El Devorador de Almas, segunda parte

Story by Alfred Sherford on SoFurry

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#7 of Sin Valley


Tras volver esa noche al orfanato, William supo sobre la llamada de Jack. Erick le dio la lista que le había pedido, junto con la firma y la letra de cada uno de los cirujanos. Le dijo a Erick que el mismo se la llevaría, para ahorrarle el viaje. Ya había visto a Susan, y le había dado su primer beso. En ese momento era capaz de aguantar lo que fuera.

Al día siguiente, tras nueve timbrazos en la puerta, Jack se despertó de su letargo. Brian aun seguía dormido, podía explotar una bomba y el ni por enterado. Se puso el pantalón y salió. Al abrir la puerta se encontró con William, que llevaba una carpeta en su mano.

--No es gracioso. Ayer no tuve un lindo día.

--Ni te lo imaginas. Pero ya que estas aquí, ¿Dónde coños estabas ayer?

-- ¡Ja! Sabía que habías ido a verla.

--Vamos, no te pongas así. Esta bien que quieras reanudar tu vida. Hay que comenzar de nuevo.

--No te pregunto que paso por que no me vas a decir la verdad. Prefiero preguntarle a Susan. ¿Qué traes ahí?--le preguntó, cambiando abruptamente de tema, señalando la carpeta.

--Que listo. Eso me va a servir bastante.

--Tenían un infiltrado en la escuela. Lo encontramos ayer, cuando intentó matarnos.

--Vaya que si. Lo mejor es que encontramos una nota con indicaciones sobre como sustraer un pulmón. El bastardo esta muy viejo para seguir, y les esta enseñando como seguir su labor. No puedo permitir que lleguen a eso.

--Solo alguien retirado tendría tanto tiempo. Le pedí a Brian que me ayudara a comparar la nota con la letra de Robert, pero esto me va a servir más.

--Bien... ¡oye, espera!--fue corriendo por una bolsa con un abrigo dentro-- ¿Puedes llevarle esto a Sean? El ya sabe que hacer.

--No te quejes que te pago bien.

Mientras tanto, Richard Ford terminaba de realizar el papeleo sobre lo ocurrido en la noche anterior. Confiaba en que Jack procesaría las pruebas. Vaya que trabajan como equipo. Se despertó desde las 6 para no tardar y ganar tiempo. Había vidas en juego, y lo que menos quería era perderlo.

Tenía que procesar también el perfil del criminal, algo en lo que tenía algunos problemas. Pero este lo podía hacer un estudiante de primer año: a menudo logra mostrar su lado vulnerable, por lo que mantiene un alejado vinculo con todo el que le rodea; su infancia creció en un ambiente de abuso y violencia; estuvo siempre bajo la influencia de alguien superior. Por lo que parece, se encontraban frente a una relación maestro-aprendiz. Aunque dejemos que Jack nos explique eso más adelante.

Su celular comenzó a sonar. Lo cogió y vio que venía desde la central.

_--Richard, tienes más trabajo--_le explicó la voz femenina de la secretaria de su padre.

--Tienes que ir a la avenida Toledo, en el número treinta y cuatro. Al parecer hubo un robo.

--Por eso mismo. Es tu caso. Secuestraron a Bert Malcovich.

No tardo mucho en llegar. Los de escena del crimen se le habían adelantado. Al menos mantenían controlada a la prensa. Jack avanzó hacía la casa de Bert. Esa extraña aura... había desaparecido. Ya la muerte había estado ahí. Richard ya estaba en la casa, analizando todo. Al entrar, Jack encontró todo peor que la escuela. La mesa había sido destrozada, los sofas abiertos por todos lados, todas las fotos se encontraban en el suelo, junto con libros y platos. Con cuidado de no romper nada, avanzó hacía el joven detective.

--Vinieron en la noche. Al parecer Robert los estaba esperando, pues todo indica que la pelea comenzó en la sala. Trataron de acuchillar a Robert, por eso se encuentran así los sofas. Lo lanzaron de un golpe hacía la mesa. Después se llevaron a Bert. Los demás destrozos los hicieron para confundirnos--le explico Richard a la perfección.

--Si. Por algo que encontramos aquí--le mostró un frasco naranja. En la etiqueta decía: Ribotaccin--. Estaba fuera de la casa. Lo más probable es que se haya caído cuando salieron de la casa.

-- ¿Qué pasa?

-- ¡Bingo!--exclamo Jack.

--No creo que sean necesarias. Solo tengo una pregunta: ¿Dónde esta Robert?

--Bien, tenemos que hablar con el lo más pronto posible.

-- ¿Con que motivos?

Con orden en mano, Richard llamo a la puerta del señor Stoner. Tras unos segundos, el destrozado padre apareció en el umbral. No parecía haber servido en lo absoluto la charla con el psicólogo. Le mostraron la orden y entraron. Richard se encargo de hablar, mientras Jack revisaba la habitación.

--Necesitamos también hacerle algunas preguntas--le explicó Richard.

--Sobre el comportamiento que había tenido Harry estos últimos días. Si no me equivoco, usted le dijo al doctor Lorence que era un poco frío.

-- ¿Desde cuando noto ese cambio?

