Incubus: Los Hombres Murcielago

Story by Aitos Saibankan on SoFurry

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#1 of La prision del Incubo


Crees que nosotros la tenemos dificil, lee la historia de estos hombres-murcielago y veras...

Se ha hablado de amores imposibles... pero si ese amor te puede matar... que tu harias....

Mi primera historia, espero que la disfruten. Como advertencia les tengo que dejar saber que si no tienen una mente abierta no creo que encuentren mucho del contenido de esta historia de su agrado. Esta historia es parte de una serie que pienso hacer, me vaya bien o no.

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Es una tarde sola y aburrida, yo sentado en el muelle observando el tranquilo mar. Siento que mi hora de "comer" se va acercando. Pero no soy como los demas, no me entran las ansias que otros Incubos sienten cuando les llega el "hambre"... nunca me he sentido asi. Tengo por hecho que si no "como" morire, aunque si pudiera vivir sin "comer" lo haria.

Observaba el agua en calma; me detengo para fijarme en mi reflejo: la imagen de un hombre-murcielago, con pelaje marron claro, de cuerpo delgado aunque no debil, orejas grandes propias de un murcielago, y rubio de cabello, ademas de una cola grande y unas garras. Los mortales siempre nos han conocido como Incubos, tenemos una mala fama por nuestra forma de "comer", cuando buscamos nutrirnos, nuestras victimas quedan debiles, a veces infertiles y otras llegan a morir, todo por nuestra culpa. A muchos se les haze dificil entender que la mayoria de nosotros no lo hacemos por gusto si no por que nos es necesario para sobrevivir, es parte de nuestra naturaleza. Es tan dificil de explicar y entender.

  • !Oye, Dose, despierta! - me encuentro dentro de mis pensamientos cuando una escucho voz femenina , la voz de una Sucuba. Acostumbro a usar el tiempo que paso en el muelle para meditar, olvidarme de todo.

  • !Hey, Dose! - de nuevo la Sucuba, esta vez gritando al ver que no respondia. Esta vez logra hacerme reaccionar, lentamente vuelvo a la realidad. Veo que ella esta sentada al lado mio con su siempre tierna mirada.

  • ?De nuevo perdido en tus pensamientos? -

  • Si, no lo puedo evitar. -

  • Tienes que tomar tu vida mas suave. Si sigues asi vas a terminar suicidandote. -

  • Me encanta tu optimismo. - le digo sarcasticamente - Ahora que lo mencionas no es una mala idea. -

  • No digas eso. La vida de nosotros los demonios no es tan mala. - veo que rapido entra en preocupacion al escuchar mi no tan positiva respuesta.

  • No queria preocuparte. Solo tu me entiendes. Tu mejor que nadie sabes que nuestros intereses nos sentencian a una muerte temprana. -

  • Nuestros intereses son peligrosos, eso esta claro, pero mientras estes seguro de que eso es lo que quieres, deberias de perseguir eso que te interesa.

  • No tratemos de esconderlo... somos homesexuales... al menos tu ya tienes a alguien... yo no encuentro a nadie con quien compartir mi amor. - mis conversaciones con ella siempre son de esa indole.

  • Tengo que pelear por mi felicidad y la de mi sucuba. -

  • ... -

  • Todavia espero por el dia que te vea feliz con un Incubo. -

  • Yo tambien espero con ansias ese dia -

Si dos Incubos tienen relaciones sexuales, estos mueren en un corto plazo, con repetidas ocaciones acortan su vida mas y mas, las Sucubas sufren las mismas limitaciones, los mismo peligros. Aun no entiendo como precisamente es que nosotros morimos al hacerlo con otro de nuestro mismo sexo, todavia no escucho de nadie que me logre explicar por que. Es una injusticia, una maldicion impuesta sobre nosotros, una de la que no nos podemos liberar. Y nunca nos podremos liberar porque somos la minoria. Un Incubo puede sostener relaciones sexuales con una Sucuba sin problemas, tambien es necesario para la concepcion de un hijo. Pero los otros que no deseamos esa vida normal estamos limitados en nuestras opciones. No escuchas de parejas de Incubos o Sucubas porque estas mueren a los pocos dias de declararse pareja. No existe relacion sin sexo, eso seria imposible. Y mas para los Incubos, nuestros deseos son casi imposibles de suprimir. Aun asi por doquier puedes encontrar un Incubo que desea otro igual. O una Sucuba con el mismo deseo. No escogemos ese interes, el viene a nosotros, y no lo podemos negar.

