Metamorfosis [Parte 1]

Story by AngelFurry on SoFurry

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#3 of Interacciones Furrries-Humanas

Tercer cuento de "Interacciones Furries-Humanas"

Tan solo es la primera parte, la segunda tendrá más contenido sexual.

Es una versión corregida, no tuve que hacerle muchos ajustes.


"Humanos descubriendo la parte oculta de otro mundo, suele pasar por accidente y son pocos los privilegiados. Hay secretos oscuros en todos nosotros, hay bestias ocultas asechándonos a nosotros".

Parte 1.

"No hay mucho por hacer. ¿Qué puedo decir de mí? Que soy una persona común y corriente como todas las demás, me considero buena persona, contribuyo a la sociedad. La vida que llevo no es muy interesante, mis pasatiempos son simples; leo el periódico, navego en internet... Yo no hago ese tipo de cosas como ir al parque o al cine, o ver TV, si tuviera que entretenerme sería con una bella mujer, un placer modesto, es mi preferido".

Ejecutivo de cuenta, su nombre es Benjamín Heraldo, a simple vista parece inofensivo, la verdad es que es un pervertido enfermo. En sus cajones alberga escondida su amada pornografía, cada segundo imagina desnudar a una de sus sexis compañeras del trabajo. Solo quiere carne y de "buena calidad", a las menos agraciadas las desprecia, se burla de ellas. Cada noche busca en la ciudad a una mujer que cumpla con su deseo, ya sea por medio de dinero o por medio de fuerza. No puede saciarse, se ha vuelto un adicto a la lujuria.

Una sola chica se fija en él. "La chica de los recados"; lentes enormes, piel seca, cabello mal peinado y sin mencionar la caspa, siempre con la vista baja. Es una secretaria degradada por su falta de voluntad, lleva como sirvienta recados y merienda a los ejecutivos de cuenta, contadores y demás. Cuando está cerca de Benjamín ambos se sonríen aunque no compartan los mismos sentimientos. Ha intentado decirle sus sentimientos, es temerosa y siempre se reprime. Una cosa tienen en común: ambos odian a su jefa déspota, esa maldita mujer obesa y con olor a mayonesa que les hace la vida miserable principalmente a ellos.

"Viernes en la noche, esta noche me voy a divertir. Oh Benjamín, esta noche vas a cazar".

Ha estado investigando, en el parque nacional hay un grupo de porristas jóvenes en día de campo. Ha salido temprano de su trabajo, toma su auto y sin demoras llega al enorme parque nacional. Toma todas las precauciones, debajo de sus asientos hay viagra, cloroformo, guantes, bolsas de plástico, preservativos. Pasa desapercibido por los guardias del bosque, se prepara para atacar.

"¿Estaré enfermo? ¿Soy alguien malvado? Tal vez, pero muchas personas lo hacen, son tiempos modernos. Además hay personas más enfermas que yo, mi problema no es tan grande. Me gustan cuando tratan de escapar, pedir auxilio, me gusta cuando lloran. Se me hace agua en la boca, ya saboreo su piel joven... ¿Dónde estoy?".

Sus propios pensamientos lo traicionaron, el bosque no es benévolo con los malaventurados. Ha perdido el rumbo, la propia vida es mayor que su deseo. La desesperación lo consume, corre a la deriva tratando de encontrar una señal de civilización, cae por una rama de un árbol. Por fin se tranquiliza, no escucha más que el sonido de su corazón y de los animales nocturnos. Un aliento invisible lo llama, un diminuto sonido lo hipnotiza y lo obliga a caminar hasta su fuente.

Una voz femenina, arrulladora e atrayente como la de una sirena, le adormece la voluntad. Va hacia el sonido, ya no puede pensar, se ha vuelto esclavo de una bella melodía. Se escucha otro elemento, el sonido del agua cayendo, una luz tenue de luna llena se ha posado entre rocas y arbustos, parece ser una fantasía hecha realidad.

