El Imperfecto Cazador

Story by Alfred Sherford on SoFurry

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#2 of Sin Valley


En el capitulo anterior: Jack Sheppard, un humano de 23 años, tiene un trabajo nada usual: liberar esclavos y arreglar sus vidas a toda costa. Pero las cosas cambian cuando conoce a Brian Dawson, un tigre antropomorfo que fue esclavizado y prostituido durante tres años. Al principio las razones y las causas en las que es liberado le sorprenden y le alegran, pero cuando Jack le explica que su identidad fue borrada de los Registros, comprende que aun queda un largo camino para volver a su antigua vida. Por consejo de Jack, se queda en su apartamento para no volver a ser capturado. Esto solo provoca que un extraño pero intenso sentimiento comience a tomar cada vez más fuerza en ambos.

Jack Sheppard despertó agitado de su sueño. Sudaba como si un caballo fuera. Esas palabras, que muchas veces se las hizo antes, invadían sus sueños, junto con horrendos recuerdos que era mejor mantenerlos en el olvido. Recuerdos que desde hace tres años le atormentan. Recuerdos de algo que siempre lleva sobre sus hombros.

Ahora, ya no cocinaba para un público conocedor, ya no para un miembro del gobierno o un empresario exitoso. Ahora cocinaba para Jack Sheppard. Le debía la vida. Al principio no lo creyó, pero paso de meretrix a dorei. Además, asi lo marcaba el código Thompson. Pero no le importaba. Servía para la persona que le había salvado. Sabía que a Jack no le iba a parecer la idea, pero se sentía no obligado, sino llamado por su alma para hacerlo. Sus sentimientos por Jack lo llevaban a eso. Y a el le agradaba.

--Buenos días Jack--le saludo Brian, quien por cierto solo llevaba puestos unos pantalones, con un dulce tono de voz que cautivo de cierto modo a Jack.

--Lo preparé para ti. Como agradecimiento por lo que hiciste--le contestó algo avergonzado mirando hacía el suelo.

--Bueno, es que me enseñaron que todo acto bueno debe ser recompensado. Me liberaste, es lo menos que puedo hacer por ti. Pero anda, come. Espero que te guste.

--Muchas gracias Brian. Realmente estuvo delicioso.

-- ¿Qué?--exclamo sorprendido--No puedes.

--Pero... no puedes. Tienes personas que te extrañan.

--Brian, la razón por la que libero doreis y meretrix es por que odió que trabajen así. No puedo tenerte aquí para servirme, pues entonces me odiaría.

--No... no puedo aceptar.

Jack no podía hacer nada. En parte, si necesitaba alguien que mantuviera limpio el departamento. Además, quería tener más cerca a Brian. Pero tampoco lo iba a tener como un dorei. Al final no tuvo más que aceptar.

--No te preocupes.

Hablaba en ese momento con alguien por teléfono. En sus manos un puro a la mitad, en la mesa una copa de vino.

--Señor Becor, que gusto encontrarle en su oficina--le respondió la voz de un hombre algo anciano--. Estos días he llamado y su secretaria me dice que no se encuentra.

--Las calles siempre han sido peligrosas. Usted tiene un trabajo, no lo olvide.

--Exacto. Si alguien es asesinado la policía se hará cargo. Su trabajo es diferente.

--En todo caso, ahora su misión es encontrar al Liberador. Ha vuelto a atacar.

--Su identidad, como las de los demás, no es de importancia. Sabe que después la cambiaran y nada podremos hacer entonces. Lo que quiero es que lo encuentre y lo encarcele.

--Pero lo quiero vivo.

--No contradigas mis órdenes.

--Lo más probable es que vaya a los Registros. Debe estar preparado.

--Pero el encontró un modo de entrar sin ser detectado. Esa es la razón por la que lo quiero vivo. Alguien así nos sería muy útil.

