SetUp / Katábasis

Story by lizarman on SoFurry

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#3 of Computer Games


Computer Games #3

SetUp / Katábasis

*Pit pit pit... pit pit pit... pit pit pit... PIIIIIIIIIIIIIIT*

-Put... despertador... 6:55 de la mañana... que rollo...

Era un viernes por la mañana. Hacia ya casi un par de semanas que había llegado a casa de Alex y Elena como hijo suyo. Decir eso parece un poco extraño, ¿no? A mi también me lo parece... pero la verdad es que... me gusta mucho. Pero claro tenia que ir al cole.

Si, hoy es mi primer día de colegio en Besalí. Me parece una chorrada ir un viernes pero así lo quiso el director... con la excusa de que así podremos comprar los libros y las libretas el fin de semana... pues eso que toca madrugar...

*Pit pit pit... pit pit pit*

Lo apagué y me levanté despacito. Se estaba tan bien bajo las sabanas... Finalmente salí de la habitación y me dirigí a la cocina. Eran ya las 7 en punto. Se me cayó el alma a los pies cuando vi que aún era de noche...

Bostecé hasta que me crujieron los huesos de la mandíbula, mientras cerraba los ojos y echaba hacia atrás las orejas... no me creía que fuera legal tener que levantarse antes que saliese el sol... ¿no había ningún derecho humano contra eso?

Alguien me cogió las orejas, de la sorpresa pegué un bote de metro y medio, tendría que haberme acostumbrado, pero Alexander tenía la habilidad de cogerme siempre desprevenido...

-Suéltamelas...

-¿Y si no quiero?

-Te formatearé el ordenador. - respondí secamente.

-Atrévete y te desheredo...

Elena llegó bostezando. Al parecer a ella también le daba alergia eso de levantarse temprano...

-Chicos no empecéis, por favor....

-Es culpa suya- se apresuró a responder Alex

Ella se fue medio dormida hasta la cafetera para tomarse su café con mucho, mucho azúcar. Nunca había visto alguien tomarse un café con tanto azúcar, a uno le producía diabetes solo de verlo.

Evidentemente, pasaba de nosotros.

Yo me senté a la mesa con un buen bol de cereales. Me gustan los chococrispis. De hecho me chifla el chocolate...

-¿Se puede saber por que es culpa mía? - pregunté.

-Dejadlo ya o os convertiréis en mi desayuno

Elena nos dirigió una mirada amenazadora de esas que sabe hacer tan bien por su herencia de anthro predador...

-Ambos tragamos saliva, la león puede ser una magnifica persona, pero recién levantada y escuchando el sonido de la lluvia golpeando la ventana, era mas peligrosa que una motosierra con ruedas.

Transcurrieron los minutos sin mayor incidente que esta amenaza. Comí mis chococrispis y me vestí con la nueva ropa que Elena me compró. Aun olía a nueva. Saboreé ese olor. En el orfanato pocas cosas eran nuevas. Me fui al cuarto de baño y me lavé los dientes. Tenia que darme prisa si no llegaría tarde, y eso no estaría nada bien el primer día. Me quedé mirándome en el espejo... me pregunto que me dirían los otros de mis orejas y de mi cola... quizás no les gustaría...

-¡Etheris! - me llamó Elena - ¡¿te piensas quedar a vivir en el baño?! ¡Sal a orden de YA!

Me apresuré a salir de carrerilla, cuando Elena solo usaba ese tono cuando tenía las uñas retractiles fuera, y no las sacaba para que se aireasen precisamente...

-Pobrecito, la leona te hace correr, ¿eh Ehteris? -se reía por lo bajo Alexander.

-Tu quieres morir joven, ¿verdad cariño? - le respondió ella.

Alex se quedó en silencio. Como siempre olvidada que era el único que no podía oír por debajo de las limitaciones del oído humano. Pero por suerte Alex se las sabía todas. Con un par de mimos ya tenía a Elena contenta y su vida a salvo.

-Venga, no seas exagerada... - hacía mientras le frotaba en la barbilla, haciendo que la león levantase la cabeza mientras cerraba los ojos - vamos bien de tiempo, no hay mucho tráfico a estas horas... no tienes por que ponerte tan nerviosa...

-Esto roza el erotismo... - susurré para mí.

Alex me guiñó un ojo. Tan juguetón como siempre. Me fui para dejarlos solos y cogí la mochila con unas hojas dentro y unos cuantos bolis. La verdad es que se me hacia casi extraño que la mochila pesase tan poco.

