A Casi 10 Años Después del 2000

Story by AngelFurry on SoFurry

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#1 of Interacciones Furrries-Humanas

Hola a todos,

Esta es una historia Furry, una historia que se me ocurrió mientras me comía una torta (lo crean o no).

Bueno, es muy simple y corta.

Interacciones Furries-Humanas, pasando de lo más inocente hasta lo más perverso, se mostrarán muchas temas parecidos, con un descenlace diferente.

Se cuidan y luego nos vemos.


"Humanos descubriendo la parte oculta de otro mundo, suele pasar por accidente y son pocos los privilegiados, sobre todo cuando se trata de un nacimiento".

Buenas noches, mi nombre es Javier Ávila Pérez, tengo 27 años y soy médico general del "Hospital General Siglo XXI". No soy bueno presentándome, no es que esté nervioso, simplemente no se me da. ¿Qué puedo decir de mí? Que me gusta mi trabajo y me gusta la tierra donde vivo.

Lo sé, es una fecha para festejar y no deberían estar aquí. 31 de diciembre del 2009, a un par de horas del año 2010. La fiesta, los cuates, la familia, el chupe. Debería estar yo en una fiesta y no estar aquí, me tocó el turno malo, suele pasar. En fin, un año en que todos hicieron sin fin de cosas, aprovechen mejor el año siguiente. ¿Qué pueden hacer en un hospital para que no se aburran? Es que no hay mucho por hacer.

¡Oigan! Esto me recuerda una anécdota, en este mismo día pero hace 10 años me pasó algo realmente sorprendente. Tenía 17 años y estaba en una situación igual que esta, solo con la diferencia de que no me pagaban, estaba en Servicio Social. Me tocó la mala suerte de que me eligieron para ayudar en el turno nocturno a esperar casos de emergencia, en un hospital cerca de San Ángel.

Igual, me perdí las fiestas, sobretodo porque era 1999 y estaba a punto de llegar el 2000. La euforia y la sorpresa estaban por doquier, menos cerca del hospital, todo parecía muerto. En parte quedarme aquí tenía su ventaja, las horas valían doble. El personal médico también hizo su pachanga, estaban ellos en un salón de usos múltiples con su estéreo, botana y cervezas, a mi no me invitaron, me dejaron a cargo urgencias por sí pasaba algo.

Des vez en cuando, un amigo mío, el Dr. Rivera (que en paz descanse), me traía cacahuates y Coca Cola, el por lo menos se interesaba en mi. En fin, yo estaba aburrido, mirando por la ventana solamente, no tenía celular ni reproductor de música, ni siquiera walkman, no es que fuera pobre, es que antes no sabía de computadoras, las aprendí a usar en el 2001, cuando entré a la universidad. ¿Dónde estaba? ¡Ah sí! Estaba mirando la ventana, y vi a una mujer. Parecía que estaba mal, se tocaba el vientre y creo que se tambaleaba, llegó al hospital en busca de ayuda. Salí en su ayuda con una silla de ruedas, y me la llevé hasta la Sala de Urgencias, la acosté en una camilla. Era una mujer alta, de músculos un poco gruesos aún así se veía muy femenina. Su cabello era negro y largo, su piel era pálida y tenía unos azules algo aterradores. Vestido color crema y tenis Nike, eso no era lo extraño, tenía un collar con una huella tallada en madera, singular.

-Señora... ¿Cuál es su nombre?

-Erika. -Por como tenia la voz, estaba muy dolorida.

-¿En qué le puedo ayudar?

-Voy a tener. -Suspiraba mucho--. Un bebé.

-Usted tranquila, la atenderemos inmediatamente.

-Lo siento, no sabía a dónde ir. Pero me he quedado sola y no sé qué pasó. Yo no debo estar aquí. -Seguramente estaba delirando, ese problema no podía resolverlo yo. Sus siguientes palabras me sacaron de onda--. Usted es bueno, tiene una voz bondadosa. Lo siento, pero no puedo seguir siendo humana, ya no me queda tiempo.