Después colgó. Tenía razón, alguien capaz de entrar a los Registros sin ser detectado debe ser un estupendo espía. A pesar de que no hablará, hasta el más fuerte tiene su límite. Y le torturarán hasta que caiga, como todos los demás. Se quedó pensando un momento, para después ponerse de pie. Sin pensarlo de nuevo, salió de su oficina.

Brian salió de su habitación. Había acordado con Jack salir a buscar a Roxana. Pero solo Jack se podía colar en los Registros, por lo que Brian tendría que quedarse en otro lugar, y como no lo quería dejar todo el tiempo en el departamento, decidió darle un buen disfraz para llevarlo con el. Según las instrucciones de Jack, se baño de nuevo, pero esta vez con un jabón rojo. Ardió un poco, pero el agua lo calmo. Salió vestido con un pantalón de mezclilla un poco grande, que cubría un poco sus patas. Llevaba también una camisa azul debajo de un grueso chaleco negro. Jack, vestido con también con un pantalón azul, unos zapatos tenis blancos, y una camisa azul a rayas blancas. Como siempre, una gorra en su cabeza

--Si, es normal. Pero es necesario. Inhibe el olor que despides al sudar, y el chaleco a pesar de ser grueso, te mantendrá fresco. Puedo darte el mejor disfraz y ocultarte de los Imperfectos. Pero si usan a los ciegos, tú olor te delatará. Y mientras no cambie tú identidad, tendrás que usar el chaleco y el jabón.

--Vamonos.

--Entonces, ¿Cómo trabajas?

--No, ya en serio.

--Debe ser algo incomodo.

--Ya veo. Entonces usas siempre un disfraz diferente.

--Interesante. Debe ser muy agotador.

En ese momento salieron del edificio, y fueron abofeteados por una ligera onda de calor. A Brian le ardieron un poco los ojos, pero después se calmó. Comenzaron a caminar, esa vez entre una calle no muy transitada. Fue el turno de las preguntas para Jack.

--Roxana Toring. Es reportera del diario local. Es una tigresa muy linda. Y tiene un hijo llamado Charlie.

--No, que va. Fue producto de... una violación.

--Si. No lo quiso abortar. Ha sido madre soltera todo este tiempo. Ahora Charlie ha de tener... seis años. Le tome mucho cariño cuando lo conocí. Me di cuenta que necesitaba un buen padre. Además, me serviría para olvidar a un viejo amor.

--Si. Se fue siete meses antes de conocer a Roxana. Nos amábamos tanto, y me dolió mucho que se haya ido sin despedirse.

--Si. Con tal de olvidarlo comencé a salir dos meses después con Roxana. Me encariñe con Charlie, y pensé que con ellos quizá lo olvidaría.

--Lo se. Pero quiero ver a Charlie. Hay ciertas cosas que me gustaría decirle.

--No... me gusta recordarlo--dijo algo triste.

--No hay problema. Sabes, he aprendido a vivir así, a pesar de que le extraño mucho.

Tras haber avanzado unas calles, Jack se detuvo. Brian no lo noto al principio, pero después regreso para ver a Jack observar algo en un restaurante. Al mirar lo que Jack estaba mirando, Brian se sorprendió.

--Debe ser una broma--dijo Brian tras unos segundos.

--Aun así, esto es demasiado. Jack, ¿no tienes hermanas?

-- ¿La conoces?

Los dos entraron al restaurante. Jack uso su impresionante agilidad para llegar por la espalda a Susan, quien al sentir los brazos de Jack rodearla se asusto. Cuando Jack la soltó ella dio una vuelta, y al ver a Jack riéndose no pudo evitarlo y le dio una fuerte cachetada.

-- ¿En serio? Imaginate el susto. Eres un imbecil.

--Ya lo note.

Brian se acerco a ellos, saludo a Susan de mano y sonrió, aun sorprendido por las similitudes que ambos tenían.

--Mucho gusto--dijo Brian.

--Susan, necesito un favor. ¿Puedes ocultar a Brian en la bodega? Tengo algo de trabajo.