También puse el viejo portátil de mi madre, con el cable para conectarlo a la red eléctrica y un ratón aparte.

Al fin tenía algo de peso la maleta, pero seguía siendo bastante ligera... era algo fastidioso que algunos profesores prefirieran que sus alumnos usaran ordenador y otros papel y libro, pero que remedio, tendría que apechugar como todos.

-¡Etheris, ya es hora de irnos! - Anunció Alex desde el comedor.

Nos fuimos en coche. En algo más de 10 minutos llegamos al cole. Parecía... normal... Alex me contó que había sido un antiguo manicomio. Esperaba que los profesores no fuesen los antiguos internos aunque Alex me aseguró que en su época había uno que si que lo había sido. No lo creí pero ahora que me encontraba frente al edificio...

-¿Te gusta Ether?- pregunto Alex. Era una pregunta estúpida, ¿como me iba a gustar un edificio y aun mas un colegio? pero lo que me sorprendió fue como me había llamado Alex. Lo hizo con toda la naturalidad el mundo, pero lo que el no sabia era que mi madre me llamaba Ether. No es que me molestara... pero me sentí... extraño. Me recordó nostálgicamente a ella, aunque... no me molestaba oír ese apodo afectivo pronunciado por la voz de Alexander... más bien... me gustaba.

Abrí la puerta del coche y salí mientras extendía el paraguas. Las gotas de lluvia que martilleaban la tela sonaban como el batería de un grupo de "house rock", sobretodo a mis orejas de zorro. A lado estaba Alex, el cual había salido del coche tan pronto como había aparcado y no parecía importarle la lluvia, puesto que no llevaba ni paraguas ni chubasquero... ni se molestaba en ponerse a cubierto.

-No quiero mojarme.....-dijo Elena con una vocecita de niña espantada...

-Si solo son cuatro gotas... apenas llueve - le respondió el hacker

Si... apenas llovía, comparado con el diluvio universal, en el suelo el agua ya formaba pequeños torrentes que caían a lo largo de la acera...

No sabía si Alexander se dejaba mojar por gusto o lo hacía para intentar ayudar a Elena con su hidrofobia... tal vez si veía que no le pasaba nada al mojarse... bueno, en realidad estaba tiritando de frío y tenía el pelo empapado por toda la cara, aunque por suerte ya no le caía como antes, ya que hastiado de que cada vez lo tenía mas largo y descontrolado, había optado por hacerse una cola de caballo que caía totalmente lisa hasta la mitad de sus hombros, aunque no tenía mucha habilidad haciéndosela, ya que había dejado mechones de pelo que le cubrían parte de la cara y de las orejas.

  • Alex... deberías coger el paraguas....

-Es que... me he dejado el mío en casa - mintió Alex, ya que había visto como lo dejaba expresamente en el paragüero de la salita a pesar de haberlo tenido en la mano antes de salir - tu coge el tuyo y abrígate bien, ¿eh?

-Toma...-le pasó el suyo por la ventanilla del coche. Así seguro que no debería bajarse del coche.

-Elena, déjate de cuentos, tenemos que ir a ver a los profesores de Etheris te guste o no.

Elena lo miraba con una carita de cachorrillo. Se veía que odia la lluvia. Pero había alguien que le era mucho más importante que cualquier molécula de H2O... Abrió la puerta poco a poco. Inmediatamente Alex se apresuró a extender el paraguas ante la salida del coche. Le ofreció la mano y le ayudó a salir, despacio, con suma calma y cuidado.

Elena se engancho a el muy fuertemente para evitar las gotas de lluvia del borde del paraguas.

-Estas mojado- le dijo con expresión severa- no vuelvas a hacer eso nunca mas...no quiero que pilles una neumonía que después me toca cuidarte.

-Si me vas a cuidar tú, lo haré a diario. - respondió picadamente.

-¡Alex! Cuidado con lo que dices- le enseñó amenazadoramente una zarpa con sus garras retractiles saliendo lentamente - ¿Entramos o que? no quiero quedarme todo la vida bajo esta lluvia

-Vamos, vamos... estamos en frente de la escuela, no te quejes que hemos encontrado el mejor sitio para aparcar...

-¡¿Pues a que esperamos?!- le cogió el paraguas y empezó a caminar, no hay que contradecir a Elena bajó la lluvia puede ser peligrosa.