Estaba por pedir ayuda a los demás doctores cuando ella me sujetó del brazo. Tenía una fuerza descomunal, casi me lo rompe. Me pedía tan desesperadamente no ir con los demás, me rogaba que me quedara con ella, que solo confiaba en mi. Ambos estábamos asustados, y no sabíamos lo que pasaría, yo jamás me imaginé lo que pasó, por así decirlo, sufrió una transformación.

Sus uñas se transformaron en garras, sus tenis de marca fueron destrozados por unas pies grandes y garras que daban miedo. Le salió más pelo que a un hombre, igual le salieron colmillos. Sus orejas comenzaron a cambiar, yo quería salir corriendo y gritando si no es que ella me tenía sujeto. Bueno, no era tan grave hasta que a esa mujer le salió una cola.

-¡Dios! -Dije, estaba atrapado por un monstruo. Como una mujer-lobo o algo parecido. La transformación se quedó ahí, estaba entre la humanidad y la bestialidad. Yo temía que me comiera o que hiciera algo peor con mi persona.

-Lo siento, no tenía a donde ir. Por favor, ayúdame. Te prometo que no te haré daño.

-Está bien, pero suélteme porque ya no siento mi brazo. No podía pensar claramente. No tuve más remedio que ayudarla, además, tenía un rostro tan triste que no podía decirle "No".

La medí, la pesé, le tomé la presión y demás signos vitales y los resultados eran inservibles porque no era humana. Estaba adolorida por las contracciones, necesitaba anestesia general pero desconociendo su fisiología no sabía qué hacer.

Necesitaba ayuda de alguien más experimentado, y bajo estas circunstancias solo podía confiar en una sola persona. Mi compañero, el Dr. Rivera.

-Espere aquí, voy por ayuda.

-¡Espera! ¡No confío en nadie más!

-No se preocupe, no pasará nada. Confíe en mí.

Salí de la modesta sala de urgencias, y fui en busca del Dr. Rivera. Estaba disfrutando la fiesta como todos los demás, y al parecer estaba algo pasado de copas, de todos modos aún conservaba la mayor parte de sus habilidades. Lo persuadí de seguirme y cuando vio lo que se alojaba en la sala de Urgencias lo único que dijo fue: "Chin... Ma..." ustedes completen el resto.

Quería salir corriendo, yo lo detuve, después tuve que calmar a esa cosa rara porque ella también entró en pánico. Después de tanto alboroto hablé con el doctor y lo convencí que me ayudara, y así lo hizo por fortuna, aunque no estaba muy feliz de hacerlo. Me dio un diagnostico: no entiendo ni madres.

Faltaba poco para que dieran las 12 de la noche y no se estaba llegando a nada.

-Bien, necesito que habrá sus piernas para ver cuánto está dilatado. -Le dijo a la paciente.

Ella le hizo caso, y enseño ahí abajo. Rivera lo vio todo y por la expresión de su cara solo pude confirmar que casi se vomita. Nadie estaba preparado para ese tipo de cosas, y menos el Dr. Rivera que estaba algo pasado de copas. Ya no había más tiempo que perder, la paciente estaba empeorando. Ya que nadie hacia nada importante, yo me puse de papel de partera, estaba esperando recibir al niño o al ser o lo que fuera, y el Dr. Rivera se convirtió en la "enfermera".

¿Qué como era mirar ahí? Eso era asqueroso, y me abstendré a dar detalles de eso. ¿Han visto parir a un perro? Es lo unico que puedo decir. Le suinistré un poco de anestesia con riesgo a no saber cómo su cuerpo reaccionaría. La "mujer-loba" comenzó a pujar, ella estaba sufriendo, yo solo podía decirle palabras de ánimo y frases alentadoras. En cada esfuerzo su cuerpo se transformaba más, sus tenis se rompieron por completo, le salió mucho más pelo, ahora tenía la cabeza literalmente de loba.