-- ¿Ha vivido aquí?

-- ¿Tiene alguna idea de si su hijo haya estado envuelto en alguna clase de deuda?

-- ¿Nunca vio a su hijo consumir alguna clase de medicamento, o encontró alguno en su habitación?

--No. Me refiero a antidepresivos, o algún calmante.

--Ya veo-- ¿Por qué siempre los chicos más calmados esconden los peores secretos?, se pregunto en su mente.

Busco en los cajones de su buró, en su armario, en la cama y bajo ella, en algún escondite secreto tras los posters, baldosas falsas en el suelo, en el baño... pero nada. Parecía que toda la habitación estaba limpia. Estaba dispuesto a salir de la habitación, pero vio algo que le llamo la atención. En el suelo junto a la puerta de madera había... aserrín. Se acerco más, y eso era. Reviso la puerta; era lo suficientemente gruesa. Comenzó a tocar en ella hasta que escucho un sonido hueco. Retiro el trozo de madera falso y encontró lo que buscaba: un frasco repleto de Ribotaccin.

--El padre esta peor que antes pero...--miro el frasco en la mano de Jack--... encontramos lo que buscábamos.

--Así es. Adivina a quien pertenece la huella encontrada en el salón.

--Correcto. Fuentes nos dijo que todo se fue abajo cuando "ese" imbecil se arrepintió. Ese imbecil era Robert. El señor Stoner me dijo que Harry había tenido un comportamiento frío desde hace tres días. Según su perfil, Harry era muy sensible a las escenas fuertes. ¿Por qué Harry tenía este frasco? Por que debió ir hace cuatro días a casa de Bert, y encontró esto en la habitación de su padre, junto con pruebas que lo incriminan en todo esto.

--Y por que secuestraron a Bert también. Era un castigo por haberse arrepentido.

--Quizá por que daño a su hijo en uno de sus ataques de rabia. Stoner me dijo que Bert tiene algunos días viviendo aquí.

--Si. Tuvo problemas en casa.

-- ¿Por qué lo dices?

--O escondiendo algo--le interrumpió Richard, que también había entendido.

--Creyó que Harry podría denunciarlos si le daba la información que necesitaba... y que cuidaría de su hijo. Pero Harry malinterpreto todo, y por eso grito, creyendo que realmente le iba a hacer daño. No tuvo más opción que llevárselo.

Ambos salieron corriendo de la habitación. Le dieron las gracias al señor Stoner por la ayuda y subieron al auto. No tenían mucho tiempo. En ese momento Robert estaba en riesgo.

Paso por la habitación de una señorita llamada Susan Connors, que se encontraba dormida. Después se encargaría de ella. Por ahora tenía cosas más importantes que hacer. Su cuerpo irradiaba un aura oscura, que hacía que todos los que pasaban a su lado se apartaran y quedaran callados. Su abrigo negro lo cubría por completo.

Mientras tanto, Jack Sheppard corría por el pasillo contrario al que había venido el extraño. Richard se quedo hablando con la enfermera en recepción. Le dijo que había visto un hombre con abrigo negro entrar. Rápido le indico a Jack la habitación por la radio. No tenían mucho tiempo. Solo una persona podía ayudarlos, y estaba punto de ser asesinado.

Por más poco que sea, se sabe bien que el aire en la sangre es fatal. Al llegar al corazón, el bombeo de sangre se ve interrumpido y el corazón se comprime. Esto genera un infarto. Un asesinato natural.

--La traición ssse paga con la muerte--le dijo la voz siseante del extraño.

Ninguno de los dos había visto al joven humano que acababa de entrar. Le plantó un brutal puñetazo al extraño, para luego quitar de la vena de Robert la ampolleta. Gotas de sangre comenzaron a caer, seguidas de un poco de aire. Jack Sheppard apunto con su pistola al extraño que le daba la espalda. Pero de la nada surgió una escamosa cola verde que le arrebato de un golpe su pistola. Después dio la vuelta y una enorme garra le lanzó hacía la pared. No tenía tiempo. El extraño salió corriendo. Jack se levanto y comenzó a seguirlo, mientras una enfermera entraba a revisar a Robert.

Jack estaba sorprendido ante la capacidad física del fugitivo. De hecho, comenzó a correr más rápido. Dio vuelta en un pasillo, y fue directo a una ventana. Jack le siguió muy de cerca. Solo tenía que avanzar unos metros más. Pero tuvo que detenerse ante lo que vio. El extraño saltó por la ventana, a dos pisos del suelo, y siguió sin ningún rasguño su huida. Jack solo lo vio partir desde la ventana a gran velocidad.

-- ¡Diablos! ¿Qué fue eso?

--Delicado. Al parecer la impresión le afecto mucho, y su pulso aumento drásticamente. ¿Qué diablos le quería hacer?

--Eso es bastante metódico. Espera, si llego a la habitación, debió haberse registrado. Iré a preguntar a la enfermera.

Jack observó al extraño hasta que se perdió entre los edificios de la ciudad. No tenía ni la más remota idea de cómo pudo haber hecho eso y seguir adelante. Le golpeo la espalda con una charola, saltó desde un segundo piso, y siguió corriendo. Solo había una cosa capaz de hacer eso, y no le gustaba en lo absoluto.