  • Todavia no llego a entender porque siempre estas tan depresivo. No tienes ni madre ni padre ni familia, no tienes que preocuparte de su aceptacion por que no estan vivos. No tienes que "salir del closet", no tienes que pasar por esa experiencia. Trata de ser tu mismo, trata de ser feliz con lo que tienes - me dice Yuri mientras me da un abrazo. Todas las tardes la paso con ella, hablando sobre nuestras penas y problemas.

Siento que una lagrima cae de mis ojos. Despues de nuestra platica, empiezo a sentirme mejor. Le dejo saber a Yuri con una sonrisa y ella responde con una tambien. Me suelta y se para, me da la mano para ayudarme a para tambien. Yuri, la quiero tanto como una hermana. Los dos observamos como el sol ya terminaba de esconderse bajo el horizonte. La noche no estaba muy lejos.

De un momento a otro el viento comienza a acelerar, soplaba con mas y mas fuerza, hasta el punto que apenas nos podmemos mantener de pie. Yuri y yo nos cubrimos y aguantamos como pudimos las fuertes rafagas que nos azotaban. Me desespero, comienzo a mirar por todos lados en busca de que o quien podia estar creando esas rafagas. Encuentro la silueta de un Incubo con grandes alas que deciende lentamente, acercandose a nosotros hasta que aterriza. El viento se calma y nos dejamos de cubrir. Veo que en la cara del Incubo hay una sonrisa traviesa.

  • Me encanta la cara que ustedes ponen cuando hago eso -

  • No es gracioso, deberias de dejar de hacer eso cada vez que vienes a visitarnos -

Sebastian, con sus alas grandes, nos azota con viento cada vez que nos visita y disfruta molestarnos. El se parte de una clase diferente de Incubos, los Incubos de sangre-azul. El es heredero de un gran control sobre el viento y unas tremendas alas. Siempre me agrada verlo, admiro su fisico: Un Incubo de pelaje marron-girsaseo, con cabello gris-claro, bastante musculoso, y por supuesto, portador de unas alas grandes. He llegado a tratar de tener una relacion con el, pero eso es otra historia. A Sebastian lo aprecio demasiado como para desperdiciar su amistad por mi egoismo. Ademas, el tiene su corazon reservado para otra persona, una mortal a la que ama con todo su ser. Su interes, aunque no tan peligrosos como los de nosotros, no son sin su par de problemas. Me gusta escucharlo hablar de su amada, puedes sentir su pasion y dedicacion hacia ella.

  • Siempre los encuentro por aqui a estas horas. -

  • Me gusta esta area de la ciudad. -

Ver de nuevo a Sebastian me recordaba otro hecho, la carga que le es impuesta a los sangre-azul de por vida. En ellos esta el deber maximo de preservar su linage y su herencia. Para esas familias es considerado un delito que un Incubo sangre-azul tenga relaciones con otro. Antes que su vida tienen el deber de procearse y mantener su linage, eso es mas imporante para esas familias que sus propias vidas. A Sebastian no le importa lo que otros digan, ha renunciado a su apellido, a su linaje, rechaza esa carga que le es impuesta y la aborece. Aun asi no deja de visitar a su familia, aunque nunca es bien recibido. Sebastian siempre se queda con nosotros los huerfanos y se considera uno de nosotros, y lo aceptamos como tal. Somos un trio lleno de problemas, pero feliz y luchando.

