Restart / Alter Ego

Story by lizarman on SoFurry

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#1 of Computer Games


Computer games #1

Restart / Alter Ego

Tecleé lentamente la larga lista de dijitos hexadecimales, eran 32 dígitos, separados por dos puntos cada 4 dígitos, habían unos cuantos ceros que podría haber omitido dejándolo en blanco, pero no quise arriesgarme, conociendo al usuario al que tenia intención de infiltrarme y robarle, toda precaución era poca.

Miré a mi alrededor, negra noche, los demás dormían silenciosamente. Nadie se percató que yo estaba levantado y tecleaba frenéticamente en mi viejo portátil del 2026, ya tenía 5 años...

Escaneé su red, estaba conectado a Internet por un router, en el que tenia varios ordenadores conectados, pero pude sacar la dirección correcta del host que buscaba gracias a que una vez lo usó de servidor FTP para compartir unos documentos.

La otra dirección era una IPv4, mucho mas corta y fácil de recordar que las IPv6 que circulan por Internet, es normal usar v4 en redes privadas.

Recé para que no hubiese cambiado, si no tendría que buscar entre 254 variables posibles...

-192.168.11.132 - murmuré en voz alta mientras introducía los números en el programa que había modificado para poder entrar en el otro ordenador y copiar los datos.

Estaba dentro, ahora tenía que actuar muy rápido, busqué puertos abiertos en su cortafuegos, por suerte había dejado el ordenador conectado por la noche para descargar quien sabe que y el puerto del programa p2p estaba abierto.

Por un momento tuve la tentación de mirar que estaba descargando Tàijí, el que estaba considerado uno de los más hábiles hakers de toda la red. Su fama no era inmerecida, había demostrado que era capaz de entrar en cualquier ordenador que se propusiera, pero la verdadera razón de su fama era que nunca había dañado un ordenador, o había echo perder los datos del mismo. No era un craker, era un verdadero haker, un máximo experto en ordenadores que no usaba sus habilidades para dañar a nadie. Al contrario, en algunas ocasiones había filtrado a la prensa información importante sobre fraudes u otros crímenes que había conseguido.

Pero lo que yo buscaba era uno de sus mejores programas, el World Wide Web Maper, conocido como W3M, capaz de decir con la exactitud que ningún otro programa o servidor puede, donde se encuentra un ordenador con solo decir su dirección IP.

Eso era lo que buscaba, si quería conseguir mi venganza tenía que encontrar a esos tipos, y la única pista que tenia era las direcciones IP de los ordenadores que tenían en sus guaridas...

-Vamos... vamos...

Ese programa no solo era capaz de encontrar los ordenadores, con el se podía tener acceso completo al ordenador, en realidad con un ordenador lo bastante potente y algo de tiempo se podía crear un mapa completo de Internet. Por eso era un arma tan poderosa, por eso muchos la habían buscado, con una herramienta como esa se podría controlar totalmente Internet, acabar con la privacidad y el anonimato que ofrecía. Un programa como ese podría ser la base de un ojo que controlase toda la actividad y tráfico de la red.

Suerte que Tàijí era responsable y conciente y nunca liberó ni una mínima parte de su programa.

Por esa razón pensaba eliminarlo de mi disco duro tan pronto como el programa hubiese cumplido.

Lo encontré, ¡estaba ahí! Era un solo fichero ejecutable, pesaba unos cuantos megas, pero no tardaría a descargárseme. Tecleé el código para que se descargase y...

Mi viejo portátil se apagó, el sonido del ventilador se apagó súbitamente a la vez que la pantalla quedaba negra.

Ni respiré.

Entonces el ventilador volvió a ponerse en marcha, sonó el típico pitidito que suelta cada vez que se enciende, se había reiniciado.

Pero algo no iba bien, la BIOS no buscaba en el disco duro ni cargaba los periféricos como debería

Solo quedó una pantalla negra con una línea blanca parpadeando en la esquina de arriba del todo.

Entonces vi parpadear la lucecita del teclado que indica que hay tráfico en la conexión inalámbrica y casi al instante apareció una frase escrita con letras blancas:

"WTF do you think you are doing?!"

No dude que esa frase era de Tàijí, había instalado algún programa en mi ordenador y había tomado el control de el al completo.

"Lo siento, solo quería el W3M, lo necesito"

Había pulsado intro sin darme cuenta que le había respondido en castellano, estaba traduciendo cuando me llegó otro mensaje suyo.

"¿Hablas castellano? Mejor aún, escucha, el W3M no es un simple programa, tiene un potencial descomunal y no puedo permitir que cualquiera juguetee con el. He instalado este programa de mensajería básica en la BIOS de ese viejo portátil con el que has intentado hakearme, la restauraré cuando me hayas respondido a unas preguntas, hasta entonces no tienes escapatoria, aunque reinicies el ordenador seguirá cargando solo el mensajero, así que, primero: como te llamas?"

"Etheris."

"OK, ¿que edad tienes?"

"11 años."

"¿Solo? Vaya, cualquiera lo diría, la verdad es que eres el que mas cerca ha estado de conseguir robarme el W3M"

"¿Si?"