Finalmente llegamos los tres al porcho de la escuela. Aún no había un solo alumno, pero me habían llamado a mi media hora antes que empezaran las clases para que conociera a los profesores, mi clase y esas cosas... Tampoco era algo tan especial, ¿no? Una escuela como cualquier otra, profesores de matemáticas y de lenguas y todas esas cosas, ¿que podía ir mal?

A partir de ese día, me obligué a mi mismo a no volver a suponer que nada será normal.

Seguimos el pasillo y giramos varias veces. Iba mirando a derecha y izquierda. Era acogedora. Alex iba delante. Legamos al despacho del director y nos dio la bienvenida. Dio su discursillo rollo, todo eran cosas administrativas para Alex y Elena. No duró mucho. A lo sumo 10 minutos. Era un tipo de poco hablar pero cuando decía algo lo hacia de manera clara y concisa. No obstante era alguien muy agradable. Elena y Alex se despidieron y el director me acompañó a la sala de los profesores.

Entramos, pero ningún profesor se giró. En una mesa había unos cuantos jugando al pocker y en otro lado un par bebiendo y fumando con la ventana abierta....sin tener en cuenta a los que hacían experimentos de química con la nevera... eso parecía un desmadre general...

El director se dirigió hacia la improvisada mesa de pocker.

-Señoritas Farré el juego no esta permitido en este establecimiento, les pediría que devolviesen cada objeto ganado a su dueño, muchas gracias.

Una de las dos señoritas... que eran idénticas (seguramente eran hermanas gemelas), se giró. Tenía un chupa-chups enorme en la boca.

-¡Pero señor director! ¡¡Con el esfuerzo que me ha costado ganarlo!!

Pero por muchas quejas que hubiese le obedeció. Se guardó rápidamente el juego al mismo tiempo que el director regañaba a los dos fumadores y bebedores de Whyski del fondo. Oí sus apellidos, Galilei y Miguel...no eran muy comunes que digamos

-Bien escuchadme todos... ¿uy? ¿No esta la señorita Alberich?

-Seguramente llega tarde por el tráfico y todo eso-dijo una voz del fondo

-Bueno que se le va hacer... bien, este es Etheris, un nuevo alumno- dijo, refiriéndose a mi - Tratadlo bien, ¿eh chicos? Se quedará aquí con vosotros hasta que llegue Marta, ¿ok? No lo asustéis por favor.- Y se fue. Al poco de cerrarse la puerta me saltaron encima la de la piruleta y su gemela

-¡Que monooooooo! ¿Has visto estas orejitas Amanda?

Tragué saliva como pude. Eso era más de lo que podía esperar. ¿Profesores apostando al pocker? ¿Dos de ellos fulminando una botella de whisky a las 8 y cuarto de la mañana? ¿Dos gemelas hiperactivas tirándome de las ojeras, tomando muestras de tejido y midiendo mi resistencia física? (Suena raro, pero no hay otra forma de describirlo, os lo aseguro), me prometí a mi mismo que obligaría a Alex a disculparse ante Elena por no haber aceptado que me matriculase en esa escuela privada del pueblo de al lado, la excusa de tener que coger el bus hacia ahí cada mañana no compensaba...

Eran dos chicas de unos 23 años, de pelo castaño claro tirando a rubio, pero su aspecto juvenil y alegre era engañador. Una vestía una bata blanca, la de los científicos locos mientras que la otra llevaba una gorra militar con roba de deporte. Del mismo modo mientras una se interesaba por mi grupo sanguíneo y los genes responsables de mi "adorable" aspecto, según ellas, la otra intentaba averiguar el límite de mis capacidades motoras.

-Señoritas, señoritas - hizo un hombre de pelo canoso y con unas entradas ya marcadas en la frente. - creo que vuestro joven alumno está intentando respirar... - de repente elevó la vista al cielo... mas bien al techo, mientras se cubría la frente con la yema de los dedos- ¡no debéis asfixiar su creatividad!

-¡Tu chitón Sanchez!, ¡ya sabes lo que hemos apostado!

-Si, si... no impartiré nada de Quebedo durante una semana...

-Así me gusta, les destrozas las neuronas a mis alumnos y luego no me rinden cuando les mando las pruebas de resistencia paramilitares.