-- ¿Qué pasa?

--No te presiones. Podemos hacerlo después.

-- ¿Fill?--Jack reviso la lista. Así era, durante esos últimos días había hablado mucho con Fill y con sus otros compañeros de trabajo.

-- ¿Cómo lo sabían?

--Necesitamos hablar con ellos. Si presentaron su carta de renuncia deben estar en el edificio recogiendo sus cosas. Manda a dos guardias que vigilen la habitación.

--Bien. Andando, no tenemos mucho tiempo.

Mientras tanto, en un abandonado callejón, típicos en la ciudad, un viejo simio con ropa andrajosa iba buscando su almuerzo. Probablemente iba a encontrar algo en el bote de basura. Miro por todos lados, pero no había nadie. Tenía un banquete seguro. Comenzó a avanzar hacía el. Lo abrió con cuidado, pero a pesar de estar acostumbrado al hedor, este le resulto mucho peor. Miro con cuidado y se encontró con una bolsa negra. Echo un vistazo, pero se arrepintió de haberlo hecho. Un grito de horror se escucho por todo el callejón.

--Señor Fuentes--le llamo Richard--. Detectives Sheppard y Ford, homicidios.

--Es--le corrigió Jack--. Estoy seguro de que sigue vivo.

-- ¿A que se refiere?--preguntó Richard.

-- ¿Quiénes?

-- ¡¿Qué?!--exclamaron ambos sorprendidos.

--No es posible. Sabemos que presentaron sus cartas de renuncia.

-- ¿Cómo murieron?

--No puede ser--dijo Richard.

Jack entro en el cubículo de Peyton Driscoll. Entre los libros que se encontraban ahí había varios manuales de medicina. Comenzó a hojearlos, y vio que había muchas partes subrayadas.

--Eran buenos tipos. Durante varios días tuvieron problemas, pero nada serio.

--Muchas gracias por su tiempo señor Fuentes. Le llamamos si necesitamos algo--le indico Jack. Siguió a Richard hacía el elevador--. Que curioso, un día antes de ser despedidos presentan su carta de renuncia. Con la liquidación tendrían bastante dinero como para dejar la ciudad.

--Y no tenemos tiempo para eso. Hay que ir al forense. Encontraron el tercer cadáver.

-- ¿Qué me tienes Hill?--le pregunto Richard.

-- ¿Sabes que pudo causarla?

-- ¿Qué le hicieron a las otras dos victimas?

--Y a Freedom el hígado. ¿Por qué le dieron el titulo del devorador si la columna no es algo que se pueda comer?--pregunto Jack.

--Eso si. ¿Hay algo más acerca de las otras victimas?

--Eso es bastante feo.

--El gobierno tiene una base de datos con la vida de todos los habitantes del mundo, pero no pueden tener una base de ADN--reclamo Richard.

--Bendita Norte América.

--Eso parece haber sido hecho por una pistola de descargas. La descarga comienza a quemar las células de la piel, por eso toma ese color negro.

--Es lo más seguro. Será difícil encontrar quien la haya comprado.

--Es defensiva. ¿Como pudo haber sido después de muerto?

--Tampoco es que nos vaya a ser muy útil.

--Eso también es curioso. Solo había muestras de cinco personas. Pero el señor Malcovich no estaba entre ellas.

--Lo más probable es que no les haya gustado en lo absoluto lo que tenían que hacer. Comenzaron a amenazarlos y es ahí donde decidieron actuar.

--Aun con los registros del teléfono será bastante difícil.

--Veré que puedo hacer.

--Agentes Sheppard y Ford. Los esperan en la sala de juntas.

--Agente Sheppard. Agente Ford. Es un gusto saber que este video llego a ustedes. Si se encuentran viendo esto, han encontrado el cadáver de este pobre niño. Es solo la tercera victima, pero pronto desearan que solo estos hayan muerto. Deben estar muy molestos. Yo también lo estoy, debido a la muerte de uno de mis hombres, después de todo lo que el hizo por mi. Aunque he de aplaudirles que hayan llegado tan lejos en solo un día. Su trabajo es de admirarse, mejor que el nadie. Comienzan a pensar ambos como nosotros, como verdaderos criminales. Solo tengan cuidado que ese pensamiento no los controle. De ser así, les tendré un lugar solo para ustedes. Les sugiero que dejen de buscarme, pues no hay muchas posibilidades de que lo logren. Esto es solo una advertencia. De seguir, perderán el control de la ciudad--el video término en ese punto. Leopold golpeó la mesa con su puño, furioso.

--Cálmese señor--le pidió Richard--. Estamos haciendo todo lo posible para atraparlo.

--Pero tenemos su perfil--señalo Jack--. Sabemos que es un cirujano, probablemente viejo y retirado. Es bastante metódico. No tiene interés en causar un pánico en la ciudad, pues los cuerpos los deja en sitios que no son públicos. No trabaja solo, algo que ya sabemos. Lo curioso es que parece presentarse aquí una relación maestro aprendiz. En esa relación, alguien débil se junta con una persona más fuerte, intimidante, con el fin de obtener protección y poder sobre los demás. A cambio, deberá hacer todo lo que su maestro le ordene. Suele presentarse desde que son niños.