"Sip, y dime, ¿para que lo querías?"

"Pues... es una larga historia."

"Tengo mucho tiempo, y si quieres recuperar tu portátil será mejor que me la cuentes."

"Bueno... verás, soy un medio-zorro"

"¿Quieres decir que uno de tus padres era humano y el otro un anthro zorro?"

"Si, tengo el aspecto de un chico humano de mi edad menos por que tengo orejas y cola de zorro"

"Y eso que tiene que ver con mi W3M?"

"Mi madre era la zorro, cuando era joven una mafia la engañó y le obligó a trabajar por ellos como prostituta, así es como me tubo a mi. Nunca he conocido a mi padre."

"Vaya, lo siento"

"Cuando tenía 5 años mi madre quiso dejarlo y ellos la mataron para que no hablara, ahora vivo en un orfanato, solo conservo el portátil que me había comprado la ultima navidad, siempre decía que tenía que dedicarme a la informática, que así haría futuro. Cuando vine aquí encontré un fichero de mi madre, era una dirección IP del ordenador de una de las bases que usa esa mafia. Hace poco conseguí infiltrarme y sacar las IP de las demás centralitas, lo tienen todo muy informatizado, pero las IP las han contratado en una compañía suiza y es como los bancos, no dan información de nada de sus clientes, así que la única manera que tengo de saber donde están es con tu W3M."

"Entiendo... bueno chaval, tengo que dejarte, espero volver a saber de ti... a menos que sea por mi firewall"

"Ya..."

Y entonces la pantalla volvió a quedarse negra y se volvió a reiniciar todo, mantuve pulsado el botón de apagar mientras aparecía la pantalla de carga del Windows Eternal Edition, cinco segundos después se desconectó, cerré la tapa y dejé el viejo portátil de mi madre en el cajón donde lo guardaba siempre.

En ese momento solo supe decir:

-Mierda.

Me dormí al poco rato. A la mañana siguiente casi me quedo dormido. Me espabilé, a primera hora mates... ¡Que palo!

Me levanté y me arreglé ante el espejo, con un poco de esparadrapo pegué mis orejas a la cabeza de manera que parecieran parte del pelo y luego me puse unos pantalones anchos sin agujero para la cola. Los otros ya se burlan bastante de mi aspecto semi-anthro, así al menos queda escondido.

Estuve toda la mañana pensando en que haría. ¿Intentarlo de nuevo? O quizás probar otra cosa.... No sabia que hacer. La profe de historia me saco de mi reflexión interior, ni me había dado cuenta de que la hora de mates ya había pasado.

  • Hoy estudiaremos el origen de los Anthros: la palabra viene del griego anthropos que quiere decir hombre. Como todos sabéis los anthros son una raza no muy bien vista por la sociedad aun. Resultado de las experimentaciones genéticas de la primera década del siglo. En el 2008 se empezó a descubrir la existencia de estos seres.....blablabla..... En 2014 se les acordaron los derechos humanos en razón de ..... blablabla ....Al principio no se les daba el nombre de Anthros. Algunos los llamaban monstruos, animales ...etc..en 2015 consiguieron que se les llamase anthros porque se consideran humanos y la ley les reconoce como tal. Los anthros se les consideran humanos aun que existe un serio recelo hacia ellos. Son seres modificados genéticamente que poseen ciertas habilidades no humanas como un olfato o vista excepcionales... y también altera notablemente el aspecto de la persona, que pasa a tener la apariencia de un animal humanizado. Recuerdo un experto en anthros que, en uno de sus libros, sostuvo la teoría que los humanos tenemos miedo o celos de los anthros. No hay que decir que lo trataron de loco. Es, por supuesto, totalmente falso; nosotros somos la clase limpia*...... blablabla .... Hoy en día hay médicos que esa mutación, del genoma andros, la consideran como una enfermedad a curar. No es extraño.... blablabla

* Hombres que no son anthros ni que tienen modificaciones genéticas del grupo genético definido como andros (hombre)

No me gustaba el término de clase limpia. Ni que los consideraran como unos enfermos. Me sentía incomodo con lo que decía la profe. Me sentía como un extranjero. Soy medio antro medio humano y me sentía aun menos en mi sitio cuando la profe iba soltando su discurso anti-anthros. La pena es que no es la única anti-anthros. Y hasta los anti-anthros se sirven de ellos. Algunos contratan antros y los tratan como esclavos y las autoridades lo saben pero no dicen nada. La mafia es la que se beneficia más. Profundamente racista se aprovecha de los anthros minoritarios y las autoridades cierran los ojos. Al pensar eso me decidí, lo probaría otra vez y todas las que harían falta para tener ese programa y poder vengarme. La justicia no hacia nada y por eso tenia que hacerlo yo.

Acabé las clases. Era viernes y solo tenía por la mañana. Salí el primero y caminé deprisa. Quería llegar pronto para poder conseguir el programa. Pero cuando giré la última esquina y vi el orfanato me acordé. Tenia que ayudar al dojo ....Eso me abatió. No podía tocar al ordenador antes de las 7 de la tarde...