De repente, como de la nada salió otra profesora, apenas 5 años mas joven que el tal Sanchez, que le cogió del cuello y le tiró hacia ella para plantarle un morreo en toda la boca. Se pasaron prácticamente un minuto así, hasta que por fin se separaron.

-¡Vaya Pilar! - Dijo uno de los dos bebedores. -Se nota que eres profesora de Lengua Catalana, hay que ver que rebién la usas... la lengua me refiero.

Ella le fulminó con la mirada, literalmente. Le miró con unos ojos que si mi vista no me engaña, brillaban de color rojo, y el se sentó de golpe en el sofá y no volvió a dirigir palabra.

-No le hagas caso al salido de Ángel. - le susurró Sanchez, en un tono tan bajo que en teoría solo ellos dos habrían escuchado... si yo no tuviera mi oído, claro.

-Juan, puedo hacer que su vida finalice ahora mismo... ya lo sabes... también la de esa Irene, muerta la deudora, muerta la deuda...

-Pilar, no mezcles una faena con la otra... ni tampoco lo sobrenatural con lo mundano...

-Está bien... - y se apartó de el, en un parpadeo desapareció, sin que pudiera ver por donde había salido... Miedo, ya estaba sufriendo MIEDO.

El otro fumador se acercó y pasó su brazo por encima de la que se llamaba Amanda. No pudo pronunciar ni una palabra ya que quedó extendido en el suelo por una llave de Judo. Estos profesores si que parecían internos del antiguo manicomio que había sido esta escuela.

-Dimitri... eres mas que un mal alumno... ya te he explicado que para contrarrestar la fuerza centrifuga de la técnica de Amanda tienes que impartir una fuerza superior al esta, en este caso utilizando tu peso y tu fuerza bruta. ¡Que eres un tío! ¡Un macho!

-Ya, ya, si fuera tan fácil no me hubiese caído ¡Einstien!- dijo dolido el profesor.

-Ay estos matemáticos... confunden a todos los físicos... te escribiré "Copernic" sobre tu frente a ver si te acuerdas, Dimitri.

Eso empezaba a parecerse a un gallinero... con los gallos persiguiendo a ciertas gallinas y otros que se enfrentan entre ellos.

Daba cierto miedo... y mi profesora que no llegaba... de repente alguien abrió la puerta que se encontraba tras de mí y entró de sopetón, tirándome al suelo. Era una chica rubia con mini falda y gafas a la última.

-Oh sorry boy, - hizo -Are you ok?

-Jodie no le hables en ingles al pobre chico que es nuevo ya basta tiene con el chichón que le acabas de hacer... - dijo un otro de los que vaciaban la botella de Whyski.

Tanto daba, igualmente, con ese caos, ya era incapaz de hablar en el idioma que fuese...

-Oh foxy... good morning... ¿Eres un nuevo student?

-Euh... si... me llamo Etheris...

-¿A que es muy mono Jodie?- dijo la que suponía que era profe de Educación Física y que jugueteaba con mis orejas.

-Sure Irene... welcome Etheris... My name is Jodie and seré your ingles teacher.

De repente olí un dulce olor a castañas recién hechas que salía del micro-ondas. Una mujer de unos 35 años vestida de marrón claro se presento con un cucurucho hecho con unas hojas de periódico y comiéndose una castaña. Iba vestida toda ella de marrón y hasta su pelo era castaño. Parecía realmente una castaña de 2 patas.

-¿Chicas queréis? Oh, ¿quien es este chico? ¿Un nuevo alumno?... esas orejitas... no será... ¿un hibrido? ¡¿No me digas que tienes un oído de Anthro?!

Yo le contesté con un tímido movimiento de cabeza afirmativo. Al decir eso se le iluminó el rostro. Hizo una pose de victoria mientras iba gritando al cielo.

-¡¡¡SIIIII, por fin!!! ¡¡¡Al fin tengo un alumno que sabrá apreciar la sutileza de mis canciones!!!

Y estos deberían ser mis profesores.

Daba cosa. Saber que tu profesor de mates vacía una botella de Whisky por las mañanas con el profe de dibujo da que pensar...

Pero eso si, no se parecían en nada a los estirados que teníamos en el otro colegio. Estos estaban loco, eso por descontado, pero parecían al menos más humanos.