--El maestro es el mismo por el resto de su vida. Al conocer a los cómplices, podríamos investigar su pasado y saber quien pudo haber sido su maestro. Nos estamos enfrentando a alguien que ha tenido el poder suficiente para abusar de los demás, pero que nunca nos daría la cara.

--Por lo mismo. Si seguimos la investigación, grabará a sus victimas y les enviara los videos a las familiar, para causar el caos. En ese caso tenemos que estar atentos de otros secuestros, e intervenir los correos de las familias.

--Ya le dije, es viejo. Le esta enseñando a sus cómplices todo lo que sabe, para que sigan su labor. Tendríamos a una legión de asesinos en las calles.

--No se preocupe. Si no le molesta--camino hacía el reproductor y extrajo el disco--, me llevaré esto para analizarlo mejor. Richard, a trabajar.

--Al parecer Becor ira a interrogar a Robert--advirtió Richard--. Tengo que ir a revisar que no haga nada estupido. Ya di instrucciones de que buscaran cualquier similitud en las personas con las que más ha hablado Robert estos últimos meses.

Cada quien tomo un pasillo diferente. Jack fue hacía la central de computo, para contactar a John Tucker, el radiofonista que le ha ayudado a investigar quien esta en busca de su cabeza. Tomo la computadora más cercana, cuya pantalla estaba emprotada a la pared. En la mesa había una pantalla táctil donde aparecía el teclado. Introdujo el disco en una ranura a lado del teclado, para luego llamar a John.

--Si, necesito un favor. Tengo un video que quiero que cheques. ¿Estas conectado?

--Bien--selecciono el video y lo mandó al correo de John. Tras un momento John le hablo.

--Gracias John--colgó, sacó el disco y se fue. Tenía cosas que hacer.

Susan finalmente salió del baño, vestida con una blusa blanca y una falda azul. William se sorprendió al ver la belleza que irradiaba. Se puso de pie y camino hacía ella.

--Si. Mientras más rápido salgamos de aquí mejor.

-- ¿Qué paso?--preguntó Susan para romper el silencio.

--Vaya, eso si que es interesante. Jack debe tener mucho trabajo.

--Bueno, eso si. Después de todo, es lo que quería, buscar a quien ha estado haciendo todo esto.

--Cuando estaba en casa, me encontré con la foto de... de Lucy--le dolió el momento de decir su nombre.

--Si. Quizá olvide esa, o la encontró uno de los chicos y la dejo en mi escritorio. No los culpó. Les caía muy bien.

--Una parte de mi se niega a aceptar aun lo que paso.

--Pues tienes que olvidarla. Te traiciono, y no vale la pena que pienses en ella.

De repente, sintió la suave y calida mano de Susan tomar la suya. Se sorprendió, pero no la quito de encima. Se sentía tan bien, tan... seguro.

--Creo que... que ya la encontré.

--Susan, se que es muy pronto. Tampoco quiero que pienses mal. Solo quiero llenar ese hueco en mi corazon.

--Por favor, dame una oportunidad.

--Lo se, pero no arreglaremos nada estando solos. Dame una oportunidad.

--... de acuerdo, pero no quiero acelerar las cosas. No hay que...

Ambos se miraron a los ojos. Por un momento, William deseo lanzarse sobre ella y besarla apasionadamente, pero contuvo los deseos. Ya habría tiempo después. Se tomaron de las manos. Aunque Susan quería aceptar ser su novia, tenía miedo de que le volvieran a fallar. Esta vez quería llevar las cosas con calma.

Richard era bastante paciente, a diferencia de Becor, que por poco ya arrestaba a un doctor. Para matar el tiempo, el joven detective analizaba las pistas que tenía en su cabeza, y el perfil que Jack le había dado. A pesar de que había sido participe en los asesinatos, no fue decisión suya. No tenía opción, no podía dejar ese juego sin poner en riesgo la vida de su hijo. Pero a nadie le importaría eso; todos desearían verlo muerto... a menos que pudiera hacer algo para evitarlo. La prensa aun no sabía nada sobre el, y podía pedirle a su padre que lo exonerara. Sería difícil, pero no quería matar a un inocente.

--Ford--contestó.

--Dime que encontraste algo.

--No veo que tiene de interesante--dijo desilusionado.

--Y me imagino que les dio Messer para tratarla.

--Pero tengo que estar presente en el interrogatorio.

Richard rió al escuchar eso. A Mary le encantaba hacer esa clase de comentarios.

Una media hora después llego. Hubo un tráfico horrendo de camino, así que decidió tomar una ruta alterna. Al llegar encontró a Jack esperando en la entrada del edificio. Se veía calmado, pero listo para entrar en un tiroteo en caso de que fuera necesario.

--Parece que nuestro amigo Messer nos ocultó eso.

--No, pero de algo nos va a servir que nos diga lo que sabe. Andando.