Comí rápidamente. Era como si comer rápido me acercaba más a la hora que podría conectarme con mi portátil. Bueno también estaba muerto de hambre. Subí un momento a mi habitación para hacer tiempo hasta las 4. Hice algún que otro ejercicio de mates. El viejo reloj de cuerda que había en el despacho del director, justo encima de mi habitación, me avisó de que eran ya las 4 . Lo guardé todo en mi cartera No quería que Quique me copiara los ejercicios. Bajé las escaleras de 3 en 3 y me fui corriendo. Crucé la calle y ya estaba delante del dojo. El señor Himura me abrió lentamente la puerta y me dijo con su lentitud y sonrisa habitual:

-Konnichi wa Etheris, Konnichi wa.

Respondí a su salutación por una ligera inclinación a la que el también respondió y me invitó a pasar. Me preguntó si quería un té. Acepté gustoso mientras me desenganchaba las orejas. Siempre me las engancho para ir al cole. No quiero que los otros lo sepan, solo lo saben en el orfanato y en el dojo porque lo saben desde que llegué. La verdad es que molesta mucho tenerlas todo el rato pegadas. ¡¡Encima es un rollo desengancharlas!! Te estiras los pelos y te pones perdido de esparadrapo, igual que cuanto te las enganchas.

-¿Quieres pastelitos?

-No hace falta gracias... ¡¡¡maldito esparadrapo!!! ¡¡¡AIE!!!

-Jiji, ¿aun sigues enganchándote las orejas?

-Pues claro...no quiero ser el hazmerreír de todo el colegio...solo son de clase limpia.

Las horas pasaron. Ayudé a preparar el dojo para las clases de la tarde y asistí a la de kendo y aikido. Eran las únicas que se daban el viernes por la tarde.

Mas tarde salí del dojo y entré corriendo en el orfanato, si me daba prisa tendría tiempo de volver a intentar substraer el W3M antes de que fuera la hora de cenar. Corrí hacia la puerta, la crucé, giré para ir a las escaleras de los dormitorios, estaba a punto de cruzar el umbral cuando oí una voz de mujer que me llamaba.

-¡Etheris! ¿Se puede saber a donde vas?

-¡Profesora Cecilia! Eh... iba a mi cuarto...

-Ya irás luego, el director quiere verte.

-¿El director? ¿A mi?

-¿Hay otro Etheris en el centro?

No, sin duda no había otro Etheris en todo el centro.

Acompañé a la profesora hasta el despacho del director, que se encontraba en la ala totalmente opuesta a la de las habitaciones, me resigné a tener que esperar a la noche para intentar otro asalto, ya que aunque el director acabara pronto ya no me daría tiempo...

Me paré ante la puerta y olí el aire, no muchos saben que no solo tengo orejas y cola de zorro, mis sentidos también son superiores a los de la mayoría de andros. Noté la fragancia del director, inconfundible, estaba reunido con otro hombre, era bastante joven, unos 20 años... me concentré y exploré el mundo de los olores; dicen que el olfato es el sentido que mas activa la memoria, no lo dudo, yo se reconocer el carácter de una persona por su fragancia. El hombre con el que estaba el director era una persona tranquila... no, no era tranquila, era confiada, autosuficiente, no temía a las adversidades, me dio la impresión que esa persona era capaz de permanecer impasible ante cualquier cosa... también sentí el triunfo, era alguien que conseguía lo que se proponía, era un olor que iba ligado al talento, era alguien hábil... pero también habían otros detalles mas agradables, sentí amabilidad, serenidad, confianza... era alguien que no dudaba en ayudar a quien lo necesitaba... y justicia, todo el estaba impregnado de un fuerte sentimiento de justicia, y la buscaba...

-Etheris, ¿te encuentras bien?

-¿Eh? - la voz de la profesora me había sacado de mi trance. - si, claro.

-Vamos, entra.

Abrí la puerta, al otro lado estaban, tal y como había predicho, el director y un hombre joven. Se giraron a mirarme, el director con su expresión sería y dominante, mientras que el joven me dedicó una amable sonrisa.

-Ah, Ehteris, al fin llegas, este señor ha preguntado por ti, dice que supo de tu madre hace un tiempo y que le gustaría conocerte, es el señor... eh... ¿Cómo ha dicho que se llamaba?

-Ah, perdón, no me había presentado todavía, que descuidado de mi parte... Me llamo Alexander Torvalds.

Dijo todo eso son apenas mirar al director, me di cuenta que le tenia sin cuidado, me estaba hablando a mi, y en cambio había conseguido tener entretenido al señor Fuentes sin ni haberle dicho su nombre... y eso que el no tolera que nada se escape de su control.

Mi olfato no me mentía.

-Tú debes de ser Etheris... tenia entendido que tenias cola además de orejas de zorro.

-¿Eh? Ah, si, la llevo escondida.

-¿Y eso?

-Bueno... es que no me gusta mucho enseñarla.

-Pues si yo tuviera la llevaría siempre a la vista...

-¿Si?

-Claro... bueno, dime, ¿te gusta este lugar?

-¿Qué?

-Que si te gusta el orfanato, ¿te diviertes? ¿Tienes amigos?