Muerto, estaba muerto, todos ellos, el dibujante borracho, el matemático ligón, las gemelas de gimnasia y ciencias, la profesora de catalán que parecía un ser de inframundo y su... ¿novio? ¿o marido? de castellano, la de música con la castaña, la de inglés que no parecía hablar apenas español... ¿me faltaba alguna asignatura? ¡Ciencias Sociales! Era la que me faltaba aún... ¿me esperaba otra sorpresa más?

Al cabo de poco sonó la campana. Me indicaron someramente hacia donde dirigirme. Al parecer hacia la aula A-7, 2ndo piso al final del pasillo.

Cuando llegué respiré hondo. Iba a entrar en una clase repleta de alumnos. Generalmente soy más bien tímido. En ese momento me dije que hubiese tenido que engancharme las orejas y esconder la cola...no pensaba que los demás alumnos reaccionaran tan bien comos las dos profesoras... suspiré. Ya no había vuelta atrás. Puse una mano sobre el pomo de la puerta y la abrí.

No había hecho ni un paso que ya tenía todas sus miradas, unas 22, fijas en mí, en mis orejas y mi cola. Me dio ganas de irme, tragué saliva y entré hasta sentarme en un pupitre que encontré libre. Me tuve que sentar delante, porque al parecer eso de tener alergia a los pupitres delanteros es común a la mayoría de alumnos...

Estaba cerca de la ventana e intenté no hacer caso de las miradas que aun sentía clavadas en mi espalda pero no podía evitar oír sus conversaciones. Murmuraban comentarios como "que raro", "¿has visto? Debe ser un medio-antrho"... no me hacían mucha gracia. Pero supongo que es normal. Los anthros no son aun muy comunes y los híbridos no digamos. Por suerte no sabían que les podía oír. De algún modo... temía que si sabían que tenía estas facultades se cerniese sobre mí una lluvia de comentarios no muy agradables, para decirlo con tacto.

Saqué el portátil y lo conecté, en el suelo habían varias tomas de corriente donde enchufé el cable de alimentación. El portátil tenía una batería de unas 3 horas, como mucho 4 si no le conectaba ningún periférico y se usaba para cosas que consumiesen muy poco... vamos, era impensable que pudiese durar las 6 horas de clase seguidas (y la media hora de patio entremedio).

De repente sonó un agradable tono y apareció una señal de una antena con una exclamación a su lado en un rincón de la pantalla. Cliqué en el icono y me informó que había encontrado una nueva red inalámbrica, llamada "CEIP_Pepe_Botella", y no pedía contraseña. Le pulsé a la orden "conectar", y en unos pocos segundos entré en ella... Y ya no sabía que mas hacer, intenté entrar en Internet, pero me pedía contraseña, las carpetas compartidas del servidor (llamadas "Alumnos", "Profesores" y "Dirección") también me pedían una clave... suspirando cerré la tapa del portátil, dejándolo en "stand-by".

En ese momento se me acerco uno de los alumnos. Un chico un poco...rellenito. Llevaba una mancha en la mejilla. Adiviné que era chocolate porque se estaba comiendo unos chocobons.

-Hola, eres nuevo, ¿no?

-Eh? Si...

-Yo soy Oscar. Sabes... la profe de sociales no quiere que utilicemos ordenadores... dice que es mejor escribir sobre papel... que así sentimos mas el tiempo de las eras pasadas y esas cosas... Ya se sabe, manías de profe... me gusta tú portátil... aunque es un poco viejo, ¿no?

-Pues... bueno, si, tiene sus trotes ya... pero aún aguanta lo que le eches, seguro que lo podré usar algunos años mas... espero. -Realmente lo esperaba, se estaba quedando algo obsoleto, pero le tenía cariño a ese ordenador, era una de las pocas cosas que conservaba de mi madre.

Ese chico no parecía cansarse de hablar nunca. La verdad es que había sido muy amable de venir a advertirme. Me explico rápidamente que eran unos 22 alumnos y las 4 manías de la profesora, pero me dejo intrigado.

-Ya veras es muy divertida. Con ella parece que todos los días sea carnaval. Esta un poco chiflada, como todos lo de aquí, pero es divertido.

-Si... ya he conocido a los profesores... algunos son algo simpáticos, pero otros dan miedo... ¿la de gimnasia siempre es así? ¿Y la de catalán? ¿No tiene algo extraño ella...?

-¡Corren rumores sobre la profe de catalán que dicen que hace budú! Y si... la de gimnasia es... ¡¡¡peor que los militares!!! ¡Por desgracia nuestra! ¡¡Es pura tortura aquello!!