Jack y Richard lo miraron por un momento. No cayeron trozos de vidrio, señal de que se había lanzado teniendo la ventana abierta. Estaba muerto, eso era obvio. Sin embargo, no fue suicidio, y ambos lo sabían. Subieron corriendo hasta el piso donde se encontraba su consultorio. Prestaban atención en caso de escuchar al elevador, pero nadie en ese momento decidió bajar. Desenfundaron sus armas y las cargaron, en caso de tener que disparar.

Al avanzar, se encontraron con el cuerpo de la joven secretaria. En su frente un orificio de bala. Al parecer, le habían disparado desde el consultorio. La puerta al consultorio estaba cerrada. Ambos entraron, pero la oficina estaba vacía.

--Tenemos que revisar los documentos de Messer, antes de que lleguen los demás.

--Depresión tratada con Ribotaccin--dijeron al unísono.

--Aquí esta--Jack se dio la vuelta. En la pantalla había 8 nombres--. Aquí están Robert y sus amigos, el profesor de álgebra, y nuestros otros tres...--pero se detuvo al escuchar algo en la puerta. Al levantar la vista, se encontraron con tres encapuchados apuntándoles con rifles de asalto. Los cargaron, y comenzaron a disparar.

Para no hacer mal uso de sus municiones, los extraños se turnaban para disparar, pues sus rifles tenían un poder de fuego sin igual. No les daban respiro para nada. Jack y Richard siguieron disparando, deteniéndose solo para cargar. Pero no tenían muchos cargadores, y pronto quedarían indefensos. Jack debía planear algo si quería seguir vivo. Vio fuera del edificio un cable de teléfono, bastante grueso para soportar a ambos.

-- ¡¿Qué?! ¡No! Al menos quiero morir en acción.

No tenía opción. Tampoco quería convertirse en una coladera humana. Ambos comenzaron a correr hacia la ventana, Richard disparaba hacía ellos mientras Jack disparaba hacía el cable para romperlo. Tras cuatro tiros lo logró. Sin pensarlo de nuevo, saltaron hacía el vacío. Vieron a todas las personas en el suelo observarles, mientras los encapuchados seguían disparando. El cable, de al menos 15cm de diámetro, comenzó a caer justo cuando Jack y Richard lo sujetaron. Por un momento creyeron que se rompería, pero logro soportar su peso. Comenzaron a caer junto con el cable, una experiencia que por un momento se les hizo divertida. Pero dos metros antes de llegar al suelo, este se rompió, haciéndolos caer estrepitosamente al suelo, pero a salvo. Los extraños solo los observaron, para luego partir.

-- ¿Es de ellos?--pregunto Richard.

--Quizá hay un rastro.

--No puede ser. Debimos haberle dado cuatro o cinco veces. No pudo haber soportado eso--exclamó Richard, sorprendido. Jack, quien compartía su sorpresa, solo miro la sangre en el suelo.

--La computadora esta hecha trizas. No creo que sepamos...

--Diablos.

--Creo que encontramos la equis que marca el tesoro--aplaudió Richard.

Richard no hizo esperar la llamada. Marcó a Mary y le dijo los tres nombres que Jack había dicho, y que buscará si alguno de ellos trabajaba en la farmaceutica. Un momento después le contestó desde el altavoz.

--Le consiguió los medicamentos a Messer--dedujo Jack--. El es el primer esclavo. Messer los recluta. Convenció a Corner de que servir al devorador le haría encontrar un nuevo sentido a la vida.

-- ¿Me están diciendo que el doctor Messer reclutaba asesinos?

--Les infundía una pseudo identidad. Los convencía de que siendo asesinos serían más felices--finalizo Richard

--Tenía la psicología de su lado. Podía manipularlos a su gusto. Sin embargo, Messer sigue siendo un aprendiz.

-- ¿Tomado?--preguntó Jack--La nota que encontramos también parecía haber sido escrita por alguien...--pero entonces le vino la idea. Comenzó a agrupar todas las pistas, todo lo que hasta el momento había visto--... un doctor nunca bebe antes de operar, y el no puede ser la excepción.

--Hay otras razones por las cuales paso eso...--entonces comprendió la respuesta. Sacó su celular y llamó a William, quien en unos segundos le contesto.

--Necesito los nombres de los cirujanos.

--No esos cirujanos. Busca alguno que haya sido despedido por Parkinson.

--Ya lo tengo... Samuel Monroe, cuervo, cincuenta y siete años. Trabajo en el hospital general como cirujano en jefe, hasta que un paciente murió durante una operación. Oculto por meses que sufría Parkinson. Dijeron que fue un accidente, supongo que para no tener a la prensa fastidiando. Sin embargo, fue despedido días después.

-- ¿Iras solo por el?--preguntó.

--Aquí no hay nada que hacer--quitó el altavoz del celular y salió corriendo mientras hablaba con William--. De acuerdo, voy para allá.

Un psicodrama, se iba diciendo Jack. En el camino, William le contó que Samuel fue violado por su padre y por algunos amigos. Todas las violaciones fueron llevadas a cabo cuando tenía la misma edad de cada una de sus victimas, y del mismo modo. Un psicodrama. Sus cómplices son su público. Esta reviviendo ante ellos las escenas de su vida que le hicieron daño, para liberar su rabia. ¿Pero por que su padre? ¿Por qué lo revive en el papel de su padre?

De repente su celular sonó. Al contestar escucho la voz de Sean.