  • Yuri, Dose, vamos a pasar un rato en el lago -

  • Me parece una buena idea - dice Yuri

  • Vamos, a mi tambien me parece una bien - yo respondo

Una vez decididos tomamos vuelo norte, hacia el lago, uno de nuestros lugares favoritos. Dentro de unos pocos minutos ya habiamos llegado, pues estaba a pocos metros del muelle donde nos encontrabamos. Se podia ver la bella luna reflejada en el agua del lago como si hubiese un enorme espejo. Mire al cielo y era hermoso, no habia nube por ningun lado y las estrellas llenaban la noche de brillo y esplendor. Nos pusimos comodos en la orilla del lago. Comenzamos a hablar sobre el dia, reirnos y lanzar piedras al lago. Pasamos largos minutos entretenidos en el lago, me disfrute ese momento mucho. Dentro de mi sentia que en esa noche tendria un momento especial, no sabia por que

Habia pasado un buen tiempo. El "hambre" ya nos atacaba a todos, decidimos laragarnos para tener nuestra "comida". Yuri y Sebastian, muertos del "hambre", se me adelantaron, nunca pude alcanzarlos. Cerca del lago habia un portal que podiamos usar para llegar al mundo de los mortales rapidamente.

El portal en cuestion nos dejaba sobre el techo de un gran rascacielos. Salte del alto edificio para buscar una victima. Nunca he sabido como se llama esta cuidad, solo se que me encantaba observar las miles de luces que la iluminaban. Ahora era cuestion de encontrar alguna mujer y salir de esta "hambre" que me fastidia. No pude evitar distraerme como de costumbre, me envolvi observando la cuidad y volaba sin rumbo. Comenze a escuchar unos fuertes aleteos a la distancia, pero decidi ignorarlos. Seguia acercandeose, buscaba a todos lados a ver que podira ser pero no podia ver nada dentro de la oscuridad de la noche. Los aleteos los sentian mas cerca. Escuche que gritaba:

  • !Cuidado...! -

Al escucharlo me viro para verlo, el trata de parar pero en vano; en ese instante chocamos. Nuestros cuerpos enteros impactaron. Yo me lastimo la cabeza y el hombro, me sobo la cabeza y pongo una mano en el hombro mientras trato de estabilizarme en el aire. Busco a ver con quien choque para pedirle disculpas. Mis ojos rapido se enfocaron en sus hermosas alas. Nunca habia visto cosa tal, sus alas estaban cubiertas de plumas blancas como la nieve, no de piel ni de pelo como las de los Incubos comunes. Podia asegurar que eran alas de angel, eran del mismo tamaño de las alas de Sebastian, si no mas grandes. El Incubo que portaba esas alas era facilmente descrito como un Adonis. Poseia un cuerpo bien formado y unos ojos verdes de los que no me podia despegar. No podia dejar de mirarlo, veia que el solo me sonreia, y se acercaba un poco a mi.

  • ?Estas bien? - exclamaba el Incubo preocupado al ver mi estado.

  • Ahora creo que si. - ahora se acerca mas y me mira fijamente.

  • Me lastime un poco el hombro pero estoy bien, nada grave. -

  • Lo siento. Tenia prisa para volver a mi casa. Me esperan alli. -

  • Pues deberias de irte. Yo tambien me tengo que ir -

El Incubo angelical me no dejaba de sonreir, y yo no paraba de hacer lo mismo. Nos dividimos, pero antes el Incubo se detiene a gritar:

  • !Mi nombre es Rafael! ?Cual es el tuyo? -

  • Rafael... mi nombre es Dose. -

  • Mucho gusto, espero verte pronto. -

Y se marcha. Me mantuve mirando a ese angel hasta que se fue demasiado lejos. Ahora no podria dejar de pensar en el. Quizas encontre el Incubo que buscaba tanto. Pero fue un encuentro raro, aun asi senti que tuvimos una conexion, creo que ese era el momento especial que esperaba. Tenia que irme a "comer", pero no dejaba de pensar en el.