El señor Fuentes parecía sumamente ofendido, estaba rojo y luchaba por contener su rabia, entonces tomó aire y dijo con tanta calma como le fue posible:

-Señor Alexander, se aseguro que nuestros huéspedes reciben todos los cuidados, toda la educación, sanidad y alimentación necesarias para que en su momento puedan convertirse en miembros altamente cualificados y productivos de nuestra sociedad.

Sin duda al joven le molestó que le interrumpiera, borró la sonrisa que hasta ese momento había decorado su casa y con una calma que parecía preceder a la mayor de las tormentas le respondió:

-Director Fuentes, ¡me ofende usted! En ningún momento he puesto en duda que el centro que usted dirige, sin duda con gran habilidad, sea capaz de otorgar a los jóvenes a su cargo de todas las necesidades que puedan tener, pero no le he preguntado eso a Etheris, le he preguntado si le gusta.

Se produjo un segundo de silencio y entonces el director... se volvió a sentar en su silla. Parecía un niño al que acaban de castigar.

-Yo... eh...

-Entiendo que es una pregunta difícil, probemos de otra manera: ¿te gustaría que te adoptaran? ¿Te importaría irte a vivir con una familia y dejar este sitio?

Todos callaron, incluso la profesora Cecilia que había entrado quedó muda.

Un pinchazo en el pecho me recordó que tenía que respirar.

-Pues... creo que... sí, supongo que estaría bien.

-¡Pues no hay mas que hablar! Señor Fuentes, le he dejado en esta carpeta una copia de toda la documentación necesaria, sin duda comprobará que está todo en orden y que no falta nada. Etheris, ve a hacer las maletas, te espero en mi coche, lo he dejado aparcado fuera.

¿Iba a irme?

¿Yo?

¿Me adoptaban?

¿A mi?

Alexander se levantó y pasó por mi lado sigilosamente, los demás nos quedamos ahí, quietos, sin decir nada.

-Esto... Etheris... creo que deberías ir a hacer las maletas, ¿quieres despedirte de tus compañeros o...?

-Hágalo usted por mi director...

Me dirigí a mi habitación y empecé a recoger todas mis cosas del armario y los cajones, la profesora Cecilia entró poco después con una maleta donde fui guardando las cosas, mi ropa, mis libros de texto, algunos pocos objetos personales, el portátil...

El portátil...

Era demasiado bonito.

No podía ser.

De repente sentí miedo, las dudas me llenaron la mente. "¿Y si iban a por mi para que no contara que hicieron a mi madre?" "¿Y si sabían que había conseguido sus IP e iba a por ellos?" "¿Y si...?"

Ya era demasiado tarde para hacerme atrás, empaqueté el resto en la maleta de viaje y me fui con paso decidido.

Pero temía que me dirigía a la boca del lobo.

Alexander me esperaba en su coche. No era el mejor coche del mundo, pero era bastante nuevo. Dejé el equipaje en el maletero y me senté, por invitación de Alexander, en el sitio del copiloto.

Me puse el cinturón y arrancó el motor, poco a poco el orfanato en el que había pasado los últimos 6 años de mi vida se perdía en la lejanía.

Me fijé en Alexander, era de facciones lisas y agradables, tenia el pelo alborotado y poco cuidado, pero le quedaba bien a pesar de que parecía que no se lo había peinado tan siquiera, usaba unas gafas de montura al aire que parecían dos cristales sujetados por los bordes. Era de estatura alta, sin ser exageradamente alto, fuerte sin ser corpulento, no parecía destacar en nada especialmente y en cambio todo el llamaba la atención sin proponérselo.

-Bueno, me alegro de conocerte jovencito...

-Mph.

-Tu director era un poco borde, ¿no crees?

-Bue...

-Al principio le pareció raro que viniera directamente a por ti...

-Supongo.

-Pero cuando le dije que sabía de tu madre accedió enseguida...

Mi alarma saltó enseguida.

-¡¿Qué?! ¿Conociste a mi madre?

-No, he dicho que supe de ella, no que la conozca, aunque creo que tu director lo ha entended de la otra manera, pero bueno, no le mentí... descaradamente.

-¿Que sabes de mi madre?

-No mucho... de que trabajaba, por que murió...

Mientras hablaba entramos en la autopista, en la pantalla del navegador del coche apareció un indicador del coste de esa salida. Miró al frente y aceleró.

-Alexander Torvalds, ¿Quien eres?

-Al igual que tu, soy huérfano, mis padres murieron cuando tenía 10 años, en un accidente...

Esquivó a un camión que intentaba adelantarle mal por la izquierda.

»... de tráfico concretamente

-Vaya, lo siento...

-No tienes por que, no fue culpa tuya, ni habías nacido por entonces

-Ya, pero... me sabe mal...

-No me adoptaron, cuando cumplí los 18 me dejaron de patitas en la calle, con un puñado de billetes y una maleta.