--Si. Ya analizamos el abrigo que nos trajo William esta mañana.

--A simple vista no parece haber algo. Hicimos muchos análisis, pero parecía no haber nada. Pero en las mangas encontramos lo que necesitas. Al parecer la manga derecha tenía algo de ácido.

--Ácido fórmico. Es utilizado para la fabricación de tintes de cabello. En la ciudad, solo había una fábrica donde era utilizado.

--Si. Laboratorios de belleza Healtfit. Ahora abandonada. ¿Quieres que llame a tu compañero...?

Cuando Richard llegó al hospital, Becor ya había terminado el interrogatorio. Al menos si lo habían grabado, así que podía estar seguro de que no se excedió. Robert se había quedado dormido, para descansar del interrogatorio al cual Becor lo sometió. Uno de sus hombres le entrego el video, y pidió que todos salieran de la sala de visitas para verlo. Al introducir el disco en la entrada de la pared, la pantalla empotrada a la pared mostró a un Robert ligeramente drogado para calmar su dolor y para que hablará más fácil, y a un Becor que se acercó a el lentamente. Después tomo una silla y se sentó a su lado.

--Por favor, no me hable de eso. Ya tengo bastante con haber perdido a mi hijo.

-- ¿De que servirá? Si no me mata usted, lo harán ellos.

--Los cazadores.

--No le diré nada.

Por un momento hubo un silencio. Pero tras haberlo pensado bien, Robert comenzó a hablar sobre todo lo que Becor quería saber.

-- ¿Qué tanto hacía usted?

--Necesito nombres señor Malcovich.

--De acuerdo. Lo que ahora me interesa es saber donde se encuentran los chicos que fueron raptados.

--Si lo sabe. Si ayudo en los secuestros debería saberlo.

--Señor Malcovich--comenzó a enojarse. Cerraba sus puños para calmar su ira--. Por favor, ¿Dónde están los chicos?

--Al contrario, quizá obtenga mucho. Me acaban de informar la posible localización del escondite de su jefe. Si usted lo confirma, podríamos ahorrarnos mucho en investigar.

--Por favor señor Malcovich, la vida de su hijo esta en peligro. Dígame donde están.

--Diablos--_el celular de Becor comenzó a sonar--...Diga... de acuerdo..._--dicho esto salió.

-- ¿Es todo?

--Estupido Becor--maldijo en voz baja.

--No nada. Déjeme ver la cinta de nuevo.

Una puerta se abrió lentamente en una enorme habitación. La luz del sol entro, formando una sombra en el suelo. Por todos lados se escuchaban goteras. Un olor extraño inundaba el lugar. Maquinaria obsoleta, tiras rotas, botellas en el suelo. Una linterna buscaba indicios de vida en el lugar. En la puerta, Jack Sheppard apuntaba hacía donde su linterna iluminaba. Entró con cautela.

En su estudio de grabación, John Tucker revisaba el video que le había mandado Jack. Buscaba cualquier cosa que le pareciera extraña, que lo ayudara a encontrar su escondite, pero no había nada. Fue hecho con todo el cuidado del mundo, para no dejar ni la más mínima pista. Ya prácticamente se había memorizado el mensaje del extraño. Pero por más que lo revisaba, había algo que lo había verlo de nuevo.

Richard termino de ver la cinta. Al igual que John, había algo que estaba mal. Comenzó a verla de nuevo, pero no encontró nada. Reviso de nuevo, pero al llegar al final la detuvo. Había algo que estaba mal. Regreso hasta donde Becor le pedía que le dijera donde estaban los chicos.

-- ¿Dónde están los niños? Suena a una orden--entonces lo comprendió--. ¡Localicen a Fernand Becor!

--No es un buen momento John.

--Ya se donde esta el devorador.

--No creo que me sirva de mucho.

-- ¿Por qué?

En ese momento la sorpresa lo invadió. Colgó lentamente y dio la vuelta, solo para encontrarse con el rostro del imperfecto frente a el.

Una blanca luz comenzó a surgir sobre el. Aun su visión estaba borrosa, pero podía escuchar algunas voces. Comenzó a recuperar su vista, y figuras negras aparecieron ante el, observándolo. Parecían sujetar algo. Poco a poco las figuras tomaron forma. Se encontró entonces frente a los 3 últimos seguidores de Samuel, quienes sujetaban a Harry y a Bert. A su lado había un cuervo vestido de cirujano.

--Samuel.

--Y tú digno de que te patee el trasero.

--Alguien como tú no merece educación.

--El único loco aquí eres tú. Ya se por que estas haciendo esto. Tú padre te hizo el mismo daño, pero ellos no tienen la culpa. Matarlos no va a solucionar nada.

--Vaya. He de decir que has formulado una teoría interesante. Desafortunadamente no tienes ni la menor idea de que trata esto. Después de todo, no esperaba que lo entendieras hasta que llegaras a verlo. Resolviste todo, mi identidad, mis aprendices, mi reclutador... pero nunca a mi infiltrado. Becor--al instante, Becor salió de las sombras--. Tuviste que verlo para darte cuenta.

--Tenía que mantener a mi jefe informado de todo--explicó.