Rafael invadia mi mente, deje de estar pendiente en la busqueda una victima, y envez elegi una casa al azar y me dirigi a ella tan rapido como pude. Encontre a mi victima arropada y profundamente dormida. Entro al cuarto de la forma mas silenciosa que pude, la ventana estaba completamente abierta asi que no tuve problema, Me poso sobre ella y rapido le quitla sabana y la ropa, dejandola completamente desnuda. Ella se despierta abrutamente, me pongo detras de ella y le tapo la boca para que sus gritos y gemidos no despierten a nadie mas. La penetre de una forma repentina, trate de no lastimarla pero seguia pensando en el angel y no pude controlar mis impulsos. Queria hacer esto tan rapido como pudiera para no lastimarla tanto. Durante todo el acto no dejaba de pensar en Rafael, hasta llegue a imaginarme que a quien pentraba y embestia era a el. Ese pensamiento me excitaba mucho mas que el acto como tal, y rapido quede satisfecho. La joven estaba exhausta, no me di cuenta de lo duro y rapido que lo estaba haciendo. La muchacha, sin energias, se durmio, la arope y sali del cuarto apresuradamente. Sentia un poco de verguenza y remordimiento, siempre me atacan esos sentimientos despues de una "comida". Pero duraron poco, Rafael volvio a dominar mis pensamientos. Comenze a fantasear con el angel.

Me llegue a distraer por varias horas, pensando sobre todo lo que podria hacer con Rafael. Dando vueltas en el aire me doy cuenta que estaba perdido, una vez mas estaba perdido en mis pensamientos. Me detuve a pensar y me hubique, sabia donde podria haber una salida de vuelta a mi mundo, y rapido me dirige a ella.

El portal que uso me lleva bien cerca de la casa, no tardeo mucho en llegar. En la casa viviamos Yuri, Sebastian, Aoi y yo. A veces la pareja mortal de Sebastian nos visitaba. Siempre se me olvida su nombre. Yuri y yo, huerfanos desde los 12 de nuestros 21 años, somos inseparables, me llevo bien con su Sucuba contemporanea Aoi, y Sebastian vive aqui, lejos del castillo donde paso 20 años sin verdadero amor. Nuestro pequeño refujio.

Todos parece que se encontraban en sus camas, yo fui directamente a mi cuarto y me acoste. No tarde en dormirme. Inevitablemente soñe con Rafael el angel. El era una paradoja viviente, un demonio con alas de angel. Definitivamente tenia que ser sangre-azul. Y me parecio que nuestros intereses coincidian, ?Estara buscando lo mismo que yo encontre en el?. De cualquier forma, tenia que verlo de nuevo. No dejaba de pensar en el sin habernos encontrado de nuevo.

Llega la mañana del dia siguiente. Aoi y Yuri entran a mi cuarto, Aoi se sienta en un lado de la cama y Yuri se lanza sobre mi para despertarme. La siento pero no me despierto. Yuri se quedo mirandome mientras comenzaba a roncar de nuevo. Escuchaba que se reian, peor aun no queria despertarme. Comenzaron a agitar la cama y saltar en ella, como dos niñas. Despues de tanto moviemiento me tuve que levantar. Me froto los ojos y bosteso, y me miro abajo. Estaba excitado, ellas lo notaron atraves de las sabanas y lo encontraban gracioso. No fue culpa de ellas, estaba seguro que todo lo que hice con Rafael en mis sueños me tenia asi. Yuri y Aoi no paraban de reirse y mirar lo excitado que estaba.

  • Mijo, nunca te habia visto tan feliz, dejame decirte que no se ve nada mal. -

  • Aoi, que rayos dices -

  • Ahi mi cielo, no te enojes. Solo tu me interesas a mi. -

Se rien y se abrazan de una forma bien tierna. Yo me levanto para ir a tomar un baño, pero antes de poder salir entra Sebastian y se sorprende por el estado en el que me encontraba:

  • Dose, se que nosotros los demonios no necesitamos ropa, pero unos calzones no te vendrian mal en estos momentos, no crees. No puedes andar asi por todos lados... ?en que soñabas? -

  • Jajaja, tienes razon. Es que por primera vez en tanto tiempo sueño con algo que de verdad disfruto, con algo muy bueno. - le conteste, un poco avergonzado.