Susan comenzó a caminar rumbo a una puerta negra con Brian tras ella. Jack se quedo quieto un momento y después dio la vuelta. Solo es ida y vuelta. No tardaré nada, se dijo mientras dejaba el restaurante, o quizá se lo decía mentalmente a Brian, quien sabe. Oculta bajo su camisa se encontraba la espada que el extraño le dejo la otra noche. Aun no lograba entender lo que esa extraña espada significaba, pero si se la había dejado era por algo. Observó hacía el cielo por un momento, para después correr directo hacía los Registros.

Brian entró en la bodega del restaurante donde trabajaba Susan. Era igual de grande que su habitación, aunque estaba repleta de cajas, lo que la hacía parecer más chica. Susan le señalo una caja donde podía sentarse. Susan se sentó frente a el y le observó.

-- ¿Triunfo?

--Bueno, no del todo. Aun no me cambia la identidad, pero ya me libero de mi Aruji.

--Es que... yo... yo no existo. Borraron mis datos de los Registros.

--Si. Parece imposible, pero ya me dijo Jack que toda mi información fue borrada de los Registros.

--Lo se. Pero Jack dijo que encontrará un modo de arreglarlo.

--Es lo mismo que Jack me dijo, pero no hice nada malo. Antes era chef en un restaurante en el Sector Dos.

--Si.

--Bueno, le pedí que fuera a investigar el paradero de mi prometida. Hace tres años me iba a casar pero me secuestraron, y no cumplí mi compromiso.

--Si. Nunca supe lo que paso con ella. Ya debe estar casada, pero quiero saber si se encuentra bien. Oye, ¿y tu de donde conoces a Jack?

--No me ha hablado de el. Solo te lo preguntaba por... por...

--Si.

--Bueno, son humanos, y encontrar a personas similares es algo muy difícil.

--Lo se.

El goteo del agua y el eco que de vez en cuando generaba con cada paso que daba lo ponía algo tenso. Tras haber avanzado unos 20m, llego a un sitio donde el camino se terminaba. Entonces, comenzó a bajar por unas escaleras. Fue una bajada de 10m antes de llegar al fondo. Tras de el, a un metro y medio, se encuentra una puerta. Jack dio vuelta y al llegar a ella, la abrió. Una luz tenue invadió el pequeño espacio. Jack entró y cerró la puerta. Se encontraba en un conocido lugar para el. Los Registros.

--Bien... estudió periodismo y ciencias políticas... sufre un leve desorden de personalidad... pertenece a varios grupos de lectura... trabaja en el diario local...y... ¿Qué? No puede ser--Jack se había topado con algo que no estaba bien. Todas las pantallas mostraron lo mismo: Difunta--. Esta muerta. Pero... asesinada el cuatro de abril hace tres años. Parece que fue asesinada días después del secuestro de Brian... trabajaba en una investigación sobre corrupción, según algunos de sus amigos. Eso explica mucho, pero necesito saber más--Jack trató de investigar más, pero no decía nada más. Resignado, regreso a la pantalla de búsqueda, esta vez para descubrir donde estaba su hijo. Tecleó Charlie Toring, para después encontrarse de nuevo con la información necesaria, esta vez tardo menos. Pero lo que vio solo lo impacto más-- ¿Desaparecido? No puede ser. La denuncia se levanto el... nueve de abril de hace tres años. Esto... no... es normal.

--Te conozco. Eres Fernand Becor, líder del grupo uno.

--Llevo tres años en esto. Me he topado con otros imperfectos, y los he derrotado sin problemas.