-- ¿Qué pasara entonces? ¿Mandaras a tus aprendices a matar? ¿Acabaras con Harry y Bert?

No le dio tiempo de nada. Abrió su camisa de golpe, y lentamente comenzó a cortar la piel del estomago. Había algo que le llamo la atención: una cicatriz en su pecho. Jack gritó al sentir el filo comenzar a cortarlo. Trato de soltarse, pero era inútil. Los niños veían la escena con atención la escena, a pesar de no desearlo. En su cabeza comenzaron a escucharse gritos de niños, niños que estuvieron en esa misma mesa, siendo torturados hasta la muerte. Pero no eran dos, eran miles de voces, y era difícil de entender por que. Sus gritos se escuchaban por todo el edificio, y cada vez eran más fuertes. A pesar de eso, apenas estaba comenzando a cortar.

--Estas herido--señalo mientras lo desataba.

--Están muertos. Fui lo más preciso posible--miro a la pareja que formaban Harry y Bert, abrazándose a unos metros de el--.Chicos, soy Richard Ford. El es mi compañero Jack Sheppard. ¿Están bien?

-- ¿No les hicieron nada? Lo que digan no saldrá de este lugar.

--Bien. Jack, será mejor que llamemos a la caballería. Te guste o no, necesitas atención medica.

-- ¡Maldito!--le insulto Richard mientras cargaba su arma-- ¡Jack, tienes que ir por Samuel! No podemos dejar que escape.

--No hay tiempo. ¡YA!--salió de su escondite para disparar hacía Becor mientras Jack corría hacía donde fue Samuel. Becor trato de dispararle, pero no acertó en ningún tiro. Cuando Richard se quedo sin munición, Becor le siguió disparando. Ya tendría tiempo para ir por Sheppard. Richard les indica a los chicos con un ademán que se escondan dentro de una caja vacía. Al hacerlo, Harry vio algo negro en el suelo.

--Supongo que tu también. No eres muy bueno en estas cosas. Supe que eras tú al ver el video--sin temor alguno, salió de su escondite y camino hacía Becor--. Le estabas ordenando a Robert que te dijera donde estaban los chicos, a pesar de que lo sabías. No puedes controlar tu forma de actuar.

--Becor...

Jack escucho el disparo, pero estaba demasiado lejos para volver. Continúo avanzando en busca de Samuel. No le quedaban más que dos balas. Debía cuidarlas bastante bien. Escucho voces cerca de ahí. Se apresuro a llegar con su arma lista. Al dar vuelta tras un pasillo se encontró de frente con Samuel, quien rió al verlo.

--Todo término Sam--le apuntó con su arma--. Las manos sobre la cabeza.

--Es exactamente lo que estoy haciendo.

-- ¿Qué diablos...?--Jack se sorprendió ante lo que acababa de decir.

--No se de que diablos estas hablando.

-- ¡Basta!

--No te mereces la muerte.

Fue cuando Jack lo entendió. El psicodrama consiste en revivir las escenas traumáticas de la vida. Sin embargo, lo que Samuel hacía era algo diferente. Estaba viviendo la vida de su padre. No entiende por que, es algo bastante extraño, pero era así. Los abusos a los que sometió a los niños fueron los mismos a los que fue sometido el. Ha llevado a cabo la vida de su padre, y el ciclo esta por terminar... con el.

--No. No mereces la muerte.

-- ¡Brian! ¡Suéltalo bastardo!

--No.

-- ¡Brian!

--No puedo--Jack, al ver en peligro la vida del tigre que amaba, vivió ese momento desde los ojos de Samuel. La presión. Su padre al borde de la locura. Su madre, que tanto amaba, a punto de morir. El, apuntándole con un arma al cuervo que tanto daño le había hecho. Quería verlo muerto, pero era un castigo que no merecía; pero tampoco quería ver a su madre morir. Ahora, en la realidad, era tiempo de tomar una decisión; pero ninguna le favorecía.

--No puedo...

Jack Sheppard fue despertado por el brillo de una blanca luz sobre el. Parece que me volvió a atrapar, pensó. Sin embargo, sintió algo conectado a su brazo. Tras recuperar su visión, observó que se encontraba en un cuarto blanco. Había una jeringa conectada a su vena, inyectando sangre a su cuerpo. A su derecha una pantalla mostraba una imagen tridimensional de su corazón, que funcionaba perfectamente. Frente a el surgió un doctor.

-- ¿Tiene noticias sobre la condición de Samuel Monroe?

--Bien. Terminar programa--ordeno Jack. El holograma del doctor desapareció. La computadora que monitoreaba los signos vitales producía el holograma para explicarle al paciente la situación al momento de despertar. Después les decía lo mismo a los familiares.

--Jack, estaba muy preocupado--se acerco a el y le dio un fuerte abrazo, con lágrimas rodando por sus mejillas--. Creí que te perdería.

--La computadora ya nos dijo que puedes irte hoy mismo. Es bastante raro que te hayas recuperado tan rápido--señalo William--. Pero bueno, misterios de la vida que no podemos entender.

--Me llamó Becor para decirme que estabas herido. Me cito cerca del laboratorio, y ahí me agarraron.