Sonrojado y aborchonado, me tape y corri al baño, aunque de nada valio. Yuri y Aoi seguian riendose, Sebastian les dijo que se callaran y siguio a la sala. Enciendo la ducha y me preparo. Me meto en la ducha, una vez bajo el agua aprovecho para descargar todos mis pensamientos sobre Rafael. Puse mis manos sobre mi verga y comenze a masturbarme. Solo podia imaginarme que Rafael era Rafael que hacia todo, que eran sus manos sobre mi. Con ese pensamiento rapido me vine. No creo que eso se compara con las verdaderas manos de Rafael. Este dia lo usaria para buscar por todos por Rafael, no descansaria ese dia sin haber visto a ese hermoso angel de nuevo. Vivimos en una ciudad grande, pero los castillos de los sangre-azul son faciles de encontrar, esa seria mi primera meta. Hoy iba a ser un largo dia, al menos para mi.

Les pedi a Yuri, Aoi y a Sebastian que me ayudaran en la busqueda, y con gusto me dijeron que si. Hoy no iba a ser otro monotono dia para nosotros. Salimos de la casa y volamos noroeste hacia la ciudad, no estaba tan lejos y el camino era mas corto volando. Una vez en la ciudad, nos separamos para preguntar por todos lados sobre el Incubo con alas de angel. Un Incubo tan majestuoso como Rafael no es tan facil de ignorar y olvidar.

Pasamos por tiendas, plazas y bares, preguntadole a cualquier demonio que nos encontrabamos, estuvieran volando o caminando. Encontre a muchos que habian visto a Rafael, pero no sabian de el. Despues de como una hora de preguntar nos reunimos en la plaza del centro de la ciudad para compartir y comparar informacion. Ahora sabiamos que el vive en el castillo de la montaña mas alta del area. Pero era peligroso entra en su territorio sin permiso del rey de ese castillo, se consideraba un grave delito. Sebastian hubiera podido si no hubiera rechazado su herencia y su familia. Aun asi no creo que lo hubieran dejado, el nos dijo que la familia de Sebastian ha estado en constante conflicto con la de Rafael. Nos dijeron que lo han visto a menudo por una ciudad mortal. Nunca nos dijeron donde especificamente, pero creo que no sabian. Como sea, fue de mucha ayuda la informacion, llegamos a encontrar a alguien que nos apunto en la direccion que debeiamos tomar, pues acostumbraban verlo por ahi. Yuri y Aoi decidieron volver a la casa, no querian pasar por el mundo de los mortales. Solo quedamos Sebastian y yo a recorrer el mundo de los mortales.

La travesia al mundo mortal a veces suena mas complicada de lo que es en realidad. Nosotros usamos unas ventanas, que los mortales llaman "espejos", para llegar al mundo de los mortales. Nuestro mundo se puede considerar como una copia del mundo de ellos. La ventana que usamos nos llevaba a un area tropical. Salimos del callejon en donde nos aparecimos y volamos a una gran altura. Miramos la ciudad, era un lugar diferente al que nosotros vivimos. No acostumbraba a pasarme en el otro mundo de dia, y se me hizo una experiencia totalmente diferente.

  • Esto es Brazil. - exclama Sebastian. Se nota que el habia estado aqui antes. Pero no me moleste en preguntarle ni nada. - No te quedes ahi, acuerdate que los mortales pueden vernos. Sigamos buscando a aquel Incubo. -

Volabamos a una altura relativamente baja, sin arriesgarnos a que un mortal nos viera. Cosas malas le han pasado a Incubos que se quedan en el mundo de los mortales demasiado tiempo. Y dicen que nosotros los demonios somos malos. Continuamos nuestra busqueda. Repentinamente un grito nos estremece a mi y a Sebastian, nos paramos a buscar de donde vino. Se escuchan mas gritos, los de un hombre y su familia. No sonaba nada bien.

Vemos que un gran Incubo sale volando en nuestra direcion. Parece que el era el que causo esos gritos. Rapido note que no era Rafael, de eso estaba seguro. Se paro frente a nosotros y tenia una mirada maliciosa y una risa burlona. Era un Incubo grande y bastante musculoso. Sebastian lo reconocio al instante, y con un tono serio exclama:

  • !?Gai, de nuevo atormentando a los hombres?! -

  • Los hombres son mas nutritivos que las mujeres. ?Porque crees que estoy tan grande -

  • Te haces daño a ti mismo y creas problemas para todos -

  • Parece que quieres pelear -

  • No me hagas reir. Acaba y largate antes de que se te haga tarde -

  • !?Me amenzas?! -

Gai tiene una voz grave y aterradora. Un miedo me entra y instintivamente me alejo de ellos. Gai le pega a Sebastian y lo mira con furia intensa. Sebastian lo mira con igual coraje.