Becor caminó hacía Jack. El se alejo un poco de la computadora, seguido por la mirada de Becor. Pero a diferencia de los demás, Jack soportó la fría mirada que a muchos había aterrado. Al estar lo suficientemente cerca, asesto un golpe que Jack esquivó saltando hacía atrás. Volvió a golpearlo, pero esta vez Jack lo sujeto del brazo y lo obligó a soltar su arma. Becor lo golpeó en la rodilla, hacerlo hincarse frente a el. Le trató de golpear en la cabeza, pero volvió a sujetar su mano. Jack se levantó y lo atrajo hacía el para darle un golpe en el estomago con la rodilla. Se puso tras de el y comenzó a ahorcarlo. Becor trato a toda costa de zafarse, se sentía cada vez más débil. Entonces, apoyó sus pies en la pared y saltó hacía atrás, para entonces ponerse atrás de Jack, le golpeó en la espalda y lo lanzó contra la pared. Con una gran agilidad, Jack recupero con su pie el arma de Becor, y antes de que el llegará por detrás, Jack dio la vuelta y le golpeó en la cadera, haciéndolo caer de rodillas.

--Ahora entiendo por que no te quieren matar.

--Se a que viniste. Quieres encontrar la información para liberar a tu nuevo triunfo. Pero no va a ser tan fácil esta vez. Tyrranus te va a encontrar.

Empujo la piedra que cubría su entrada en los Registros, salió y la coloco en su lugar, al igual que la linterna. Mientras caminaba hacía la salida del callejón, no paraba de pensar en Brian. Tendría que seguir la misma vida que el para poder estar a salvo. A el no le molestaba la idea, pero a la larga es demasiado tedioso seguir la odiada rutina. Lo sabe, pues lo que Brian hizo esa mañana, el lo ha hecho por más de tres años. A simple vista se ve que Brian no aguantará mucho, y más por no tener identidad. Y por alguna razón, eso le duele. Por alguna razón, le duele ver que Brian tendrá que pasar el resto de su vida dentro del apartamento. ¿Por qué siente eso? Por que a final de cuentas el siente algo extraño por el. El problema es que se niega a aceptar la verdad, pues cree que le atraerá su pasado de regreso.

--Jack, ¿pasa algo?

-- ¿Dónde esta Roxana? ¿Y Charlie?

Brian se sentó al oír eso. Jack cerró la puerta y se sentó a su lado. Tomó su garra entre sus manos y lo miro a los ojos.

--Brian, Roxana... Roxana esta muerta--al oír eso su rostro mostró una horrenda tristeza--, y Charlie esta desaparecido--Brian se levantó y se alejó un poco de Jack. El también se levantó, tratando de consolarlo, pues Brian ya había comenzado a llorar.

--Brian, no te estoy mintiendo. Los Registros muestran la información correcta, todo lo que has hecho a lo largo de tu vida. En el de Roxana señalaba que iba a casarse.

--La mataron unos días después de que te secuestraron, y la denuncia por el rapto de Charlie se levantó unos días después.

--Parece que Roxana estaba investigando un caso de corrupción, pero es todo lo que dice.

--Ya Brian, tranquilo. Solucionaré esto, lo prometo.

--Lo encontraré. Los Registros marcan que desapareció. Puedo contactar algunos amigos que me ayudarán a buscarlo. Será mejor que por ahora vayamos a casa. Tienes que descansar.

Pero todos los pensamientos que Jack y Brian tenían fueron interrumpidos. Jack se detuvo al ver a Fernand y a su grupo de 5 Imperfectos.

--Pero...

Jack se movió entre la gente, escapando de los Imperfectos que le perseguían. Muy fuerte y todo, pero enfrentarse a tantos es demasiado para el. Puede contra dos o tres, pero contra seis es demasiado para el. Si le atrapan, le matarán, y eso era algo que no estaba dispuesto a dejar que ocurriera. Aun tenía mucho trabajo por hacer.

Al menos ese escape le sirvió de algo, estaba cerca del refugio de William. El podía ayudarle a encontrar a Charlie. Tenía acceso a la base de datos de todos los orfanatos de la ciudad, y amigos que podían buscarlo en orfanatos de otras ciudades aledañas. Eso le ahorraba el tener que pedir favores a otras personas. Corrió directo hacía el abandonado edificio donde William y los niños se ocultaban.

-- ¿Qué hay Jack?

--Dime.

--Charlie Toring--repitió, memorizando el nombre--. Veré que puedo hacer.