--No amor. Ya nadie más que tu puede tocarme.

--Señor... yo...--miro a todos, en especial a Richard. En sus ojos había cierto tono de tristeza--... no puedo aceptarla.

--Pues... esta equivocado. Yo no descubrí a Becor, fue su hijo. De no ser por el, quien sabe que me hubiera hecho Samuel. Además, el tiene más tiempo que yo. Lo merece. Yo no tengo intención de usar un uniforme verde el resto de mi vida. Detener estos asesinatos era lo único que quería. Además, mis amigos que ayudaron todo el tiempo.

--Ah, bueno...--se rasco la nuca--... supongo que en algunas cosas tiene razón. Pero es mucho más lo que Jack hizo.

--Me sorprende tú decisión. Aunque seguiré tu consejo. Richard, después de largo tiempo en la asociación, nunca te has metido en problemas ni has usado mi poder. Supongo que después de esto, mereces la placa. Prepararé las cosas para la ceremonia de titulación. Por ahora es mejor que descansen, yo me encargaré del papeleo. Buen trabajo, Sheppard, hijo--dicho esto, salió. Richard se sorprendió tras haber escuchado eso.

--Te lo mereces. Yo tengo otros planes.

--Gracias.

Al salir de su habitación, se encontró con el comité de bienvenida. Desafortunadamente, algo estaba mal: se estaban llevando a Robert.

--El es cómplice de múltiple homicidio--le contesto uno de los imperfectos.

-- ¿Qué esta pasando aquí?

--Jack, es culpable de tres homicidios.

-- ¿Sugieres que lo deje libre?

Leopold dio un largo suspiro. Miro a Robert, que le pedía con los ojos que aceptara.

Mientras los imperfectos se alejaban junto con Leopold por el pasillo, Bert apareció. Miro a su papá, para luego correr hacía el y darle un fuerte abrazo, mientras lágrimas rodaban por sus mejillas. Harry y su padre aparecieron tras Bert, y caminaron hacía Jack.

--Era lo menos que podía hacer. No puedo permitir que Bert crezca sin padre. Es importante que los dos estén presentes con ellos--Harry y Bert se tomaron de la mano--. Su relación es fuerte, pero lo que vivieron solo será superado teniendo a sus padres presentes--el padre de Harry se mostró algo inconforme--. Señor Stoner, debe entender que el padre de Bert no tenía opción. Su ira no lo impulso, sino los deseos de proteger a su hijo. Los dos habían descubierto su secreto, y solo eso quedaba. Sin embargo, el nos ayudo mucho para encontrar a Harry. Les buscare un trabajo estable, que les pague bien y que les de mucho tiempo que pasar con sus hijos. Les sugiero que acudan a la terapia psicológica, para que superen estos traumas lo más pronto posible.

Jack bajo la cabeza y dio un largo suspiro.

Jack no le aviso a nadie. Salió del hospital y se fue con rumbo desconocido. En su cabeza, los gritos de los niños dejaron de gritar, pero seguían ahí, esperando a que los salvaran. Al llegar a su destino, le pago al taxista y entró por el enorme portón negro. Comenzaba a soplar un fuerte viento, avecinando una tormenta. Avanzó entre el camino que habían puesto, mientras ignoraba los epitafios a lo largo de su camino. Los gritos parecían volver, pidiendo auxilio que jamás obtendrán.

--Sabes, durante años me pregunte por que trabajabas para ellos. Todos los que me encontré en tu camino parecían patanes que abusaban de su poder. Pero me sorprendí al estar dentro. Ahora se por lo que pasaste tú.

Cuando estes leyendo esto, habrás llegado al final de la primera temporada de Sin Valley. He de admitir que me tomo semanas hacer solo dos capítulos, cuando ya tenia los anteriores preparados. Fue difícil armar este caso, pero me alegra saber que muchos me dijeron sus teorías sobre el final del capitulo anterior. Espero que el resultado en este haya sido de su agrado, pues de serlo, entonces será el inicio de un nuevo proyecto. Pero por mientras, hay que darles un descanso a nuestros héroes. En este capitulo, como ya vieron al final, mostré a un Jack más humano, con un doloroso e incomprensible pasado. La muerte de su padrastro fue algo que le afecto mucho, y ya será más adelante explicado el por que, y que tan relacionado esta Ford con ella.

Muchas gracias por toda la atención que me han dado, sin su apoyo no hubiera llegado hasta aquí. Y gracias al amor de mi vida, mi lindo tigueshito que siempre me hace esbozar una sonrisa con solo mencionar su nombre. El apoyo que me has brindado amor mio, es lo que me mantiene vivo. Muchas gracias por todo, y por estos cuatro meses juntos. Parece tanto tiempo, y a la vez nada en comparación con la vida que tenemos juntos por delante. Gracias por todo amor.

Los doce extraños se postraron ante el hombre frente a ellos. Miraban a su padre, esperando sus órdenes. El solo echo un vistazo a los medidores, que mostraban un aumento en la actividad cerebral. Se dio la vuelta y miro a los presentes.

--El portal está abierto padre--le indico uno de los presentes--. Ella deseara ir a verlo.

--Pero cambiara el mundo entero de no llevarlo a ella.