremos de nuevo..."

Hasky cerró sus ojos para evitar ver a sus seres queridos. Eso no lograba más que detenerla por más tiempo del necesario.

"¡Vete, he dicho!" Su hermano ladró por ultima vez, regresando donde Xy y Chuksha seguían luchando por liberar a su amiga.

Esa imagen de Shamu volteándose y regresando hacia donde el peligro se encontraba fue la ultima imagen que ella tendría de el. El ultimó recuerdo de cuando Shamu, Chuksha, Fibi y Xy estuvieron con vida.

El universo; una inmensa matriz de diversidad y vida. Para aquellos que decidieron sumergirse en la densa oscuridad de los confines de este, su premio podría ser el conocimiento absoluto de la verdadera razón de la existencia. Pero ese viaje estaría plagado de peligro y de la muerte misma asechándolos en cada confín. Para ese grupo de seres que por siglos navegaron por el gran manto estelar, esos peligros se materializarían ese fatídico día.