  • Jajaja, Sebastian, tu me das risa. Uno de estos dias te voy a hacer daño, mucho daño. No tengo por que hacerle caso a nadie. Soy mejor que cualquer sangre-azul. -

Se vira, y se larga. Ese Incubo era intimidante en todo su sentido. Sebastian ve mi estado, se acerca a mi y me pone su mano en el hombro:

No te preocupes. El no te va a tocar ni va a tocar a nadie que conozca. No lo permitire -

Las palabras de Sebastian me consuelan. Me calme un poco despues de escuchar eso, y le sonrei a Sebastian.

Para los Incubos, los hombre son como esteroides. Si un Incubo penetra un hombre mortal, este absorbe gran cantidad de energia y aumenta su fuerza y musculatura. Pero no sin sus consecuencias. Esos Incubos se vuelven mas agresivos y hasta dementes. Nadie nos explica por que pasa esto, pero los efectos esran seguros. La cara de Gai no era la de un Incubo cuerdo, se le notaba que ya los efectos secundarios de sus actos le afectaban.

Habia pasado un tiempo y el sol comenzaba a bajar, el dia anunciaba su fin. Sebastian estaba consado, y sentia el "hambre". Decide dejarme por mi cuenta y tomar su "comida", pero yo no me iba de este mundo sin haber visto a Rafael una vez mas. Sebastian usa su control del viento para irse a gran velocidad y rapido desaparece.

Pase un tiempo rondando el area. Pense que no lo iba a encontrar. Pasan mas horas y cae la noche. Los minutos se me hacen largos, el eventualmente "hambre" me ataca. No queria que el "hambre" me fastidiase en mi encuentro con Rafael, asi que rapido me pare a buscar una victima. Encontre a una mujer sola con poca ropa en un callejon. Me lanzo sobre ella, le desgarro su ropa, rapido la penetro. Ella gritaba del dolor y la sorpresa, pero en ese callejon dudo que alguien aya escuchado sus gritos. Ese momento solo queria salir de mi "hambre" tan rapido como pudiese, lo que hacia lo hacia sin pensarlo. Ya terminado el acto, ella queda casi sin aliento, se recuesta de una pared del callejon y rapido cae sentada. Yo rapido me compongo y me largo de la escena. Se veia lastimada, era obvio que fue mi culpa. Me entraron mas remordimientos, pero combati esos sentimientos. Solo queria pensar en Rafael. Me quedo quieto a lo alto de la ciudad, veo un muelle abandonado parecido al que se encuentra por la casa. me dirigo hacia alla. Volaba sobre el y veia que sus facilidades estaban en ruinas. Me siento en la orilla del muelle a contmplar la noche, a meditar, como acostumbro a ser.

  • Te vez tan solo -

Escuche que una voz me llama, me viro para ver quien era. Despues de tanto tiempo de buscarlo, mi angel estaba una vez mas conmigo. Me levanto y me lanzo a donde el, dandole un gran abrazo. No lo podia evitar, estaba tan emocinado al verlo cerca de mi que no me podia contener.

  • !Rafael! -

Rafael me mira y se rie a carcajadas, me devuelve el abrazo y aprieta. Podia sentir su suave pelaje, no queria soltarlo.

  • Tantos años deseaba ver a alguien como tu. Espero que no te moleste este abrazo -

  • No, al contrario. Me encanta, nunca habia sentido un abrazo tan sincero. Ven, vamos a hablar, a conocernos un poco. -

Me sentia tan feliz de estar con el, como si nos hubieramos conocido de toda la vida. Nos sentamos a la orila del muelle, juntos bajo la luna en Brazil. Finalmente encontre al Incubo que tanto buscaba, arriesgaria todo lo que tengo y lo que no tengo por estar con el.