»Por suerte por entonces estaba algo preparado, no me acuerdo muy bien, pero creo que a mis padres no les gustaban mucho los ordenadores, pero a mi me encantan, para cuando salí conocía algunos lenguajes de programación: C plus ultra, Dolphy-Orca-Whale y - bajó la voz como avergonzado - Visual Basic for Aplications. »Conseguí entrar en una empresa donde me dediqué a programar chorradas asquerosas y de legalidad y ética dudosas o toda prisa para un jefe idiota que pensaba los programas los hacíamos pulsando una tecla y dibujándolos en el Paint, y que el resto del rato nos lo pasábamos jugando al buscaminas (como hacía el). Era una mierda y acababa con las neuronas derretidas... pero poco a poco fui demostrando mi valía y haciéndome indispensable para la empresa. Aunque tan pronto como conseguí unos ahorras y una reputación que me permitiera trabajar por mi cuenta me largué y les dejé con el culo al aire... jeje...

»Más tarde entré en la universidad, un master de programación e ingeniería... soporífero, pero a las empresas les encanta oír "master en...". Y bueno, aún estoy estudiándolo, me queda este año y el próximo, aunque a veces tengo la sensación que estoy ahí solo para que me den el dichoso diploma, suerte que excepto los exámenes y poco mas casi nunca tengo que ir a las clases...

Entonces sonó un teléfono móvil.

-OH, disculpa, tengo una llamada.

Descolgó, con mi oído de antro podría haber oído lo que le decían, pero la verdad es que no hizo falta, ya que alguien que gritaba desde el otro lado. Era una voz de chica...

-¡¿PERO QUE #$%& haces?! ¡Tenias que venir a recogerme! ¡¿Has olvidado que hoy acababa antes?! ¡¡Eres increíble!! ¡¡Siempre con tus ordenadores!! ¡¡No te preocupes, ya sabré volver a pie!!

  • Ha... colgado...- dijo Alexander atónito.

-Parecía muy enfadada...

-Lo esta...no la he ido a recoger...estará hecha una fiera...Elena me va a matar...

-¿Elena?

-Mi novia...hace un par de años que nos conocemos...fue en ese bar de ahí

Señalo con el dedo una cafetería.

»Pero bueno...ella también a firmado los papeles de adopción....le encanta los cachorros...euh...crios....quiero decir jóvenes...estudia para ser profesora de primaria... ya veras, es un encanto; ¡ah! es una anthro... supongo que no te molestará...

Desde que se puso a hablar de Elena sus ojos brillaban y no paraba de sonreír... parecía más crío que yo. Continuó alabando su novia durante un ratito más hasta que por fin salimos de la autopista. Llevábamos casi hora y media de trayecto.

-Pronto llegaremos, queda aún media hora de camino por una carretera nacional. Es una pequeña ciudad pero muy acogedora... si te gusta el cemento claro, pero también hay algunos parques y apartamentos minúsculos... el nuestro esta mas o menos bien, ni muy pequeño ni muy grande... cuando Elena acabe la carera dentro de un año seguramente nos mudaremos... yo en cambio no voy mucho a la universidad... me paso el día haciendo pequeños encargos para empresas y cosas de estas así que muchas veces estoy en casa... por cierto, ya te hemos encontrado una escuela a la que ir, está cerca de casa... pero aún no te hemos inscrito, queríamos hablarlo contigo antes... pero bueno, ya estamos llegando...

Pasamos un cartel que decía "Bienvenido a Besalí". Un nombre extraño para mi nuevo hogar... Alex aparcó y nos subimos al piso. Un ático con balcón, no estaba mal, era una distribución... interesante; ningún ordenador a la vista... todos concentrados en una única habitación...llena de cables, pantallas, torres y otros aparatos que no llegué a identificar... era impresionante, seguro que había oficinas con menos material que esa habitación...

-¿Te gusta?- dijo Alex cerrando la puerta.

-Pero... ¿quien eres?

-Realmente lo tuyo no es ser intuitivo... te daré una pista... Ying-Yang.

-Eh... ni idea.

-En chino, el Ying-Yang se le llama...

-No...

-"Tàijí".

Nos quedamos unos segundos en silencio, la noticia había caído como un bombazo y ahora estaba acabando de asimilar del todo el golpe. ¿Ese hombre que se había presentado de repente en mi orfanato era Tàijí, el gran hacker? Hice lo único que podía hacer en ese momento: reírme.

Una risa de satisfacción y calma, como si acabase de escapar de las garras de la muerte por un milagro.

-¿Tanta gracia te hace?

-No, no, es que... bueno, que no me lo esperaba, pensaba que eras... no se ni que creía que eras, la verdad.

-Bueno, pues ya ves que...

Justo entonces llamaron al timbre.

»Vaya, que oportunos... ya voy yo.

Paré atención, mi oído era mucho mejor que el de Alexander... o Tàijí, podía oír lo que el no. Como por ejemplo un ruido de llaves y una voz femenina que murmuraba:

-¡No hacía falta!, ¡se abrir puertas!

Y tanto se sabía, el portazo resonó por toda la casa, el problema es que Alex se encontraba tras la puerta. Desde donde estaba yo no podía ver nada, pero si oír la conversación.

-¡Arg! ¡So bruta! ¿Qué no veías que estaba tras la puerta?