--De acuerdo.

--De acuerdo--William tomo el cheque y le echó un vistazo. Silbo al ver la cantidad--. Hoy vamos a tener una buena cena. Gracias Jack. Y te avisare cuando encuentre algo.

Jack dio la vuelta y se fue mientras William cerraba la puerta. Recordó entonces que había dejado a Brian. No sabía si lo habían encontrado o que le paso después de que se fue corriendo. Los Imperfectos ya no lo iban a molestar el resto del día. Comenzó a correr rumbo a su apartamento.

Al llegar a la entrada estaba empapado en sudor. Afortunadamente no despedía ningún olor que pudiera ser rastreado. Abrió la puerta y entró. Todas las luces estaban apagadas, pero se escuchaba un ruido en particular. Eran sollozos. Al parecer ya Brian había llegado, y aun se sentía mal por la muerte de Roxana.

-- ¿Estas bien?--le preguntó Jack.

-- ¿No te siguieron?

--Eso espero. No me gustaría tener a los Imperfectos aquí. Lamento... lamento lo de Roxana.

--Tranquilo. Ya hable con un amigo que va a buscarlo en los orfanatos de la ciudad. Lo tendremos aquí en unos días.

--Lo prometo. Voy a encontrarlo y a traerlo de regreso. Jamás les he fallado a mis amigos.

Ambos se quedaron juntos en la habitación, viendo el tiempo pasar frente a ellos sin ninguna respuesta. La verdad, así es mejor. Saber lo que realmente ha ocurrido con Charlie quizá hubiera hecho enloquecer a Brian.

Dos horas después, alguien llamó a la puerta. En casa solo se encontraba Brian, pues media hora antes alguien había llamado a Jack y tuvo que irse. Sabía bien a donde iba: a liberar a alguien más. No le preocupaba mucho eso, pero si que algo malo le pudiera pasar.

--William Turner. Soy amigo de Jack. ¿Quién eres tú?

--Aun no me dices quien eres--le recordó William.

-- ¿Ah si? Aun no me ha hablado de eso.

--Bueno, de el no me espero nada nuevo. ¿Dónde esta?

--Ah--se escuchó algo tenso, como si algo hubiera salido mal--. Bueno, entonces vuelvo más tarde.

--No es necesario.

--Si.

-- ¿Cómo lo sabes? No te lo he dicho.

--Ah, Susan, la que se parece a el.

--Ah, es eso. Bueno, si conozco bien a Jack. Aunque su pasado para mi es algo confuso.

--No veo por que no. Tengo con que pasar el tiempo. Cuando tenía once años, mis padres fueron asesinados. Vague por las calles unos días hasta que me refugie en un viejo edificio, donde estuve cuidando de todos los niños que encontrará en las calles. Mientras crecía, fui desarrollando una base de datos sobre todos los huérfanos que se encontraban en los diferentes orfanatos de la ciudad. Pero un día me tope con Jack y fue ahí cuando cambie.

William Turner se encontraba, hace 3 años, jugándose la vida como siempre. Libero de las garras de unos malvados secuestradores a un niño pequeño, al cual ahora le daba instrucciones.

El niño se fue corriendo. Segundos después algo golpeó a William en la espalda, haciéndolo caer al suelo. Después siente una garra peluda tomarlo por el cuello y levantarlo. El oso lo impacta contra la pared y lo deja indefenso.

--Quizá nos quitaste una presa, pero te podemos tomar a ti como consolación--le dijo el puma.

--No te creemos. Desde aquí te ves bien.

-- ¿Por qué no prueban otra cosa?--preguntó una voz fría al fondo del callejón. Los tres voltearon y vieron una figura oscura observándoles. El oso azoto de nuevo a William y lo dejo débil en el suelo. Ambos se encaminaron hacía el extraño.

--Nada interesante. Solo soy un joven que busca un poco de diversión, más no la misma que ustedes buscan.

--Te equivocas. Este es mi asunto. Este es mi trabajo.