  • Cuentame. Puedo ver y sentir que vives en constante soledad. -

  • ?De veras se nota? -

  • Si. Cuentame tus penas. -

  • Bueno... vivi 12 de mis 21 años con mis padres, quienes murieron, aun no se como. Desde entonces he vivido cuestionando mi existencia y el proposito de lo que hacemos. Mi mente siempre esta llena de preguntas. Paso mucho tiempo del dia distraido. -

  • Entonces eres un enigma. -

  • Jaja, creo que si. Ahora te toca a ti. -

  • Bueno, lamentablemente soy de sangre-azul. Lo que daria por ser un Incubo normal. No sabes la presion que mi familia pone sobre mi. -

  • Solo me puedo imaginar. ?Pero tu dejarias esas hermosas alas por una vida mas normal?

  • Creeme que si. La presion que ponen sobre mi es terrible. Y mas si tienes intereses... -

  • ?Homosexuales? Rapido note que tenemos eso en comun. -

  • Mis dos alas son demasiado atractivas para mi gusto. Tengo muchas Sucubas y algunos Incubos detras de mi... pero en ellos ahi muchos deseos falsos y maliciosos. Desde que te vi y despues de sentir tu abrazo supe que de verdad eres sincero en lo que sentias. -

  • Desde que te vi sabia que por ti arriesgaria mi vida. Ahora que estas tan cerca de mi no puedo dejarte ir. -

  • Tampoco te dejare ir. -

Sentados bien pegaditos en el muelle nos dimos otro abrazo. Nos miramos, e inevitablemente nos besames apasionadamente. No queria que ese beso terminara. Pasan minutos y no lo siento mas, Rafael corta el beso, se aleja un poco de mi, con la mirada hacia abajo, lleno de preocupacion. No tarde en captar el mensaje.

  • No podemos seguir. Ya arriesgamos bastante. Es posible que si seguimos esta seria nuestra primera y ultima vez juntos. No la debemos desperdiciar. -

  • Pero de que vale si ya arreisgamos bastante. -

  • Si quieres seguir conmigo vas a esperar. -

Con una cara y un tono de voz serio, me habia convencido. Nos habiamos sentenciado. Aun no entendia como ese insignificante beso nos iba a evnetualmente matar, pero no me importaba. Con ese beso sellamos la sentencia de nuestras vidas.

  • Conozco a alguien que puede remediar nuestros problemas alimenticios. ?Me creerias si te digo que no he tocado a una mujer en 10 años?. -

  • !No! ?En serio? ?Como rayos? -

  • Ahora no tengo tiempo para explicar. Volvamos a nuestro mundo. Mañana nos encontramos aqui de nuevo y te explico todo. -

  • Esta bien. -

Esa noticia me tomo por sorpresa. No habia tocado a una mujer y aun seguia vivo, no me imaginaba que hacia para quedar vivo. Al escuchar eso me entraron nuevas esperanzas. Tomamos vuelo hacia nuestro mundo. El portal que habiamos usado para entrar a Brazil estaba cerca, en minutos ya estabamos en los aires de nuestro mundo. Nos miramos de nuevo, Rafael y yo. No podia dejar de sonreir.

  • Espero con ansias verte de mañana. -

  • Y yo tambien. -

Con esas ultimas palabras se despide de mi y se va. Me sentia tan feliz de haberlo conocido, de haber estado con el, de haberlo tocado. Confio con el. Confio en que pronto encontraremos una solucion a nuestro dilema.

Un pensammiento que siempre ha rondado por mi cabeza:

  • A veces pienso que seria mas feliz si fuera humano... -

Continuara...

Bueno, asi culmina el primer captilo de Dose y Rafael. Espero que les haya interesado... la proxima ya esta en camino. Tambien estare escribiendo las historias de Sebastian, Yuri y Aoi, si las leen podran entender mejor lo que pasa en el mundo de ellos y tener varios puntos de vista. Aqui me despido yo. Hasta la proxima.

*Esta version ha sido editada para mayor calidad. Espero que sea de su agrado.*

Aitos Saibankan