-Te lo has ganado, se supone que tenía que ir a recogerme a la salida de la Uni, ya se que siempre estás en tu mundo pero podrías prestar un poco de atención, solo tenemos un coche y no me molesta que te lo lleves, pero tienes que contar que es de los dos y...

-Pero Elena...

-Ni peros ni nada, la universidad está a la quinta puñeta de aquí, apenas hay paradas en este pueblo, y cerca de casa menos, he tardado como 1 hora cuando en coche podría haber llegado en 15 minutos, ¿se puede saber donde estabas?

-Había ido a recoger a Etheris...

-¿Etheris? ¿Quieres decir "nuestro" Etheris?

-¿Cuántos Etheris conocemos?

Yo estaba de espaldas a la puerta, en apenas unos segundos una sombra se abalanzó sobre mí y unos fuertes brazos me sujetaron con fuerza. Bueno, esa fue mi primera impresión, poco después me di cuenta que esos brazos me estaban (valga la redundancia) abrazando. Me las apañé para darme la vuelta y pude mirar a la cara a la misteriosa Elena, aunque ya me lo había dicho Alexander no había caído en la cuenta hasta entonces de que ella era una anthro, y se notaba.

Para los que no hayan visto nunca a un anthro tengo que preguntarles: ¿os habéis pasado los últimos 30 años en una cueva? Pero de todas formas lo explicaré: un anthro es una persona cuyo ADN no es totalmente humano, si no que es parcialmente animal. Y se puede ver fácilmente, ya que un anthro tiene el aspecto de un animal humanizado, mi madre, por ejemplo, era una zorro, tenía el cuerpo cubierto de un pelaje castaño y blanco en algunas zonas, un morro canino, aunque con algunos rasgos humanos. Yo heredé sus ojeras y su cola, además de sus finos sentidos del olfato y del oído. A pesar de la apariencia d de animal un anthro tiene la mentalidad de una persona humana, camina erigida, tiene manos con 4 dedos y un pulgar oponible, puede hablar y hacer cualquier otra cosa que haría un andro (un humano con el ADN sin alterar) podría hacer, y en ocasiones otras que no puede.

Y como que os lo estáis preguntando: Elena era una león, pelaje amarillo, garras, una cola larga y fina con una punta de color castaño y peluda.

-Esto... ¿Etheris? - dijo Alex- Ella es Elena, ya te dije que también te adopto...

Nos casaremos a finales de este año... también te lo dije - por encima del hombro de Elena pude ver como el hacker se sonrojaba, pero ella ni le prestaba atención, ella estaba bastante mas concentrada en mi, parecía encantada con cualquier detalle que me pudiera ver, creo que se pasó un buen rato mirándome las orejas con los ojos húmedos de lágrimas, pero no lo sabría decir.

Al igual que hice con Alexander en su momento, olí a Elena, supongo que es de mala educación, pero lo hacía casi inconcientemente, mi olfato era parte de mi herencia anthro, formaba parte de lo que supone ser un hibrido, los instintos no son fáciles de dominar.

Así que inspiré profundamente y analicé las diferentes texturas que componían el aire. Primero de todo me llegó el olor de león, al igual que con la vista, el olfato tiene primeras impresiones, y sin duda Elena irradiaba la fuerza de su raza. Prácticamente me asusté, puesto que mi parte anthro me decía que un león es un peligroso predador, y la parte andro no es que estuviera en contra precisamente. Pero me sublevé a ambos, los brazos de Elena no eran los de un predador, su abrazo no era el de la muerte, si no era algo más como...

Me llegaron nuevos olores, esta vez fueron más allá de la primera impresión y pude distinguir los olores de su personalidad: Amabilidad, era una samaritana nata, siempre dispuesta a ayudar a quien pudiese. Inocencia, pero no la de los que viven en su mundo, si no la inocencia de quien se permite soñar y lucha por sus sueños. Fuerza, no fuerza física, si no la fuerza de los que nunca se detienen. Dedicación, no era como el talento innato que se olía en Alexander, pero sin duda se ponía al mismo nivel, donde su compañero fallase por falta de habilidad, conocimientos y paciencia, ella era capaz de insistir y luchar hasta mas allá de sus fuerzas para conseguirlo.

Una nueva oleada, olores más sutiles: Paciencia, tranquilidad para cualquier momento, era capaz de esperar lo que hiciese falta. Precisión, era hábil, precisa, exacta, como un bisturí de cirujano. Había otro olor bajo todo ese manto, aún no lo había distinguido, pero me llamaba con tanta fuerza que me hacia pensar que los otros eran simplemente capas prescindibles y lo realmente importante se encontraban ahí. ¿Qué era eso?

Tomé aire por tercera vez, de nuevo todos los olores de antes, pero esa vez no estaba echando un vistazo, tenia un objetivo directo, Dejé aparte la fuerza del león, ignoré la amabilidad, la inocencia, la fuerza, dedicación, escarbé mas allá de la paciencia y la precisión hasta estar a tocar de ese tesoro escondido. ¿Qué era? Me resultaba tan rabiosamente familiar que me negué con todas mis fuerzas a desistir.