Ya no se qué pasó exactamente, creo que grite y ella aulló, yo cerré los ojos, laguna mental y después tenía en las manos dos pequeños seres recién nacidos. Dos bolas de pelo completamente indefensas, ciegas, sordas y llenas de líquido amniótico. El asco se convirtió en ternura, no les voy a mentir, lloré como si fueran mis hijos. Después observé a la que alguna vez fue una humana, su piel se transformó en pelaje, su boca en hocico, era un monstruo por así decirlo, solo que este era un monstruo bueno. Rivera se encargó de limpiarlos y darles los cuidados necesarios, yo corrí al baño a vomitar.

La hora marcaba las 12:00 AM, recuerdo que al momento de que estos lindos bebés nacieran se escuchó "Feliz Nuevo Milenio" al unísono, como si todo el mundo o por lo menos todo México gritaran al cielo con todas sus fuerzas. Ya era el año 2000 y el mundo no se había acabado, eso era un avance. La ser con sus retoños en sus brazos, era una escena conmovedora.

-¿Qué eres?

-Soy un ser que habita muy cerca de la civilización humana. Ustedes técnicamente nos llamarían "animales o seres antropomorfos" pero estas habilidades no nos fueron heredadas por ustedes.

-¿Por qué se esconden de los humanos?

-Ellos no están preparados para nosotros, le tienen miedo a lo desconocido.

-¿Por qué viniste aquí entonces?

-Porque no tenía lugar a donde ir, ni quien me ayudara. Nuestro doctor desapareció, seguramente pasó algo malo, y tuve que arriesgarme.

Dos horas después ella salió con sus dos "cahorros", feliz de que todo terminó bien. Como regalo me dio su collar de huella labrado en madera. Aquí lo tengo, dentro de mi cartera, miren. Todos acordaron no decir nada del asunto, y así como llegó, pronto vino la ayuda. A lo lejos se vieron siluetas de hombres con cabeza de animal, ella se fue y jamás volví a verla.

Hace casi 10 años de ese bizarro suceso. Créanlo o no, pero no pueden negar que fue una historia entretenida para pasar el rato. El Dr. Rivera desafortunadamente murió dos años después por conducir en estado de ebriedad, así que esta historia descansa solo en mí.

¡Olvide algo más! Antes de que esa peluda ser se marchase me dijo... ¡OH, esperen! Suena mi celular, disculpen.

-¿Hola, quién llama?... ¡Hola preciosa! ¿Cómo estás?... ¿Y los niños?... Qué bueno... No, no te preocupes, yo regresaré en la mañana, te quiero mucho, saludas a la familia por mí... Adiós, te amo.

Olvide mencionar que tengo una esposa y dos maravillosos hijos. Y hay fiesta en la casa de mis padres, nos perdimos la comida y la diversión. Oh si, antes de esta pequeña interrupción, esta especie de "mujer-loba" me dijo algo muy interesante.

-Probaste ser digno de sabiduría, de fortaleza y bondad. No eres como los demás humanos, eres diferente. Te podemos dar el don, puedes ser como nosotros, conocer el mundo como jamás lo habías hecho en toda tu vida. Tienes la decisión, ven con nosotros o quédate aquí, no puedo obligarte a recibir este regalo.

Era una elección seria, y escogí, es muy obvio lo que elegí. La oferta era tentadora, pero miren donde estoy. Solo puedo decir que soy un hombre afortunado. Si la vida que me hubiera tocado sería diferente a mi vida actual, estar solo, ser infeliz en este mundo, entonces hubiera tomado la otra opción. Muchas cosas están empeorando principalmente en este país, el 2012 será un año pesado, pero estoy feliz donde estoy y eso es todo lo que necesito.

Bueno, supongo que eso es todo, falta poco para el 2010, se divierten mucho. Eso es todo lo que tengo que decir, adiós y no tomen mucho.