Se me cayó el alma a los píes... otra vez, ya había perdido la cuenta de las veces que me pasaba hoy. Nunca había sido bueno en educación física, dicen que los anthros son más fuertes y ágiles, pero yo... tengo la resistencia de un anciano reumático; con solo correr un par de minutos ya acababa totalmente rendido.

-¡¡Que llega la profe!!- oí que avisaban desde la puerta.

Todos se sentaron rápidamente para hacer ver que eran una clase de lo mas responsable, o quizás para intentar que la profe pasase de largo pensándose que no había nadie... Pero no, efectivamente la profesora entró en clase.

Algunas chicas parecían encantadas, algunos chicos criticaban lo que yo no podía creer que estuviera ante mío. No pude evitar preguntar al que estaba detrás mío si esa era la profe de sociales...

Estaba alucinando.

Vestía lo que parecía un traje medieval, era de color rojo con algunas franjas blancas, le cubría desde los hombros hasta los pies, y tenía una larga cola, como de nubia, que arrastraba al andar. También se había echo un peinado para la ocasión, dejándose una larga melena rubia, y con dos trenzas que formaban una diadema tras de la cabeza al estar atadas entre ellas. Caminaba con total elegancia y como si esa fuera la vestimenta mas adecuada para una profesora...

-Bien, hoy vamos a estudiar la edad media chicos. ¿Os gusta mi vestido?

Supuse que era a eso que se refería el chico gordito con lo de disfrazarse... ahora la pregunta era... ¿lo hacia a todas las clases?

-Oh claro si tenemos a un nuevos alumno, Etheris ¿no?

-¿Uh? Eh... sí, sí, Etheris...

-Bien Etheris, para empezar me gustaría que sacaras papel. El papel es una de las muchas cosas que nos legaron nuestros antepasados, por lo tanto creo apropiado usarlo en esta clase al igual que tu puño. Me gustaría saber cual es tu letra. ¿Me puedes hacer una ficha de presentación con nombre apellido edad...y todo lo que creas conveniente poner por favor?

-Una... ¿que? - pregunté extrañado - ¿Ficha de presentación?

-Si. Básicamente me pones tu nombre y apellido, edad antiguo centro, dirección...etc. Es solo para poder contactarte. A veces me gusta preparar sorpresas ya veras....ah toma. Ya que estudiamos la Edad Media hagamos como en la Edad Media

Me dio una pluma de ave con una dulce sonrisa. Sus métodos me parecían de lo mas extraña... pero una cosa me había quedado clara. Haríamos las cosas como el la época histórica... Era un método de educación bastante... peculiar.

Miré la pluma de ave. Era bonita... ¿pero de veras tenia que escribir con eso? Me resigné ha hacer como me había dicho. Puse mi nombre con mi mejor caligrafía. Me paré cuando toco el apellido... ¿cual era ahora mi apellido? Kazan, ¿el de mi madre biológica? ¿o los de Alex y Elena?

Finalmente decidí ponerlo como habíamos sugerido Alex y yo: Etheris Kazan Torvals Aslan, añadí mi edad (11), fecha de nacimiento (24 de diciembre del 2019), la dirección, mi antigua escuela, la del orfanato... Pensé que era mejor explicarlo un poco, así que puse un poco de datos, no conocía a mi padre, mi madre murió cuando yo era pequeño (evité explicar las causas de la muerte), y que hacía poco me había adoptado una pareja hibrida (se suelen llamar así a las parejas de andro con anthro). Al final me dio la impresión que había escrito demasiado, pero ya era tarde para echarme atrás, y le entregué el papel.

Mientras la profe ponía a diversos grupos a trabajar sobre temas distintos se me acerco, cogió el papel, le dio un vistazo y no comento más de la cuenta. Agradecí que no hiciera preguntas. Se presento.

-Yo soy Marta Alberiech tu profesora de ciencias sociales, encantada dijo tranquilamente - Normalmente no llego tarde. Solo que hoy un tío se tiró a la vía y los metros fueron paralizados... hay gente extraña.

Se hizo un silencio sepulcral. De golpe. Creo que el impacto de la imagen hizo que se olvidaran hasta de mí, las 23 miradas (contando la mía) se habían clavado en la profesora, a la espera de que nos esclareciera esa declaración.