Observa con cuidado entre los arbustos, mira agua cristalina salir de una pequeña fuente de rocas calizas, el agua cae sobre una figura suculenta y sensual, esa figura es la que está cantando. Sus manos recorren suavemente el contorno de su cuello, espalda, senos y piernas. Un cuerpo mojado, lleno de vitalidad. Benjamín no puede resistirse, está excitado, la montaña en sus pantalones lo delata. Sigue mirando... entonces encuentra algo nuevo y perturbador: pelaje, cola larga, orejas puntiagudas, un hocico.

"¡Un Monstruo! ¡Dios! Tengo que salir de aquí o me podría matar. Alivio que no me ha visto... ¿Qué está haciendo?... ¡Dios! ¡Pero es tan suculenta... Si, mete más dedos en tu vulva, bestia preciosa!"

Manos delgadas con finas garras, frotando la piel de la entrepierna, palpando dentro de sus piernas, entrando en la parte más codiciada e íntima, creando su propio placer. Se satisface a si misma metiendo uno o más dedos, rozando sus paredes vaginales, lanza pequeños suspiros de satisfacción. Alza la cola, Benjamín entonces presencia el afrodisíaco espectáculo, no puede resistirse más, se baja los pantalones y comienza su propia labor, hay un olor quisquilloso que lo excita más, imagina que él está acariciando esas paredes impregnándose de ese líquido incoloro con olor a hembra, friccionando sus órganos con tanta fuerza que se funden en un calor violento. Pelaje gris plateado bañado por agua dulce, la hace perfecta para tocarla con las manos y los labios.

Ella termina en un fuerte grito, su mano se llena de su propio líquido transparente, mete su mano al hocico y lame con apasionante ternura mientras la otra mano acaricia sus senos. Benjamín también está a punto de venirse.

Sus grandes exhalaciones de aire hacen que lo detecten. La bestia libidinosa se transforma en una fiera agresiva. El humano no puede reaccionar a tiempo, pronto es sometido en el suelo por las garras de la bestia. Ojos de animal nocturno mirándolo como presa, colmillos con olor a muerte y sangre, está a punto de destrozarle la cara. Olor: descubre que ha estado haciendo algo sucio a sus espaldas. Sensibilidad: hay un alma manipulable, sin fuerza de virtudes y cegada por vicios primitivos, mente retoricada y fácil de corromper, un esclavo. Tiene planes para esta escoria; sus colmillos se ocultan, la lengua comienza a lamer el rostro de Benjamín, las manos tocan su cuerpo hasta irse a la zona donde Benjamín puede experimentar el deleite del sexo opuesto. Su hocico llega hasta la entrepierna y la olisquea. Después una lengua rasposa y húmeda saborea el sudor y el líquido pre-seminal, aprieta con su lengua esa carnosidad, estimulándola, de nuevo gana tamaño.

"¡OH Si! ¡Chúpala Toda, saboréala completa! ¡Hay, eres una maravilla, no puedo aguantar, me voy a venir! ¡Ya no quiero esperar, quiero sentir como se sentirá cuando me la tire por las nalgas!"

Es tanto placer, el cuerpo de Benjamín no lo puede contener más. Un fuerte grito seguido de sudor, falta de aire, un cosquilleo en todo su cuerpo y un sabor en todos sus sentidos a placer. Pierde la conciencia y queda desmayado en el bosque. Sus últimas experiencias; recuerda estar apretando los pezones de esa "animal", después un pequeño dolor punzante en su brazo, la bestia lo mordió. Lo marcó, lo ha sellado con su firma, ahora le pertenece y no hay nada para remediarlo, el acuerdo se cierra con la sangre.

Despierta en su pequeño apartamento sin la noción del tiempo. Le duele todo el cuerpo y no hay rastros de alguna experiencia sexual con nadie. La boca seca, el dolor de cabeza, parece una resaca. No puede perder tiempo, tiene que ir a trabajar.

"Maldito dolor de cabeza, necesito un trago. Me siento extraño, no recuerdo nada. ¿Qué fue lo que pasó? Me siento... diferente. ¿Por qué ya no me siento el mismo de antes?"