Era un olor calido y agradable, olía a... como a... leche. Leche caliente. Un olor a piel suave y blanda, como de bebé, y un olor de leche de la madre del bebé, ese olor calido y empalagoso que tienen los recién nacidos después de que sus madres les den el pecho. Evidentemente no era exactamente ese olor, pero sin duda era lo que evocaba ese olor. ¿Qué significaba? ¿Por qué tenía la sensación de conocer ese olor, a pesar de no recordarlo? Dejé volar a mi mente, recordando los cientos de olores que había ido almacenando a lo largo de los años hasta llegar a un momento del pasado. Por lo menos tenía 6 o 7 años ese recuerdo. Era el olor de una madre, el olor de una mujer cargada de amor y que buscaba un hijo para dárselo. Sin duda, no podía estar equivocado, mi madre, la que me tubo que dejar cuando tenía 5 años, ella también olía de esa forma.

Elena era una madre innata.

Noté como me empezaron a temblar las manos, así que me abracé con todas mis fuerzas a Elena, sujetando su blusa para intentar dejar de temblar, a la vez que me emborrachaba de ese calido olor largo tiempo olvidado que acababa de reencontrar.

Poco a poco nos fuimos soltando, hasta quedar el uno enfrente del otro, Elena era una joven león, tenía una cabeza peluda, evidentemente sin la melena de los leones varones, no tenía tampoco el pelo de los andros (como cualquier otro antro), pero se notaba la humanidad en ella, sobretodo por su cálida sonrisa.

-Eh... bueno, bienvenido Etheris, tenía ganas de conocerte.

-Cualquiera lo diría. -Comentó Alex.

-Ja, ja, ja, muy gracioso... Supongo que ha sido todo muy repentino para ti.

-Bueno... un poco... -balbuceé.

-Espero que Alex no te haya sacado de ahí directamente, conociéndole es capaz.

-¡Claro que no! Le consulté primero, y hablé con el director del centro.

-Bueno, no está mal. ¿Y tus cosas?

Caí en la cuenta que ni me había acordado de coger la maleta del maletero. ¡Lo llevaba todo ahí!

-Yo lo he traído - soltó perezosamente Alexander mientras se ponía bien las gafas con el índice, que se le habían caído un poco -, creo que Etheris estaba tan alucinado que ni se ha dado cuenta.

Miré a un lado y vi mi maleta todavía cerrada al lado de la puerta de entrada.

-¿Le has enseñado ya su habitación? - preguntó Elena.

-Uh, pues aún no, ¿quieres venir Etheris?

Me mostraron todo el piso, no era gran cosa, un comedor pequeño, una cocina, un pasillo que comunicaba con 2 habitaciones, un baño y una sala que apenas llegaba a trastero y al parecer Alex lo había habilitado para sus ordenadores. De las dos habitaciones una era la de la pareja, la otra tenia pinta de haber sido una biblioteca o un estudio, pero se las habían apañado para encabir una cama paralela a la pared de la ventana, al lado del escritorio.

-Eh... bueno, alégrate de que haya cama, no hemos tenido mucho tiempo para ordenar todo este caos aún...

-De todas formas, -continuó la león - nos mudaremos pronto, así que esto es temporal.

-eh, ¿mudanza?

-En cuanto nos casemos, a finales de este año, nos mudaremos a una casa algo más grande que este piso, no te preocupes, está en este mismo pueblo, no notarás el cambio siquiera.

-Vaya, me sabe mal, caigo aquí de repente y os alboroto los planes, aún ni os habéis casado, vais a meteros en una hipoteca y yo...

-No digas tonterías, - soltó Alexander casi riéndose - tu no podías saber esto, y aparte, no nos vamos a meter en ninguna hipoteca, la casa ya está pagada de hace años.

-¿Ya está pagada?

-Je... agradécelo a mis padres, me la dejaron en herencia al morir, antes estaba alquilada, pero ahora no vive nadie ahí, así que nos la quedaremos y dejaremos de tener que pagar el alquiler de esta lata de sardinas.

-Vaya...

Me acercó la maleta y yo la dejé encima de la cama para abrirla e ir sacando la ropa. Alex y Elena la fueron colgado del armario o dejándola en el mismo, les dije que me la dejasen a mí, pero se negaron.

Finalmente saqué la funda donde tenía el portátil de mi madre, con los cables y demás periféricos. Lo dejé encima de la mesa, pero antes que me diera cuenta Alex había sacado el portátil de la funda y se estaba leyendo la etiqueta de debajo con las especificaciones técnicas.

-¿Con "esto" entraste en mi ordenador? Joer... tango que reforzar la seguridad, en serio... ¿y como supiste mi IP?

-La publica de un chat IRC y la privada por el puerto del P2P al que direccionaba el router.

-Es la ultima vez que conecto el emule en ese ordenador.

-Ains... informáticos... bueno, Etheris, este es tu cuarto, se que es algo soso... si quieres colgar algún póster o algo así adelante

-Uh, pues... no se...

-Oye, va siendo hora de cenar... - dijo Alex - ¿Cuál es tu plato favorito, Etheris?

-¿Mi plato favorito? Pues... esto...

-¿Hay algo que sepas?

-Algo que... pues...

-Alex, no le digas eso. Aparte, habrá que mirar que hay de comida...