El extraño se aproximo a William, y lo ayudo a levantarse. William observó al extraño que le acababa de salvar la vida. Conocía bien como se aplicaba el código Thompson en ese caso: si se es salvado por un humano o un antropomorfo de un secuestro, se le debe un favor a esa persona, el cual deberá ser cumplido lo más pronto posible, a menos que no haya cumplido una edad mayor a los diez años. William ahora le debía un favor a ese sujeto.

--Si.

--Espera. Según el código, te debo un favor.

--Pues yo no. Y no te dejaré ir hasta que lo cumplas.

--Parece que si. Soy William Turner, dueño de un orfanato cerca de aquí.

--Pues mucho gusto Jack.

William entonces se dio cuenta de que Jack se había quitado las esposas sin problema alguno. Supuso que del mismo modo que se las quito le encontraría. Y así fue.

--Al día siguiente fue. Me dijo que para pagarle el favor, cuidaría de todos los niños que llevará. El me daría dinero para comprar todo lo que necesitaran. Al principio era muy frío. En parte aun lo sigue siendo. Pero me dijo donde se encontraba su departamento, cuando quisiera venir. También me regalo un celular por lo que se ofreciera. Las personas que salvaba usualmente les pedían que se queden en el orfanato para ayudarme, pagando todo lo que necesitaran. Pero de su pasado no se mucho realmente. Hasta ahora se que estudió psicología.

--Si. No recuerdo bien como se llama, pero se especializo para estudiar la mente criminal.

--Yo también le he dicho, pero dice que va contra su ética. A pesar de su carácter es una persona muy recta. Jamás le he conocido una pareja. Vaya, ni siquiera ha gustado de los servicios de una meretrix. Me pregunto si habrá hecho voto de salivato.

No muy lejos apareció un auto de color negro, del cual bajo un hombre de mediana estatura. Viste pantalón y camisa de tela negra. Sus ojos cubiertos por unos oscuros lentes de sol. Camino hacía Jack con un maletín en su mano.

--Soy una persona recta. Es todo--tomó el maletín y paso a lado del hombre, listo para irse.

--Por que es lo que me mantiene recto.

-- ¿Qué hay Jack?--le saludo William al verlo.

--No, solo venía a hablar contigo de algo importante.

-- ¿Encontraste a Charlie?--le preguntó Jack a William después de que Brian entró a la cocina.

-- ¿Qué cosa?

-- ¿El Imperfecto?

-- ¿Qué? ¿Cómo lo...?

--Diablos. ¿Pero como supo con quien ir?

-- ¿Qué le dijiste?--preguntó Jack algo preocupado.

--Lo bueno es que eres el único que me pago el favor. Y Sean y Nick, claro.

--Exacto.

--Tranquilo. Siempre te he sacado de tus problemas. No te fallaré.

Brian salió de la cocina con unos nachos. William estuvo a punto de irse, pero sentía una debilidad por los nachos, por lo que prefirió quedarse. Brian se sentó a lado de Jack, poniendo el plato sobre la mesa. Casi al instante William comenzó a comer. Jack y Brian también comenzaron a comer, pero Jack se sentía intranquilo, pues Becor ya comenzaba a involucrarse con sus amigos. Lo último que quería era causarles problemas, después de todo lo que habían hecho por el. Si matar a Becor era la única solución, entonces no tendría más que matarlo.

Una hora después William se fue, no sin antes advertir a Jack que debía solucionar ese problema. Brian comenzó a limpiar un poco la casa. Jack necesitaba pensar. Pasó gran parte del día en su habitación. Cuando el sol comenzó a ocultarse, subió por las escaleras de emergencia a la azotea para relajarse un poco. La planta de energía al rincón se encontraba apagada. Había algunos barriles vacíos, con los que usualmente hacía practica de tiro. Se sentó en el borde, mirando al vació. A veces le daban ganas de saltar, y así ser libre. Pero dejaría solas a muchas personas, y ahora, a Brian.