-No os preocupéis chicos, el hombre esta hospitalizado... creo... tal vez ingresó cadáver, se dejaron restos suyos incrustados en la vía... Pero bueno, da igual. Me han dicho que os tengo que presentar a vuestro nuevo compañero de clase, supongo que ya le habeis visto, pero lo haremos formal y oficial: Este es Etheris Kazan Torvals Aslan... nombre cortito... - susurró para ella. - Hace poco que se ha mudado aquí con sus padres y supongo que aún no conoce mucho el sitio, pero ya le enseñaréis como va todo. Por cierto, este es tu horario y la lista de libros que tienes que comprar, - dijo mientras me pasaba unos cuantos papeles que había sacado de su cartera - yo no uso libro, me limito a pasar en papel lo que os voy a enseñar cada día o temario o como me de la gana, jeje.

-Ah... gracias

Miré un poco los papeles. Me pasó unos cuantos apuntes de lo que ya habiamos hecho. Tambian habia una lista de libros, lo normal. Uno de mates uno de catalan y castellano y bueno todo eso.

-Bueno Etheris como no estabas aqui la otra vez me gustaria que me hicieses un blason, tu blason.

-¿Que haga mi que? - pregunté, me daba la sensacion que esa profesora se había decidido a dedicarme toda la hora de clase a mí.

-Un blason, tu escudo heraldico, ¡inventa caballero!

-¿Como va a tener blason mi familia? ¡No tengo ni abuelos! Vamos, de milagro los anthros tubieron apellidos propios, ¿como espera que los cientificos se pusieran a darles escudos de armas?

Al oir eso la profesora se puso a reir. Era como si se estuviera burlando de mi. Estaba un poco avergonzado.

-Hahaha...que gracioso eres Etheris...hahaha... mira, ¿porque no te inventas tu propio escudo de armas como si fueses un caballero? Los otros cada uno hizo el sullo. La historia es como un cuento de hadas. Imaginate que eres tu un caballero de la mesa redonda. ¿Necessitaras un escudo no? Pon lo que eres en ese escudo. Cada uno es como es y por eso cada uno tiene su escudo. Y como no lo acabas te tocará hacerlo en casa...

Me dedicó una dulce sonrisa y se fue a ver los trabajos de los otros grupos. Era, como decirlo, peculiar como trabajo de historia...Crearme un escudo de armas, bueno evidentemente es una parte essencial del caballero... pero, ¿que valor historico podia tener?

Intenté pensar en cosas que me identificaran, zorros, sin duda, esa era la parte de la familia de mi madre, mi padre biológico... ni idea, tampoco me importaba, luego; Elena... león, tal vez una silueta de la cabeza de un león, con la melena... algo pensaría. ¿Y Alex? ¿Cual sería el origen del apellido Torvals?

Era todo un problema. Pensé en que otras cosas me caracterizaban, mis gustos, mis aficiones... Antes de mudarme hacia kendo y otras artes marciales, quizás una espada iría bien. Decidí así unos cuantos elementos. Una espada, un león, un zorro, una jaula abierta... y colores... Rojo, oro y verde lima. ¿Por qué verde lima? Pues porque me gusta. También le puse una corona... pues porque queda bonito.

Solo tuve tiempo de hacer un esbozo que sonó la campana. Le profe se fue con su magistral vestido y su impresionante estilo de princesa medieval. Guardé los papeles en la cartera y miré mi ordenador, desalentado.

Y tan solo había empezado el día.

Lizarman: Oh wow, ¡OH WOW! No me lo creo... ¡hemos subido el tercer capítulo tan solo 3 días después de que se publicara el segundo! En realidad esto ha sido un corte de emergencia, ya que hemos decidido abandonar el proyecto.

...

...

¡JUAX! ¡Habría pagado por poder ver vuestras caras!

Era una broma, tan solo hemos cortado porque si no, este capítulo habría sido quilométrico, así que el próximo capítulo seguirá inmediatamente después de este, y en la misma línea.

¡Hasta entonces!

Elijahkazan: ¡¡Pero que malo es Lizar!! Bueno solo quería deciros un par de cositas: a partir de ahora intentaremos ir a un ritmo intermedio. Ni muy rápido ni muy lento, básicamente para no dejaros colgados. XD Bromas aparte, este capítulo esta partido porque si no como muy bien a dicho Lizar seria quilométrico. ^^ Así que... ¡¡DISFRUTAD AMIGOS!!