De sopetón Elena hizo una carrera hasta la cocina y empezó a dictar todo lo que había, sopa, hamburguesa, macarrones, comida mexicana, legumbres...

-Esto... la comida mexicana está bien, me gusta, pero da igual, haced lo que queráis...

-Vaya, tienes buen gusto chaval. ¡Elena! ¡Dice Etheris que la comida mexicana le gusta, ahora vengo a ayudarte!

-¡Ya le he oído! - respondió ella desde la cocina.

-Arg... ¿hay algo que ella NO oiga?... no me lo digas, ¿tu también tienes oído de anthro, verdad?

-Bueno... si...

-Genial, ¿voy a ser el único de esta casa que no puede oír nada por encima de los 20 kilo hertzios?

-¡Sí! - respondió la león.

-Ugh... bueno, si quieres acabar de montarte las cosas... luego te configuraré el portátil para que te puedas conectar a Internet, ¿ok?

-Ah... vale.

Se marchó por la puerta. Yo me quedé unos instantes sin saber que hacer, hasta que noté una molestia. Llevaba varias horas con la cola escondida debajo de la ropa, así se la saqué por encima del pantalón, el cual no tenía agujero (era un pantalón para andros) y a sacudí un poco. Me recorrió un molesto hormigueo, haciéndome notar que se me había quedado dormida.

"Pues si yo tuviera la llevaría siempre a la vista" había dicho Alexander, refiriéndose a mi cola. No era solo una cola, era un símbolo de mi herencia anthro... De sopetón abrí el armario y saqué unos pantalones para antros, con un agujero con forma de U en la parte de atrás que se cerraba por encima por una tira con un botón, dejando la cola fuera y siendo fáciles de poner.

Fui al comedor, a tiempo de acabar de poner la mesa, cenamos, reímos, vimos un poco la tele... el día se me había echo cortísimo y de repente me encontré con que me caía de sueño. Entre bostezos me despedí de Alex y Elena (que insistían en que me fuera a la cama, que ellos no se irían a ninguna parte). Me puse un pijama, me tumbé en la cama y me cubrí con las mantas.

Estaban nuevas, tanto que aún olías un poco a polvo de la tienda y estaban encarcaradas, pero no me molestó, tumbado de costado hundí la cabeza en el cojín. Prácticamente me había dormido ya, cuando escuché la conversación que sucedía al otro lado de la pared.

-Alex... ¿crees que hemos hecho bien?

-¿Por que lo dices?

-Lo hemos montado todo a toda prisa... Etheris tenía razón, aún no estamos casados, yo no acabaré la universidad hasta dentro de 1 mes, y a ti te falta otro año... aunque tú eres la principal fuente de ingresos... no tenemos ni idea de cuidar a un niño, y el pobre tiene ya casi 12 años... echa cuentas, si fuera nuestro hijo biológico lo habríamos tenido a los 13 o 14 años... No se si podremos con todo lo que se nos va a echar encima...

-Elena, mujer... es normal que estés preocupada, pero tranquila, lo hemos montado a toda prisa, pero nos ha salido bien, podrás acabar este ultimo mes de la universidad con calma, yo prácticamente solo voy a clase para entregar los trabajos y hacer los exámenes, ¿verdad? déjalo en mis manos. Y sobre la edad... Etheris es un chico muy maduro, no nos dará problemas, estoy seguro.

-¿Tu crees?

-Al menos las fases "cambiar pañales" y "primeros dientes con llantos" ya las ha pasado...

-Tu eres incapaz de tomarte nada en serio, ¿verdad?

-Me tomo las cosas con el mínimo de seriedad que requieren, no más. Además, piénsalo bien, ¡esto es tema de celebración! ¡Tenemos un hijo Elena!

-Visto así... supongo que si... ¿y la escuela? Tendrá que ir a clase, digo yo...

-Mañana iré a ver al director de la escuela de aquí, es la misma a la que fui yo antes de que mis padres... bueno, ya me entiendes.

-¿No tenías un examen mañana?

-Uh... me temo que los ordenadores de la uni sufrirán una fallada en masa que impedirá la realización del examen, que tendrá que ser pospuesto hasta que los mismos vuelvan a funcionar correctamente.

-¡¿Vas a hackear los ordenadores de tu propia universidad?! ¡No puedes hacer eso!

-Ah, ah, de eso nada, no DEBO hacerlo, pero si que puedo... ¡y lo haré! ¡Muajajaja!

-Muy gracioso genio malvado... pero más te vale aprovechar el día mañana...

Los ojos se me cerraban ya, pensé en la suerte que había tenido, había encontrado una pareja maravillosa dispuesta a cuidarme como a un hijo, un hogar... una vida nueva... antes de caer del todo rendido pensé una última vez en mi madre, mi madre biológica.

La echaba tanto de menos...

Lizarman: Bueno, aquí está el primer cap de nuestro fic, esperamos poder mantener un ritmo más o menos constante de un capítulo al mes... pero no podemos prometer nada.

Elijahkazan: Espero que os guste esta primera entrega de esta gran aventura!! Pronto, no sé cuando XD, la segunda entrega