Pero de algo estaba seguro, no buscaban a Brian. La razón por la que le perseguían era otra. Los meretrix van y vienen, así que no buscaban recuperar a Brian. Lo que buscaban era otra cosa, y eso quizá Brian lo sabía. Pero solo con sus registros podría descubrir que era. Además, así podría terminar su trabajo y darle su libertad. Así solo podría estar con el. Entonces dejo de pensar en Becor y pensó solo en Brian. En su voz. En su mirada. En su sonrisa. En el. Esa fue la única razón por la que le libero. Solo una mirada le basto para que ese sentimiento lo invadiera. No lo acepto al principio, pero nada podía hacer contra la verdad. Lo amaba. Y por eso le dolía tanto. Le dolía el amarlo tanto y no poder decírselo. Quizá el no sentía lo mismo por el. Se habían visto muchas veces, pero solo llevaban dos días de vivir juntos. Quizá el no sentía lo mismo. Quizá ni siquiera era homosexual.

--Aquí estas. Creí que habías salido a trabajar, pero vi tu ventana abierta, y supuse que estabas aquí--le dijo una voz a su lado. Brian al parecer había subido a buscarlo. Se sentó a lado de el y miro hacía el suelo--. Dicen que los gatos siempre caen de pie. Pero me contaron de uno que no lo logró.

--Entonces hay que apoyarlo para que se suelte--puso su garra sobre su hombro, tratando de apoyarlo--. Siempre hay muchas soluciones.

--No te voy a dejar que lo hagas. A mi no me molesta tener que pasar toda mi vida escondiéndome.

--No puedes fallarme por que no te pedí que me liberaras--Jack se quedó helado al escuchar eso. Dio media vuelta para mirar de frente a Brian--. Te agradezco que me hayas sacado de esa horrenda vida. Pero yo soy el que te debe un favor, no tu a mí. No puedes fallar en algo que no te fue pedido.

--Pero no te lo piden a ti. Jack, ¿Qué piensas hacer cuando ya no puedas liberarlos? Cuando estés viejo y débil. No podrás salir por que verás rostros de nuevas victimas, y te sentirás culpable por no poder hacer nada. No importa a cuantos liberes, siempre habrá más. Libéralos a todos, no uno por uno.

--No solo estando en el gobierno puedes cambiar el mundo. Hay muchas otras formas. No tienes por que arriesgar tanto tu vida.

--Pero quiero hacerlo.

--Quiero hacerlo.

-- ¡Pues para mi si importas!

--Por esa razón te quiero liberar lo más pronto posible, no quiero que me tomes cariño, por que me dolerá mucho más si te falló.

--Entonces será más difícil para ambos. He herido a muchas personas en mi vida, no quiero que tu...--pero no pudo terminar la frase. Brian no soportó ni un segundo más. Sus garras sujetaron a Jack por la espalda y lo atrajeron a el, en un fuerte pero dulce abrazo. Sus rostros se acercaron hasta que sus labios quedaran juntos. Brian cerró sus ojos y le dio un largo y calido beso. La impresión hizo que Jack tratará de liberarse, pero no tardó ni dos segundos en parar. Era lo que deseaba. Cerró sus ojos y comenzó a acariciar la espalda de Brian con sus manos. Se dejó en ese momento manejar por Brian, quien no deseaba parar de besarlo. Ambas lenguas exploraban la cavidad del otro, y se tocaban una a la otra. Brian subió sus garras y comenzó a jugar con la melena de Jack, quien siguió acariciando su espalda.

Dejaron de abrazarse y se sujetaron de las manos, sin parar de besarse. Sentían como si el tiempo pasará volando alrededor de ellos y a la vez fuera más lento. Era una sensación extraña, pero se sentía muy bien. Sus penas, su dolor, su sufrimiento quedo atrás en esa extraña compresión del tiempo. Veían ante ellos su pasado y se imaginaban a la vez su futuro, sin dejar atrás el presente. Todo ocurrió en tan solo un par de minutos que parecieron toda una eternidad.

--Discúlpame--le dijo Brian.

--Me cautivaste desde la primera vez que te vi--confesaron al mismo tiempo, lo que les dio un poco de gracia-- ¿En serio?

--Pues, de no ser por mi juramento hubiera estado ya muchas veces contigo. Yo también sentí algo extraño al verte. Me he acostumbrado al olor de un meretrix. Semen y sudor de muchos otros animales mezclados. Al principio era asqueroso pero me acostumbre. Pero al verte, encontré un olor... especial. No me dio asco, sino coraje, entre tanta peste encontré un olor dulce en ti, que me hacía pensar en cosas lindas. Después me cautivo tu dulce mirada. Era triste, pero aun mostraba un poco de vida.

Jack se acerco al cuello de Brian y comenzó a olerlo. Ese dulce olor que le cautivo aun seguía ahí. Pero ahora era mucho más fuerte, pues ya no se encontraban esos horrendos olores que antes lo trataban de neutralizar. Ahora era más dulce.

--En un campo de brillantes rosas blancas, con algunos pétalos volando alrededor, montañas enormes al fondo y un despejado cielo, que dejaba que el campo fuera bañado por los brillantes rayos del sol. Si pudiera salir de la ciudad buscaría ese lugar.

--Eso es lo que más te agradezco. Me has hecho sentir el amor. Pero tenía miedo de decírtelo. No creí que fueras homosexual; y en el caso de serlo, no creí que pudieras amarme. Además--su tono fue un poco más triste--, estaría bajo la sombra de ese viejo amor. Tenía miedo de no poder superar ese amor.

-- ¿En serio?--le preguntó alegrado.

--Brian... te... te amo.

--Se que es un poco, de hecho muy apresurado, pero... ¿quieres ser... mi... mi... mi novio?--le declaró algo nervioso.

--Claro que si Jack, si quiero ser tu novio. De ahora en adelante te apoyare en todo. No volverás a trabajar solo.

--No tienes por que hacerlo.

--De acuerdo. Gracias amor.

Ambos sonrieron y se abrazaron de nuevo. Tras unos segundos caminaron hacía la orilla del edificio y miraron hacía el suelo. Veían algunos esclavos desde ahí, personas inocentes sufriendo las perversiones de otros.

--Los liberaremos. No te dejaré solo--le recordó Brian--. Hemos pasado quinientos años sufriendo por los errores del pasado. Hay que reparar esos errores.

Si estas leyendo esto, quiere decir que has leído el segundo capitulo completo. Te agradezco mucho el tiempo que dedicaste para leer esta historia, que espero sea de tu agrado. El tiempo que estuve sin comunicación al mundo exterior, sin internet para los ignorantes, me centré mucho en mi historia: cambie por completo el boceto original, alargue más la historia, entre otras cosas que no quiero mencionar. La verdad no hay muchos cambios, solo esos dos. Pero al menos me enfoque más, pues el boceto era un asco. Como habrás notado, el primero y segundo capitulo los enlace con un día de diferencia, lo que te permite no perder muchos detalles, y a mi no tener que escribirlos. Sin embargo, escribir una historia de tal magnitud como lo es Sin Valley no es tarea fácil, y tendré que cambiar mi estilo un poco para poder realizar la historia al 100%

De nuevo, muchas gracias por todo el apoyo que me han dado. Esta historia la escribo en mi tiempo de incomunicación con el mundo exterior. Pero se que todos ustedes me esperaron a que volviera, o eso espero, por que esto ya no lo puedo borrar. Pero se que no me equivoco, y que sin decírmelo me están apoyando. Muchas gracias a todos.

Esta vez no hubo muchos términos. De hecho, las palabras que desconocen son más códigos que términos.

Código Thompson: Se aplica al trabajo de Jack. Con respecto a lo que hable sobre el en este capitulo, se puede decir que cuando alguien hace algo importante por ti le debes un favor que ha de ser pagado. El código completo será explicado más adelante.